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¿Cómo son las carreras de investigación en los distintos países? Una nueva base de datos mundial ofrece algunas respuestas

Science.org. (2025, junio 30). How do research careers compare across countries? New global database has some answers. Science. https://www.science.org/content/article/how-do-research-careers-compare-across-countries-new-global-database-has-some-answers

El observatorio ReICO representa un paso importante hacia una comprensión global y comparativa de las carreras de investigación. Al ofrecer datos detallados y contextualizados, permite a los responsables políticos y a las instituciones científicas tomar decisiones más informadas para mejorar la sostenibilidad, equidad y atractivo de la profesión investigadora en todo el mundo.

Un nuevo observatorio internacional creado por la OCDE, llamado Research and Innovation Careers Observatory (ReICO), busca proporcionar datos comparativos y fiables sobre las trayectorias profesionales de los investigadores en distintos países. Esta herramienta es un avance clave para quienes diseñan políticas científicas, ya que permite visualizar y analizar cómo varían las condiciones laborales, los patrones de movilidad, la distribución sectorial del empleo y los obstáculos estructurales que enfrentan los científicos a lo largo de sus carreras.

Uno de los hallazgos destacados del informe es el crecimiento en el número de personas con doctorado en los países de la OCDE. Entre 2014 y 2022, la proporción de la población activa con doctorado pasó de 0,9 % a 1,3 %. Aunque países como Eslovenia y Suiza presentan porcentajes superiores al 3 %, en otros como México, Costa Rica e Indonesia la cifra no supera el 0,2 %. Esta disparidad refleja desequilibrios importantes en la inversión en educación superior avanzada y en las oportunidades de desarrollo científico.

Sin embargo, a pesar del aumento en la formación de doctores, las condiciones laborales siguen siendo frágiles, sobre todo en las primeras etapas de la carrera investigadora. Según los datos recogidos, aproximadamente el 75 % de los investigadores menores de 34 años tienen contratos temporales. Esta precariedad, combinada con la presión por publicar y conseguir financiación, hace que muchos científicos abandonen la carrera académica o busquen oportunidades fuera del ámbito público.

El informe también muestra un cambio estructural significativo: cada vez más investigadores trabajan fuera de la academia, especialmente en el sector empresarial. Entre los años 2000 y 2021, la proporción de científicos empleados en empresas pasó del 60 % al 66 %. Este crecimiento refleja no solo la expansión de la I+D en el ámbito privado, sino también una adaptación de los perfiles científicos a necesidades del mercado, lo cual plantea nuevos desafíos y oportunidades para la formación doctoral.

Otro aspecto que destaca el observatorio es la dificultad para rastrear las trayectorias profesionales, especialmente cuando los investigadores cambian de sector, país o dejan de publicar artículos científicos. Esta falta de información dificulta a los jóvenes investigadores imaginar trayectorias profesionales sostenibles y contribuye a la incertidumbre sobre las salidas laborales tras el doctorado.

Finalmente, el ReICO también aborda las brechas de género persistentes en la ciencia. Las mujeres tienen más probabilidades de tener contratos temporales en todas las etapas de su carrera y están subrepresentadas en los puestos de mayor jerarquía. El informe recomienda a los países diversificar sus criterios de evaluación del rendimiento científico, apoyarse más en trayectorias variadas y aplicar políticas activas de inclusión y equidad.

Es «ORCID y…», no «ORCID o…»: Cómo los identificadores de investigadores trabajan juntos para ayudar a los investigadores

Brown, J., & Meadows, A. (2025, junio 25). It’s “ORCID and…,” not “ORCID or…”: How researcher identifiers work together to help researchers, build a better picture of research, and streamline administrative tasks [Informe]. Zenodo. https://doi.org/10.5281/zenodo.15737460

El informe destaca que ORCID —el identificador de investigadores— no compite con otros sistemas; más bien, los integra y complementa. Su propuesta central es que los investigadores deben considerarlo “y no ‘o.’” En lugar de reemplazar otros identificadores, ORCID conecta redes nacionales, disciplinas especializadas y sistemas propietarios a través de una plataforma interoperable abierta.

ORCID surgió en 2012 para resolver la ambigüedad en la autoría científica generada por nombres similares, cambios de nombre, variaciones culturales y convenciones tipográficas. Como identificador alfanumérico persistente, funciona como una “cédula” digital que permite rastrear con precisión la producción académica de una persona. Su diseño abierto facilita la vinculación con otros sistemas de identificación (Scopus Author ID, ResearcherID, ISNI…), potenciando la automatización y evitando duplicidades.

El informe estructura su análisis en tres capas de interoperabilidad: (1) cobertura nacional, en la cual instituciones integran ORCID en sus sistemas internos para proyectarse globalmente; (2) cobertura disciplinar, mediante la asociación con infraestructuras específicas como DOI para publicaciones o RAiD para conjuntos de datos; y (3) sistemas propietarios o comerciales, que pueden integrar ORCID mediante APIs abiertas, permitiendo su uso junto con herramientas premium para la gestión de investigación.

Los beneficios se traducen en eficiencia administrativa y visibilidad de las contribuciones: al eliminar procesos manuales y consolidar identificadores, se reducen errores y aumentan los ahorros en tiempo y recursos. En algunos casos documentados en el informe, se observan ahorros equivalentes a varios días/persona al año, que podrían equivaler a ahorros millonarios si se escalan .

Cómo aumentar tus citas académicas y mejorar tu índice h: estrategias clave para investigadores

World University Rankings 2025: methodology

Ale Ebrahim, Nader (2025). Strategies to Enhance Citation Counts and Improve Researchers’ h-index. figshare. Presentation. https://doi.org/10.6084/m9.figshare.28911272.v1

En el competitivo panorama académico actual, el número de citas que recibe un investigador y su índice h (h-index) son métricas cruciales para su carrera profesional. Estas cifras no solo reflejan la influencia de una investigación, sino que también condicionan oportunidades de financiación, promociones y el prestigio institucional.

En este contexto, Nader Ale Ebrahim, consultor en visibilidad de la investigación y bibliometría, propone una serie de estrategias prácticas y herramientas digitales para maximizar el impacto académico de los investigadores.

El artículo, basado en una presentación publicada en Figshare (https://doi.org/10.6084/m9.figshare.28911272.v1), destaca que producir buena investigación ya no es suficiente; es necesario también garantizar su visibilidad y accesibilidad.

El aumento en el número de citas y la mejora del índice h no son fruto de la casualidad, sino el resultado de una estrategia deliberada y bien estructurada orientada a potenciar la visibilidad académica. Tal como sostiene Ebrahim, es fundamental que los investigadores adopten una actitud proactiva en la difusión de su trabajo científico, utilizando de forma inteligente las herramientas digitales disponibles y aplicando buenas prácticas en comunicación académica. Este enfoque no solo contribuye a incrementar la frecuencia con la que se cita una investigación, sino que también abre la puerta a nuevas colaboraciones y a un mayor reconocimiento dentro de la comunidad científica internacional.

A continuación, se detallan las principales estrategias recomendadas:

  1. Optimizar el perfil del autor: Es fundamental mantener una identidad académica coherente. Para ello, se recomienda utilizar siempre el mismo nombre de autor y registrar un perfil en ORCID. También es clave mantener actualizado el perfil en Google Scholar, que centraliza la producción científica del investigador.
  2. Publicar de manera estratégica: Se aconseja elegir revistas académicas de alto impacto (preferentemente del cuartil Q1) que estén indexadas en bases como Scopus o Web of Science. Además, se sugiere usar herramientas de inteligencia artificial como Writefull o Scite.ai para mejorar el título, el resumen y las palabras clave, facilitando así la visibilidad y el descubrimiento del artículo.
  3. Apostar por el acceso abierto y repositorios: Hacer los artículos accesibles a través de plataformas como Zenodo o repositorios institucionales aumenta significativamente la posibilidad de ser citado. Cuantos más lectores puedan acceder libremente al contenido, mayor será su impacto.
  4. Aprovechar redes sociales y académicas: La difusión del trabajo en redes como ResearchGate, LinkedIn o Twitter/X, acompañada de resúmenes visuales, infografías o vídeos, incrementa su alcance. Participar en comunidades científicas también ayuda a posicionar la investigación ante públicos interesados.
  5. Colaboración internacional: Publicar con coautores de otras instituciones o países está directamente relacionado con un aumento en las citas. Estas colaboraciones amplían las redes de lectura y citación del trabajo.
  6. Utilizar herramientas de IA para mejorar la eficiencia: Herramientas como Scholarcy (para resumir textos), Connected Papers (para visualizar redes de citación), Grammarly o Jasper (para corregir y redactar con calidad), permiten mejorar tanto la forma como el contenido del artículo, lo cual incide directamente en su impacto.
  7. Añadir publicaciones en firmas de correo: Incluir enlaces a las últimas publicaciones en la firma del correo electrónico o en presentaciones académicas es una forma sutil pero efectiva de promocionar los trabajos.
  8. Crear y compartir contenido multimedia: Publicar vídeos, pódcast o presentaciones en plataformas como YouTube, Figshare o SlideShare puede hacer que la investigación sea más comprensible y atractiva para públicos diversos.

Actitudes hacia la IA 2024 revela que investigadores y clínicos creen en el potencial de la IA pero exigen transparencia para confiar en las herramientas

Elsevier. «The Insights 2024: Attitudes toward AI Report Reveals Researchers and Clinicians Believe in AI’s Potential but Demand Transparency in Order to Trust Tools.» 9 de julio de 2024.

Informe

Ver infografía

El estudio de Elsevier subraya que, aunque existe un reconocimiento generalizado del potencial de la IA para transformar la investigación y la atención médica, su adopción efectiva depende de abordar preocupaciones clave relacionadas con la transparencia, la calidad del contenido y la confianza en las herramientas. Para que la IA sea plenamente aceptada e integrada en estos campos, es esencial garantizar que las herramientas sean desarrolladas y utilizadas de manera ética y responsable

El informe «Insights 2024: Actitudes hacia la IA» de Elsevier ofrece una visión detallada sobre cómo investigadores y profesionales de la salud perciben la inteligencia artificial (IA) en sus campos. Basado en una encuesta a 3,000 participantes de 123 países, el estudio revela tanto el entusiasmo por las oportunidades que brinda la IA como las preocupaciones que genera su implementación.

Potencial percibido de la IA

Una mayoría significativa de investigadores (94%) y clínicos (96%) cree que la IA puede acelerar el descubrimiento de conocimientos. Además, el 92% de ambos grupos anticipa que la IA aumentará rápidamente el volumen de investigaciones académicas y médicas, así como generará ahorros de costos para instituciones y empresas. El 87% considera que la IA mejorará la calidad general del trabajo, y el 85% piensa que liberará tiempo para enfocarse en proyectos de mayor valor

Preocupaciones sobre la desinformación y la confianza

A pesar del optimismo, existen inquietudes significativas. El 95% de los investigadores y el 93% de los clínicos temen que la IA se utilice para difundir desinformación. Asimismo, el 86% de los investigadores y el 85% de los clínicos creen que la IA podría causar errores críticos, y una proporción similar expresa preocupación por el debilitamiento del pensamiento crítico debido a la dependencia excesiva de estas herramientas

Necesidad de transparencia y contenido confiable

Los encuestados enfatizan la importancia de que las herramientas de IA se basen en contenido de alta calidad y confianza. El 71% espera que los resultados de herramientas dependientes de IA generativa se basen únicamente en fuentes confiables. Además, si las herramientas de IA están respaldadas por contenido confiable, controles de calidad y principios de IA responsable, el 89% de los investigadores las utilizaría para generar síntesis de artículos, y el 94% de los clínicos las emplearía para evaluar síntomas e identificar condiciones o enfermedades

Variaciones geográficas en la adopción de la IA

El informe también destaca diferencias regionales en la familiaridad y uso de la IA. Por ejemplo, en China, el 39% de los encuestados ha utilizado activamente la IA para propósitos laborales, mientras que en India esta cifra es del 22%. Solo el 11% de los participantes se considera muy familiarizado con la IA o la utiliza con frecuencia. Sin embargo, el 67% de quienes no han utilizado la IA esperan hacerlo en los próximos dos a cinco años, con China (83%) e India (79%) superando significativamente a EE. UU. (53%) en estas expectativas .

53 investigadores de la Universidad de Salamanca entre el 2% de los más influyentes del mundo

Academic Ranking of World Universities (ARWU) 2024

https://www.shanghairanking.com/rankings/arwu/2024

En el Academic Ranking of World Universities (ARWU) 2024, también conocido como el ranking de Shanghái, la Universidad de Salamanca (USAL) se situó en el rango 501–600 a nivel mundial. Este ranking evalúa a las universidades según indicadores como premios Nobel y medallas Fields, investigadores altamente citados, publicaciones en revistas de alto impacto y rendimiento académico per cápita.

En cuanto a la producción científica, la USAL registró un notable incremento en el número de investigadores altamente citados. Según el ranking de Stanford de 2024, que identifica al 2% de los científicos más influyentes del mundo, 53 investigadores de la USAL y sus centros vinculados fueron reconocidos, frente a los 48 del año anterior. De estos, 36 destacan por su trayectoria a lo largo de toda su carrera, con una fuerte representación en el ámbito biosanitario, aunque también se incluyen científicos de las ciencias sociales e ingenierías.

A continuación, se presenta una lista de algunos de los investigadores más citados de la USAL y sus áreas de conocimiento:

  1. María Victoria Mateos – Hematología y Oncología
    Reconocida internacionalmente por su trabajo en mieloma múltiple, ha recibido premios como el Bart Barlogie Award y el Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica e Innovación.
  2. Juan Pedro Bolaños – Neurociencias y Bioquímica
    Especializado en neuroenergética y metabolismo, ha sido galardonado con el Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica e Innovación.
  3. Alberto Orfao – Hematología y Biología Molecular
    Destacado por sus investigaciones en citometría de flujo y diagnóstico de enfermedades hematológicas.
  4. Xosé R. Bustelo – Biología Molecular y Oncología
    Contribuciones significativas en el estudio de las proteínas GTPasas y su implicación en el cáncer.
  5. Francisco José García-Peñalvo – Ingeniería Informática y Educación
    Enfocado en e-learning, software educativo y ecosistemas tecnológicos.
  6. Celestino Santos-Buelga – Ciencia de los Alimentos
    Investigador en polifenoles y su impacto en la salud.
  7. José Miguel López-Novoa – Fisiología y Nefrología
    Estudios centrados en la función renal y enfermedades asociadas.
  8. Marina Gordaliza – Química Orgánica y Farmacología
    Investigaciones en productos naturales con actividad antitumoral.
  9. Vicente Rives – Química Inorgánica
    Especializado en materiales porosos y catálisis heterogénea.
  10. Javier González-Benito – Ingeniería de Materiales
    Trabajos en polímeros y materiales compuestos.

La tasa de adopción del identificador ORCID entre investigadores es del 72%

Porter, Stephen R. 2025. «Understanding ORCID Adoption Among Academic ResearchersScientometrics. https://doi.org/10.1007/s11192-025-05300-7

El identificador ORCID facilita la identificación única de investigadores y su producción científica. Un estudio en 31 universidades de EE. UU. encontró una adopción general del 72 %, con grandes diferencias entre disciplinas. La principal razón para adoptar ORCID es su exigencia editorial, mientras que quienes no lo tienen suelen no percibir beneficios claros. Aún existen retos para lograr una adopción universal.

El identificador ORCID (Open Researcher and Contributor Identifier) fue creado hace algo más de diez años con el propósito de asignar un identificador digital único y persistente a cada investigador, facilitando así la correcta atribución de publicaciones, proyectos y contribuciones científicas. Este sistema se ha vuelto clave tanto para los análisis bibliométricos como para que universidades, centros de investigación y agencias de financiación puedan evaluar la productividad y el impacto de sus investigadores.

A pesar de su utilidad reconocida, la adopción masiva del ORCID entre los investigadores no ha sido automática. Estudios anteriores señalaron tasas de adopción muy variables, que oscilaban entre el 3 % y el 42 %, dependiendo del área y el contexto institucional.

El estudio realizado por Stephen R. Porter se basa en una encuesta nacional a investigadores de 31 universidades de investigación de EE. UU. y proporciona una visión actualizada y más precisa de la situación. Entre sus principales hallazgos destacan:

  • Tasa general de adopción: el 72 % de los investigadores encuestados ya tienen un identificador ORCID.
  • Variabilidad por disciplinas:
    • En ciencias biológicas y biomédicas, la adopción es altísima: llega al 93 %.
    • En artes visuales y escénicas, apenas alcanza el 17 %.
    • Otras disciplinas se sitúan entre ambos extremos, evidenciando que el contexto disciplinar influye fuertemente en la adopción.

Respecto a las razones para adoptar ORCID, el principal motivo es su obligatoriedad en el proceso de envío de manuscritos a muchas revistas científicas. En otras palabras, muchos investigadores crean su ORCID porque es un requisito editorial, más que por motivación personal o institucional.

Entre los motivos para no tener un ORCID, los tres más destacados son:

  1. No percibir beneficios claros de contar con uno.
  2. Sentirse suficientemente establecidos en su carrera (especialmente en investigadores sénior), considerando innecesaria su adopción.
  3. Falta de información o de necesidad inmediata en su campo o actividad profesional.

El artículo sugiere que, aunque la adopción está creciendo, persiste una brecha entre disciplinas y generaciones, y que seguir aumentando la concienciación sobre las ventajas de ORCID será clave para alcanzar una adopción verdaderamente universal.

Portal de Producción Científica de la Universidad de Salamanca con Almudena Mangas Vega. Planeta Biblioteca 2024/10/01

Portal de Producción Científica de la Universidad de Salamanca con Almudena Mangas Vega.

Planeta Biblioteca 2024/10/01

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Hemos conversado con Almudena Mangas Vega, responsable del Portal de Investigación de la Universidad de Salamanca (USAL), quien nos explicó la misión de este servicio, enfocado en gestionar y difundir la producción científica de los investigadores, incrementando su visibilidad y accesibilidad tanto en la comunidad académica como en la sociedad. El portal ofrece perfiles detallados de los investigadores, así como acceso a sus publicaciones y proyectos, además de herramientas que simplifican la publicación de trabajos, el seguimiento de su impacto y la colaboración científica. También garantiza la calidad y originalidad de las investigaciones mediante procesos de revisión y control, y maximiza su impacto utilizando redes académicas y estrategias de optimización en motores de búsqueda. Asimismo, proporciona acceso abierto a una gran cantidad de publicaciones y promueve la comunicación entre los investigadores y otros actores sociales, fortaleciendo la visibilidad de la investigación de la USAL.

Publicar y perecer

AKABAYASHI, Akira Publish and perish: New issues in publication ethics. Indian Journal of Medical Ethics, [S.l.], v. IX, n. 2 (NS), p. 147, mar. 2024. ISSN 0975-5691. Avaialble at: Recuperado 10 de agosto de 2024, de https://ijme.in/articles/publish-and-perish-new-issues-in-publication-ethics/?galley=html

Tradicionalmente, la frase «Publica o perece» ha reflejado la presión sobre los académicos para publicar trabajos como medio para avanzar en sus carreras y asegurar fondos de investigación. Sin embargo, Akabayashi sugiere que esta expresión debería evolucionar a «Publica y perece», dado el impacto negativo que los crecientes costos de publicación están teniendo sobre la capacidad de los investigadores para difundir sus hallazgos.

El autor describe su propia experiencia en 2022, cuando publicó 35 artículos en revistas académicas. De estos, 24 fueron en revistas de acceso abierto y 11 en revistas híbridas. Las revistas de acceso abierto permiten que los artículos estén disponibles gratuitamente para todos los lectores, pero exigen que los autores paguen una tarifa por la publicación. Las revistas híbridas, por otro lado, suelen mantener los artículos tras un muro de pago, aunque los autores pueden optar por pagar una tarifa adicional para que sus artículos sean de acceso libre.

Akabayashi destaca los altos costos asociados con la publicación en acceso abierto, incluyendo las tarifas de procesamiento de artículos (APC) y los costos de edición del lenguaje, particularmente onerosos para investigadores que no tienen el inglés como lengua materna. En su caso, los costos totales por la publicación de sus 35 artículos en un solo año ascendieron a más de 62,000 dólares, incluyendo tanto las tarifas de publicación como los gastos de edición de idioma. Estos costos no solo afectan a los investigadores individuales, sino que también tienen un impacto desproporcionado en aquellos de países de ingresos bajos y medios, exacerbando las inequidades en la producción y difusión del conocimiento científico.

El artículo también aborda la problemática de las revisiones editoriales que exigen ediciones adicionales en inglés, lo que incrementa aún más los costos para los autores que deben pagar por servicios de traducción. Además, Akabayashi discute cómo las políticas de algunas revistas y las relaciones entre universidades y editoriales podrían ser reestructuradas para aliviar estos costos, sugiriendo que las universidades podrían negociar contratos con editoriales para eximir a sus investigadores de las tarifas de publicación.

El autor concluye enfatizando que la finalidad de la investigación es beneficiar a la sociedad, y que los altos costos actuales están minando este propósito. Propone que las revistas consideren modelos más flexibles, como el «Pay What You Want» (Paga lo que quieras), para las tarifas de publicación, o que reduzcan los costos en función de los gastos reales incurridos. Akabayashi argumenta que, si no se toman medidas para reducir estos costos, la capacidad de los investigadores para publicar y aplicar sus descubrimientos científicos se verá gravemente comprometida, lo que podría tener consecuencias negativas para el avance del conocimiento y, en última instancia, para la humanidad.

¿Cómo están respondiendo los investigadores a la Inteligencia Artificial (IA), que les entusiasma y preocupa?

Heaton, Benedict. «How are researchers responding to AI?» Oxford University Press, 23 de mayo de 2024. https://corp.oup.com/news/how-are-researchers-responding-to-ai/.

Oxford University Press recientemente llevó a cabo una encuesta entre más de 2,000 investigadores de diversas geografías, disciplinas académicas —incluyendo Humanidades, Ciencias STM (Science, Technology, Medicine), y Ciencias Sociales— y diferentes etapas de carrera, con el objetivo de conocer directamente de la comunidad investigadora cómo están reaccionando y utilizando la inteligencia artificial en su trabajo.

Encuesta a más de 2,000 investigadores de diversas geografías, disciplinas académicas —incluyendo Humanidades, Ciencias STM y Ciencias Sociales— y diferentes etapas de carrera, para conocer directamente de la comunidad de investigación cómo están reaccionando y utilizando la IA en su trabajo.

Los resultados revelan las consideraciones clave en las decisiones de los investigadores para involucrarse con la IA, incluyendo qué aspectos les entusiasman y les preocupan, y cómo están utilizando —o planean utilizar— las herramientas ya disponibles para ellos.

La mayoría de los investigadores académicos y autores de investigación afirman estar utilizando herramientas de inteligencia artificial (IA) en su práctica investigativa, a pesar de preocupaciones sobre la pérdida de habilidades críticas de pensamiento, el respeto por los derechos de propiedad intelectual (IP) y la desconfianza en los proveedores de IA.

Resumen de los hallazgos generales

  • Poco más de tres cuartas partes (76%) de los investigadores reportan utilizar alguna forma de herramienta de inteligencia artificial (IA) en su investigación actualmente. Las herramientas de traducción automática (49%) y los chatbots (43%) son las más populares, seguidas de los motores de búsqueda o herramientas de investigación impulsadas por IA (25%).
  • Un poco más de una cuarta parte (27%) indica tener un buen entendimiento general de las herramientas de IA.
  • Al considerar las etapas de la investigación, la IA se utiliza principalmente para descubrir investigaciones existentes, así como para la edición y resumen de investigaciones ya realizadas.
  • Aquellos que utilizan la IA en cualquier etapa de su investigación tienden a sentir que se han beneficiado al hacerlo, principalmente porque ayuda con la eficiencia.
  • La mitad (46%) de los investigadores informa que la institución donde trabajan no tiene una política de IA, y otro cuarto (26%) indica que no lo sabe.
  • En general, la confianza en las compañías de IA es muy baja, con solo un 8% confiando en que las compañías de IA no usarán sus datos sin permiso, y un 6% confiando en que cumplirán con los requisitos de privacidad y seguridad de datos.
  • También existen fuertes preocupaciones sobre las implicaciones para la propiedad intelectual y cómo la IA impactará la investigación académica en general, con una cuarta parte (25%) del grupo creyendo que la IA reduce la necesidad de pensamiento crítico.

En conclusión, la mayoría dice haber utilizado alguna forma de IA y más de dos tercios han sentido los beneficios de usar IA. También, la gran mayoría expresa desconfianza hacia las compañías de IA. Les preocupa cómo la IA podría afectar la calidad de la investigación, en concreto tienen temores sobre las cuestiones de propiedad intelectual, la posible reducción de habilidades críticas de pensamiento debido a la IA. También reconocen la importancia de considerar las implicaciones del uso de IA y más de la mitad dicen que buscaría orientación sobre IA en sociedades académicas.

    Cómo usan los investigadores la Ciencia Abierta

    Permut, Stephanie and Saccardo, Silvia and Chapman, Gretchen, How Researchers Use Open Science (May 22, 2024). Available at SSRN: https://ssrn.com/abstract=4838469 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.4838469

    La Revolución de la Ciencia Abierta de las dos últimas décadas ha puesto en evidencia las prácticas de investigación cuestionables (QRPs) responsables de las bajas tasas de replicabilidad en la investigación médica, las ciencias del comportamiento y la economía. En respuesta, se desarrollaron plataformas de Ciencia Abierta que permiten a los investigadores comprometerse con planes de investigación preespecificados y hacer que los materiales de estudio, datos y códigos estén disponibles públicamente. Una encuesta (N=1,402) de científicos del comportamiento, economistas y científicos médicos explora cómo ha cambiado el compromiso con las QRPs después de estudios fundamentales que abordaron la crisis de replicabilidad y si dicho compromiso varía entre disciplinas. Los resultados muestran que, aunque la prevalencia de las QRPs ha disminuido en comparación con los resultados de (John et al., 2012), los investigadores informan que usan las plataformas de Ciencia Abierta de maneras que socavan su efectividad. Además, existen algunas diferencias disciplinarias en los tipos de comportamientos de Ciencia Abierta que practican los investigadores.

    Los resultados indican que los investigadores están utilizando plataformas de Ciencia Abierta diseñadas para limitar los grados de libertad del investigador. Por ejemplo, la mayoría de los encuestados informaron usar (o predecir que otros usan) plataformas de Ciencia Abierta para al menos la mitad de los estudios presentados en un artículo típico. Además, los investigadores afirmaron que era importante que otros usaran plataformas de Ciencia Abierta durante el proceso de investigación. Esta creencia no varió entre las disciplinas representadas en la encuesta. Los resultados se alinean con trabajos previos de Logg y Dorison (2021) y Kidwell et al. (2016), que muestran que el uso de plataformas de Ciencia Abierta ha aumentado desde su inicio.

    Sin embargo, al examinar más a fondo cómo los investigadores utilizan las plataformas de Ciencia Abierta, se observa que este aumento en el uso puede no siempre resultar en una mayor transparencia. Se documenta una prevalencia notablemente alta de comportamientos que podrían socavar la efectividad de las plataformas de Ciencia Abierta, como pre-registrar menos de la mitad de los estudios que aparecen en un artículo presentado y relegar los resultados inconsistentes con las hipótesis a los materiales suplementarios del artículo. También se encontró que algunas de estas prácticas son específicas de cada disciplina. Por ejemplo, realizar múltiples pilotos antes de llegar a un diseño de estudio pre-registrado era más común entre los científicos del comportamiento (especialmente los investigadores de marketing), y realizar la recopilación de datos para los grupos de tratamiento y control de un estudio por separado era más común entre los economistas. Estas diferencias pueden reflejar una separación más amplia de la cultura de la Ciencia Abierta en economía, ciencias del comportamiento y ciencias médicas, moldeada por las normas de investigación de estas disciplinas y sus respuestas a la crisis de replicación.

    Se midieron varios otros comportamientos que podrían afectar la transparencia de la investigación incluso con el uso consistente de las plataformas de Ciencia Abierta. Estos incluían pre-registrar estudios de manera intencionalmente vaga y no revelar desviaciones de los protocolos pre-registrados. Una fracción considerable de investigadores informó participar en estas prácticas. Los científicos del comportamiento eran significativamente menos propensos a admitir estos comportamientos que los economistas y los científicos médicos.