Libraries turning the page: They’re still in the business of books, but embracing new role as community ‘third space’. Daily Hampshire Gazette, Published: 03-22-2024
Las bibliotecas han evolucionado para convertirse en espacios comunitarios dinámicos donde las personas pueden reunirse, aprender y compartir experiencias. Son lugares que no solo ofrecen acceso a información, sino también conexiones humanas y oportunidades de crecimiento personal.
En un día típico en la Biblioteca Forbes, las personas pueden ser encontradas acostadas en el césped, participando en clubes de lectura y otros programas, sacando libros o tal vez un ukelele, y charlando con amigos y desconocidos.
Esta no es la imagen tradicional de una biblioteca que viene a la mente, aquella de estudio silencioso y solitario y susurros apenas audibles entre paredes de libros.
Aunque los libros y el aprendizaje siempre permanecerán en el centro de cualquier biblioteca, en los últimos años las bibliotecas han evolucionado hacia una especie de «plaza de la ciudad cubierta», como lo describe Adam Novitt, director de la Biblioteca Lilly de Florence, donde las personas pueden reunirse para socializar, asistir a talleres y presentaciones, y aprender unos de otros.
Según Janet Ryan, jefa de programación y alcance en la Biblioteca Jones de Amherst, aunque el rol tradicional de la biblioteca como lugar para tomar prestados libros ha crecido para incluir otros medios como audiolibros y películas, con el tiempo se ha convertido en un «tercer espacio» realmente importante, no es el hogar ni el trabajo, donde las personas pueden reunirse, leer una revista y encontrarse con amigos.
A diferencia de los lugares comerciales, no hay obligación de comprar un café o pedir un bollo para sentirse cómodo en ese espacio. Las bibliotecas en el oeste de Massachusetts facilitan este ambiente centrado en la comunidad, creando espacios cómodos para que los adolescentes pasen el rato, instalando senderos de flores silvestres al aire libre y ofreciendo más programación y eventos.
Katya Schapiro, directora de la Biblioteca Pública de Easthampton, señala que las bibliotecas son uno de los últimos espacios gratuitos disponibles en nuestra sociedad y funcionan como un lugar de encuentro comunitario.
Las bibliotecas han adaptado sus servicios para satisfacer las necesidades cambiantes, incluyendo la creación de espacios al aire libre, una buena ventilación y la entrega en la acera. Además, la flexibilidad en el uso del espacio para diversas actividades es cada vez más importante.
Aunque la función fundamental de cualquier biblioteca siempre ha sido prestar libros, en la actualidad las bibliotecas han expandido su papel en un mundo post-internet, donde la información está disponible abundantemente a través de dispositivos electrónicos.
Las bibliotecas no solo proporcionan acceso a información, sino que también sirven como lugares para la comunicación entre personas, muchas veces a través de programas y actividades grupales. El intercambio de información y experiencias entre pares es fundamental, como se ve en grupos de discusión como el de «Voces Queer» en la Biblioteca Lilly.
Además, muchas bibliotecas han creado «bibliotecas de cosas», donde los usuarios pueden tomar prestados objetos diversos, desde instrumentos musicales hasta herramientas de jardinería, lo que promueve la exploración y el aprendizaje más allá de los libros.