A Visit to the Collection Storage Facility. (2023, noviembre 3). Oxford Libraries Graduate Trainees. https://blogs.bodleian.ox.ac.uk/oxfordtrainees/a-visit-to-the-collection-storage-facility/
El Collection Storage Facility (CSF) almacena materiales de menor uso de las bibliotecas, incluyendo libros, mapas y manuscritos, principalmente del siglo XVIII en adelante. Fue construido debido a la falta de espacio en las estanterías de la Bodleian Libraries.
En los márgenes de Swindon, en un lugar que a primera vista podría parecer poco notable, se encuentra un almacén de tamaño medio que alberga una parte significativa del conocimiento mundial. Este lugar, conocido originalmente como Book Store (Almacén de libros) y ahora renombrado como Collection Storage Facility (CSF), es el hogar de más de 10 millones de títulos, además de mapas y otros objetos variados. Aunque muchos podrían imaginar que la Bodleian y otras bibliotecas famosas son las que guardan estos tesoros, es aquí, entre paredes prefabricadas y vigas de acero, donde realmente se custodian la mayoría de estas colecciones.
Desde su apertura en 2010, a un costo de más de 20 millones de libras, el CSF ha estado desempeñando la crucial labor de preservar más de 150 millas de estanterías llenas de libros. Estos pasillos, que se extienden por más de 70 metros y alcanzan más de 10 metros de altura, están repletos de libros organizados únicamente por tamaño, desde la categoría A hasta la E. Para navegar entre estas filas, se utilizan vehículos especiales que permiten a los empleados recoger cualquier libro en cuestión de minutos. De hecho, si se solicita un material del CSF en cualquier biblioteca Bodleian antes de las 10:30 am, está garantizado que estará disponible esa misma tarde.
Además de la recuperación de libros, el equipo del CSF maneja una cantidad significativa de solicitudes de escaneo, con frecuencia más de cien al día, y en situaciones extraordinarias, como durante la primera semana de la pandemia de COVID-19, llegaron a manejar más de mil solicitudes. Esta operación de gestión de información masiva es impresionante y demuestra la eficiencia del sistema implementado en el CSF.
Antiguamente, el transporte de libros en la Bodleian se realizaba mediante un carro tirado por caballos que viajaba entre diferentes ubicaciones en Oxford. Un dato curioso es que el caballo se negaba a pasar frente al pub King’s Arms sin detenerse a beber, lo que podría sugerir que el conductor también tenía algo que ver en este hábito. Hoy en día, la tecnología ha sustituido a los caballos, y el transporte se realiza dos veces al día en furgonetas que parten del CSF, optimizando el almacenamiento y la logística de manera eficiente.
Los libros que llegan al CSF son clasificados por tamaño, empaquetados en bandejas de cartón libres de ácido que se ensamblan en el propio lugar, y luego se almacenan en filas densamente pobladas dentro de una de las cuatro cámaras de almacenamiento, que están controladas en temperatura y humedad para garantizar la conservación óptima de los materiales. Por razones obvias, el almacén está equipado con un sistema de rociadores de gran tamaño, ya que, como se explicó durante la visita, los libros mojados pueden ser reparados, pero los libros quemados no.
Un aspecto fascinante del CSF es su sistema de solicitud electrónica, que permite a los empleados localizar el camino más eficiente para recuperar cualquier ítem, gracias a que todos los elementos y bandejas están codificados con barras. Este sistema, sin embargo, no es automático: cuando la instalación se inauguró en 2010, hubo que «ingresar» 7.5 millones de ítems en el sistema, un proceso que se completó en apenas 15 meses. Estos materiales provenían de diversos lugares de almacenamiento anteriores, incluyendo la biblioteca «New Bodleian» (ahora Weston), Gladstone Link, la antigua instalación de almacenamiento en Nuneham Courtenay, e incluso almacenes subterráneos en las minas de sal de Cheshire.
El CSF no solo alberga libros académicos. Entre sus estanterías se pueden encontrar una amplia gama de materiales que abarcan desde documentos administrativos de la universidad hasta novelas románticas de Mills and Boon. También se almacenan cajas con juguetes que venían como obsequio en revistas, y una impresionante colección de hasta 2 millones de mapas que se distribuyen en múltiples pisos llenos de planchas. Durante la visita, uno de los mapas que más llamó la atención fue un mapa en relieve de Gran Bretaña. Además de libros y mapas, el CSF alberga material de archivo, bustos, máscaras mortuorias y otros objetos únicos.
Sorprendentemente, toda esta vasta colección es administrada por un equipo de solo 23 personas, lo que equivale a casi medio millón de libros por cada empleado. Esta cifra es realmente impresionante y subraya la magnitud del trabajo que se realiza en este lugar.