Las bibliotecas crean comunidades saludables

«Libraries Build Healthy Communities» – Eurocities, 3 de noviembre de 2022.

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¿Dónde se puede disfrutar de un lugar tranquilo, wifi, libros y periódicos de forma gratuita? Las bibliotecas siempre han sido lugares -en su mayoría también hermosos- donde todo el mundo es bienvenido. En las últimas décadas, su importancia como tercer lugar, donde la gente pasa su tiempo entre el hogar («primer» lugar) y el trabajo («segundo» lugar), ha crecido.

Los terceros lugares se han vuelto aún más vitales para el bienestar de la gente, ya que los hogares se han convertido también en lugares de trabajo para muchos, y los habitantes han buscado lugares acogedores para estudiar, trabajar y disfrutar de la cultura mientras sus facturas de energía han alcanzado niveles aterradores.

Las bibliotecas llegan a la gente en sus barrios y los residentes confían en ellas. Son importantes socios locales y multiplicadores para que las ciudades promuevan ideas progresistas y objetivos comunes para el futuro. Recientemente, han adoptado nuevos objetivos de compromiso y difusión con la comunidad, incluyendo la salud y el bienestar.

En Vilnius, las bibliotecas públicas colaboran cada vez más con las comunidades locales, en particular con los niños y los adolescentes. Los jóvenes que se enfrentan a retos, como el divorcio de sus padres, pueden participar en grupos de debate.

Los libros y el arte disponibles en la plataforma virtual de biblioterapia y arteterapia, Atvirumo s@la, ayudan a fortalecer la salud emocional de los niños y las familias. Y los miembros de la comunidad, que experimentan situaciones críticas debido a diversos problemas familiares, pueden acceder a programas de crianza positiva mediante habilidades socioculturales interactivas.

En Gante, la principal biblioteca pública, De Krook, reúne a varios socios, como universidades, laboratorios de investigación y estudios de radio. Abierta desde 2017, la biblioteca fue concebida como un lugar donde un amplio público puede entrar en contacto con la investigación y donde la tecnología impulsada por el ser humano puede florecer.

Esta cooperación, llamada Comon, se centra en cómo hacer que la atención sanitaria sea más comprensible para la gente, un enfoque que seleccionaron los propios usuarios. Estos llegaron con nueve ideas innovadoras durante una serie de talleres celebrados en la biblioteca o en los barrios, donde el personal de la biblioteca acudió con bicicletas y se reunió con ellos. A continuación, los alumnos de los distintos planes de estudio fabricaron prototipos que respondían a cada idea, y la biblioteca organizó «cafés de experimentación» en los que se probaron. Un ejemplo es Dolox, un reloj para medir el dolor.

A través de esta asociación, la biblioteca desempeña un papel que demuestra la importancia de la divulgación pública para la investigación. Las bibliotecas municipales están asumiendo nuevas funciones y, como respuesta, Eurocities ha formado un grupo informal, liderado por la ciudad de Berlín, que ofrece una plataforma para compartir prácticas innovadoras desarrolladas por las bibliotecas públicas.