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Políticas gubernamentales de Estados Unidos han eliminado el acceso a información científica sobre el clima y la han reemplazado con desinformación

Cell, Kate. 2025. «Disinformation Undermines Our Right to ScienceUnion of Concerned Scientists Blog. https://blog.ucs.org/kate-cell/disinformation-undermines-our-right-to-science/.

El texto parte de un informe reciente de la UNESCO sobre tendencias globales en la libertad de expresión y desarrollo de medios, destacando especialmente la problemática de la desinformación climática. La autora señala que, hacia finales de 2025, determinadas políticas gubernamentales en Estados Unidos han eliminado el acceso a información científica sobre el clima, la han reemplazado con desinformación

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó su informe cuatrienal sobre Tendencias Mundiales en la Libertad de Expresión y Desarrollo de los Medios. Lo que sigue es una versión ligeramente adaptada de la contribución sobre desinformación climática.

A medida que la Tierra continúa calentándose [principalmente debido a la actividad humana] y los impactos en nuestro clima se vuelven cada vez más severos, la ciencia que busca advertirnos y orientarnos está siendo silenciada. Líderes globales poderosos y grandes corporaciones ignoran o niegan la ciencia en un intento deliberado de engañar al público y retrasar la acción urgente necesaria para proteger la habitabilidad del planeta.

En el articulo se analiza cómo la desinformación climática socava el derecho colectivo al conocimiento científico y a la toma de decisiones basada en evidencia. Según la autora, políticas gubernamentales recientes en Estados Unidos han limitado el acceso público a información científica sobre el clima, reemplazándola por narrativas sesgadas o desinformación. Esto afecta evaluaciones oficiales, como la National Climate Assessment, y disminuye la confianza en los científicos, poniendo en riesgo la acción frente al cambio climático.

Cell destaca que, aunque los efectos del cambio climático están bien documentados, existen poderosas fuerzas políticas y corporativas que niegan o manipulan la información científica para retrasar medidas urgentes. La autora señala casos recientes en los que se ha distorsionado información sobre olas de calor extremas, afectando la percepción pública y la preparación frente a eventos climáticos que ponen en riesgo la vida de millones de personas. Además, se ha limitado el acceso a recursos oficiales, obligando a investigadores y ciudadanos a buscar información en fuentes independientes o archivos previos.

La desinformación no solo tiene consecuencias sociales, sino también científicas y económicas. Los datos indican un aumento significativo de la mortalidad por calor extremo en las últimas décadas, y estudios económicos muestran pérdidas vinculadas a las emisiones de industrias específicas. A pesar de la solidez de la evidencia científica, estas campañas buscan debilitar la autoridad de los expertos y retrasar la adopción de políticas efectivas (Cell, 2025).

La autora identifica a la industria de los combustibles fósiles y a sus aliados políticos como los principales impulsores de esta desinformación. Documentos históricos muestran que estas industrias tenían conocimiento del cambio climático décadas atrás, pero eligieron estrategias de negación y manipulación para proteger sus intereses económicos. Entre las tácticas empleadas se incluyen la exageración de incertidumbres científicas, el financiamiento de estudios cuestionables, el acoso a científicos y la manipulación de funcionarios gubernamentales. Investigaciones realizadas por la Union of Concerned Scientists y otros organismos demuestran que la industria de los combustibles fósiles ha utilizado todas las tácticas del manual de desinformación:

  • Contratar a un científico que utilizaba métodos desacreditados y no revelaba la financiación de la industria.
  • Generar dudas exagerando las incertidumbres de la ciencia del cambio climático y dirigiéndose a profesores y estudiantes.
  • Acosar a los científicos climáticos.
  • Comprar credibilidad.

Además, las plataformas digitales juegan un papel crucial en la difusión de desinformación, muchas veces de forma indirecta al priorizar contenido que genera mayor interacción y publicidad. Esto amplifica la exposición de la sociedad a narrativas falsas o engañosas sobre el cambio climático, incluyendo teorías conspirativas y ataques a políticas de mitigación. La influencia de estas prácticas también afecta a instituciones científicas, limitando financiamiento, debilitando agencias regulatorias y generando presión sobre investigadores, lo que repercute en la comunicación científica y en la implementación de políticas basadas en evidencia.

Los artículos fraudulentos contaminan la literatura científica mundial, alimentan una industria corrupta y frenan la investigación médica legítima para salvar vidas

Joelving, Frederik, Cyril Labbé, y Guillaume Cabanac. «Fake Papers Are Contaminating the World’s Scientific Literature, Fueling a Corrupt Industry and Slowing Legitimate Lifesaving Medical Research.» The Conversation, 29 enero 2025. https://theconversation.com/fake-papers-are-contaminating-the-worlds-scientific-literature-fueling-a-corrupt-industry-and-slowing-legitimate-lifesaving-medical-research-246224

En la última década, entidades comerciales depredadoras de todo el mundo han industrializado la producción, venta y difusión de investigaciones académicas falsas, socavando la literatura en la que se basan desde médicos hasta ingenieros para tomar decisiones sobre vidas humanas.

Resulta extremadamente difícil determinar con exactitud la magnitud del problema. Hasta la fecha se han retirado unos 55.000 artículos académicos por diversos motivos, pero los científicos y las empresas que analizan la literatura científica en busca de indicios de fraude calculan que circulan muchos más artículos falsos, posiblemente hasta varios cientos de miles. Estas investigaciones falsas pueden confundir a los investigadores legítimos, que deben vadear densas ecuaciones, pruebas, imágenes y metodologías sólo para descubrir que son inventadas.

Incluso cuando se descubren los artículos falsos -generalmente por detectives aficionados en su tiempo libre-, las revistas académicas suelen tardar en retractarse, lo que permite que los artículos manchen lo que muchos consideran sacrosanto: la vasta biblioteca mundial de trabajos académicos que introducen nuevas ideas, revisan otras investigaciones y discuten hallazgos.

Cuando Adam Day ejecutó el programa Papermill Alarm de su empresa en los 5,7 millones de artículos publicados en 2022 en la base de datos OpenAlex, descubrió un número preocupante de artículos potencialmente falsos, especialmente en biología, medicina, informática, química y ciencia de los materiales. Papermill Alarm señala los artículos que contienen similitudes textuales con falsificaciones conocidas.

Estos documentos falsos están frenando una investigación que ha ayudado a millones de personas con medicamentos y terapias que salvan vidas, desde el cáncer hasta el COVID-19. Los datos de los analistas muestran que los campos relacionados con el cáncer y la medicina están especialmente afectados, mientras que áreas como la filosofía y el arte lo están menos. Algunos científicos han abandonado el trabajo de su vida porque no pueden seguir el ritmo ante la cantidad de documentos falsos que deben rechazar.

El problema refleja una mercantilización mundial de la ciencia. Las universidades, y quienes financian la investigación, llevan mucho tiempo utilizando la publicación regular en revistas académicas como requisito para ascensos y seguridad laboral, dando lugar al mantra «publicar o perecer».

Pero ahora, los estafadores se han infiltrado en la industria editorial académica para dar prioridad a los beneficios sobre la erudición. Equipados con destreza tecnológica, agilidad y vastas redes de investigadores corruptos, están produciendo artículos sobre todo tipo de temas, desde genes oscuros hasta la inteligencia artificial en medicina.

Estos artículos se incorporan a la biblioteca mundial de la investigación más rápido de lo que pueden ser eliminados. Cada semana se publican en todo el mundo unos 119.000 artículos académicos y ponencias en congresos, lo que equivale a más de 6 millones al año. Los editores calculan que, en la mayoría de las revistas, alrededor del 2% de los artículos presentados -pero no necesariamente publicados- son probablemente falsos, aunque esta cifra puede ser mucho mayor en algunas publicaciones.

Aunque ningún país es inmune a esta práctica, es particularmente pronunciada en las economías emergentes, donde los recursos para hacer ciencia de buena fe son limitados y donde los gobiernos, deseosos de competir a escala mundial, impulsan incentivos particularmente fuertes de «publicar o perecer».

Como resultado, existe una economía sumergida en línea para todo lo relacionado con las publicaciones académicas. Se venden autores, citas e incluso directores de revistas académicas. Este fraude es tan frecuente que tiene su propio nombre: «fábricas de artículos», una expresión que recuerda a las «fábricas de trabajos del curso», en las que los estudiantes hacen trampas consiguiendo que otra persona escriba un trabajo de clase por ellos.

El impacto en los editores es profundo. En los casos más sonados, los artículos falsos pueden perjudicar los resultados de una revista. Importantes índices científicos -bases de datos de publicaciones académicas en las que se basan muchos investigadores para realizar su trabajo- pueden excluir de la lista a las revistas que publiquen demasiados artículos dudosos. Cada vez se critica más que los editores legítimos podrían hacer más por rastrear y poner en la lista negra a las revistas y autores que publican regularmente artículos falsos que, a veces, son poco más que frases encadenadas generadas por inteligencia artificial.

El resultado es una crisis profundamente arraigada que ha llevado a muchos investigadores y responsables políticos a reclamar una nueva forma de evaluar y recompensar a académicos y profesionales de la salud en todo el mundo.

Al igual que los sitios web tendenciosos disfrazados de información objetiva están acabando con el periodismo basado en pruebas y amenazando las elecciones, la ciencia falsa está acabando con la base de conocimientos sobre la que se asienta la sociedad moderna.

Avances hacia la equidad de género en la autoría científica: un análisis global de 20 años de datos

Sánchez-Jiménez, Rodrigo, Pablo Guerrero-Castillo, Vicente P. Guerrero-Bote, Gali Halevi, y Félix De-Moya-Anegón. «Analysis of the distribution of authorship by gender in scientific output: A global perspective». Journal of Informetrics 18, n.o 3 (1 de agosto de 2024): 101556. https://doi.org/10.1016/j.joi.2024.101556.

El estudio analiza las contribuciones científicas por género y su impacto desde 2003 hasta 2023, abarcando 212.631,585 autorías indexadas en Scopus. Los resultados muestran avances hacia la equidad de género, con un aumento en las contribuciones de ambos géneros, lo cual indica una tendencia hacia un entorno inclusivo y progresista. Estos hallazgos desafían la percepción inicial de mayor productividad masculina. Las tendencias positivas también se observan en equipos de investigación liderados por mujeres, destacando la correlación entre el equilibrio de género y el liderazgo.

El estudio refleja una convergencia en la participación de autorías masculinas y femeninas a lo largo del tiempo y una disminución en los artículos citables, sugiriendo un estrechamiento de la brecha de productividad, lo cual cuestiona las disparidades de género en las métricas de impacto. Además, el método de clasificación de género permite examinar la distribución de género a nivel de país, revelando que, contrariamente a las suposiciones convencionales, los países en desarrollo están mostrando una evolución notable en las tasas de autoría femenina.

En resumen, el estudio resalta las tendencias positivas hacia la equidad de género y aboga por esfuerzos continuos para promover la diversidad y fomentar una comprensión matizada en el ámbito académico.

Futuros de la ciencia para la política en Europa: escenarios e implicaciones políticas

European Commission, Directorate-General for Research and Innovation, Sarvaranta, L., Bravo-Biosca, A., De Marchi, B. et al., Futures of science for policy in Europe – Scenarios and policy implications, Publications Office of the European Union, 2023, https://data.europa.eu/doi/10.2777/121857

Este informe analiza las tendencias más importantes para el futuro de la ciencia al servicio de las políticas en Europa y los retos y oportunidades que plantean para el desarrollo de ecosistemas científicos al servicio de las políticas en la Unión Europea. En un contexto de creciente protagonismo de la ciencia en los debates públicos y de mayor disposición de los gobiernos a movilizar el asesoramiento científico, el informe explora las tendencias que configuran las prácticas y los procesos de intercambio de información entre los agentes del conocimiento y los responsables políticos, con la intención de elaborar políticas con base científica en Europa, y enmarca importantes retos y oportunidades para los ecosistemas de ciencia y política en la UE.

China está a la cabeza en Ciencias Naturales, mientras que EE.UU. lidera la investigación en Ciencias de la Salud

Springer Nature. (2023). Nature Index Annual Tables 2023. Recuperado de https://group.springernature.com/gp/group/media/press-releases/nature-index-annual-tables-2023/25488532

Las Tablas Anuales 2023 del Nature Index examinan las instituciones y los países que más contribuyeron a la investigación de alta calidad publicada en 2022. Las tablas, publicadas hoy, muestran que en Ciencias Naturales China ha superado a Estados Unidos y ocupa el primer puesto. En Ciencias de la Salud -incluidas por primera vez-, Estados Unidos es el país líder.


Las Tablas Anuales 2023 del Nature Index publicadas recientemente y revelan las instituciones y países que más han contribuido a la investigación de alta calidad publicada en 2022. Según estas tablas, en el campo de las ciencias naturales, China ha superado a Estados Unidos y se ha posicionado en el primer puesto. Por otro lado, en las ciencias de la salud, que han sido incluidas por primera vez en estas tablas, Estados Unidos se posiciona como el país líder.

China ha experimentado un notable ascenso en las Tablas Anuales del Nature Index, pasando del segundo al primer puesto en su contribución global a la investigación en las cuatro categorías de ciencias naturales cubiertas (ciencias físicas, química, ciencias biológicas y ciencias de la Tierra y del medio ambiente). Este cambio se ha medido utilizando la métrica Share, que evalúa la participación relativa de un país en la investigación científica.

China ha logrado un impresionante crecimiento del 21,4% en su puntaje de Share ajustado en comparación con el año anterior, lo que representa el mayor aumento entre los diez países principales de las Tablas Anuales. Este incremento destaca el compromiso y la inversión continuos de China en investigación científica y su capacidad para generar conocimiento de alta calidad en una amplia gama de disciplinas científicas.

La métrica distintiva utilizada en el Nature Index evalúa las contribuciones a las publicaciones de investigación incluidas en su base de datos, teniendo en cuenta la proporción de autores que están afiliados a instituciones específicas. Esta métrica permite medir la participación relativa de las instituciones en la producción científica.

El predominio de China en las categorías de ciencias naturales también queda patente en las tablas institucionales:

  • Seis de las diez primeras instituciones son chinas, junto a dos de Estados Unidos y una de Francia y Alemania, respectivamente.
  • Por undécimo año consecutivo desde la creación del Índice, la Academia China de las Ciencias encabeza la clasificación con una cuota de 2.054 en 2022. Se trata de una ventaja considerable sobre la Universidad de Harvard, que ocupa el segundo lugar con un porcentaje de 813, y la Sociedad Max Planck de Alemania, que ocupa el tercer lugar con un porcentaje de 682.
  • En Ciencias de la Tierra y Medioambientales, la Universidad Sun Yat-sen ha experimentado un crecimiento de más del 50% en la cuota ajustada de 2021 a 2022.
  • Fudan ha experimentado un aumento del 65% en Ciencias Biológicas
  • Y las instituciones chinas ocupan 18 de los 20 primeros puestos en Química.

Aunque la producción investigadora de China ha tomado la delantera a la de Estados Unidos, este país sigue teniendo una presencia dominante en las tablas. Tanto Estados Unidos como China cuentan con 19 instituciones entre las 50 primeras en las categorías de ciencias naturales.

Por primera vez este año, la base de datos Nature Index incluye artículos de 64 revistas médicas para que los usuarios puedan seguir las tendencias en ciencias de la salud*. En este ámbito, Estados Unidos lleva una considerable ventaja, con una cuota de 5.352, que es más de cuatro veces superior a la de China (1.287), en segundo lugar.

  • Quince de las 20 primeras instituciones en la categoría de ciencias de la salud son estadounidenses.
  • La Universidad de Harvard ocupa el primer puesto, con 487 puntos, seguida de los Institutos Nacionales de Salud, en segundo lugar, con 188 puntos.
  • Sólo Canadá, China, Suecia y el Reino Unido figuran junto a instituciones estadounidenses entre las 20 primeras.

A parte de China y Estados Unidos, el panorama mundial es desigual. Constatándose descensos significativos en los países latinoamericanos: Brasil, Chile y México que han registrado grandes caídas en sus cuotas. También se han producido descensos de dos dígitos países como Australia, un 14%, Singapur, un 15%, y Rusia, un 17%»

Objetivos humanistas, contenidos científicos: aportaciones de la historia y la filosofía de la ciencia a la enseñanza de las ciencias

Silva, Ana Paula Bispo da, y Breno Arsioli Moura. Objetivos humanísticos, conteúdos científicos: contribuições da história e da filosofia da Ciência para o ensino de Ciências. EDUEPB, 2019. http://books.scielo.org/id/5dczv.

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El libro pretende presentar nuevos elementos para la investigación en Historia y Filosofía de la Ciencia en la Enseñanza de las Ciencias. Los trabajos aportan nuevas cuestiones filosóficas sobre los modelos y las narrativas de la ciencia; los supuestos culturales de los experimentos y las teorías científicas y su relación con la enseñanza; y, a la inversa, cómo las teorías y los supuestos científicos están presentes en la cultura y la difusión del conocimiento.

Perspectivas de la OCDE sobre ciencia, tecnología e innovación 2021

OECD (2021), OECD Science, Technology and Innovation Outlook 2021: Times of Crisis and Opportunity, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/75f79015-en.

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En las respuestas inmediatas a la crisis del COVID-19, la ciencia y la innovación están desempeñando un papel esencial para proporcionar una mejor comprensión científica del virus, así como para el desarrollo de vacunas, tratamientos y diagnósticos. Tanto el sector público como el privado han invertido miles de millones de dólares en estos esfuerzos, acompañados de niveles de cooperación mundial sin precedentes. Sin embargo, se prevé que la crisis económica que se está produciendo en la actualidad reduzca drásticamente el gasto en investigación e innovación de las empresas, mientras que los gobiernos, cargados de deudas, tendrán que hacer frente a múltiples demandas de apoyo financiero que compiten entre sí. Estos acontecimientos amenazan con causar daños a largo plazo a los sistemas de innovación en un momento en que la ciencia y la innovación son más necesarias para hacer frente a la emergencia climática, cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y acelerar la transformación digital. Los gobiernos tendrán que tomar medidas para proteger sus sistemas de innovación como parte de sus paquetes de estímulo y recuperación, pero también deberían utilizarlos como oportunidades para las reformas. En particular, la política de ciencia, tecnología e innovación (CTI) debería pasar a apoyar una agenda más ambiciosa de transformación del sistema que promueva una transición gestionada hacia futuros más sostenibles, equitativos y resilientes.

La ciencia oculta

 

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La ciencia oculta. Barcelona: Fundación Dr. Antonio Esteve, 2017

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La historia de la ciencia está llena de contribuciones, importantes o no, de cuya autoría no ha quedado huella. También hay, por supuesto, el caso contrario, y nombres como Galileo, Newton, Gauss o Einstein, por mencionar solo unos pocos, casi forman parte del lenguaje de cada día. Si repasamos la lista de los grandes héroes de la ciencia, algo llama la atención: que prácticamente no hay mujeres. Encontramos, naturalmente, el nombre de Marie Curie, pero no nos damos cuenta de que ha habido muchas otras científicas que tuvieron que enfrentarse a todo tipo de dificultades por su condición de mujeres, y que ha comportado que su papel haya quedado difuminado o, incluso, oculto del todo. Esta recopilación pretende sacar a la luz, a modo de ejemplo, la tarea de unas científicas que alcanzaron hitos muy importantes y que, si bien algunas vieron que su trabajo era reconocido universalmente, otras fueron olvidadas o relegadas a una zona de claroscuros de la cual las queremos sacar.

 

Galileo, Newton, Gauss, Einstein. Si repasamos la lista de los grandes héroes de la ciencia, algo llama la atención. Prácticamente no hay mujeres. Encontramos, naturalmente, a Marie Curie, pero desconocemos el nombre de muchas otras científicas que tuvieron que enfrentarse a todo tipo de dificultades para llevar a cabo sus descubrimientos por su condición de mujer. Su trabajo ha quedado difuminado o, incluso, oculto del todo.

Por ello, la Fundación Dr. Antonio Esteve presenta La ciencia oculta, un libro que recopila la trayectoria de quince científicas que alcanzaron grandes hitos en la historia de la ciencia. Si bien algunas vieron reconocido su trabajo universalmente, otras fueron olvidadas o relegadas a una zona de claroscuros que conviene alumbrar. El encargado de hacerlo es Sergio Erill, catedrático de farmacología y patrono de la Fundación Dr. Antonio Esteve, que con esta nueva publicación quiere acercar a todos los públicos la vida y obra de quince ilustres mujeres científicas.

Mediante dos imágenes que a priori no tienen nada en común, cada capítulo nos adentra en la trayectoria científica de mujeres como Hipatia, elemento clave de la comunidad científica de Alejandría, o, más recientemente, Jocelyn Bell, cuyo papel en el descubrimiento del púlsar jamás fue reconocido con el Premio Nobel, que fue a parar a sus compañeros Antony Hewish y Martin Ryle. Fred Boyle, fundador del Instituto de Astronomía de Cambridge y considerado como uno de los científicos más importantes del siglo XX, catalogó el desplante como un robo.

A pesar de las dificultades para llevar a cabo su trabajo, algunas científicas sí lograron por fin su reconocimiento. Es el caso de Mina Fleming (1857-1911), que después de que su marido la dejara, embarazada, con 20 años entró a trabajar como criada en la casa del profesor Edward C. Pickering, director del Harvard College Observatory. Empezó a trabajar en el observatorio haciendo trabajos rutinarios y demostró su talento desarrollando un sistema de clasificación de estrellas basado en su espectro. A lo largo de nueve años, Fleming catalogó más de 10.000 estrellas, a la vez que descubrió 10 novas, 52 nebulosas y 310 estrellas variables. Aunque gran parte de su trabajo se atribuyó a un compañero, Mina Fleming fue nombrada Miembro Honorario de la Royal Astronomical Society en 1906. El cráter Fleming de la Luna nos recuerda su trabajo.

La ciencia oculta se presentó el mes de noviembre de 2017 en Barcelona y Madrid. El acto de presentación de Barcelona tuvo lugar el pasado 16 de noviembre en El Palauet de Barcelona y contó con la presencia de Joaquina Álvarez Marrón, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras & Tecnólogas, y de la periodista Milagros Pérez Oliva.

 

La digitalización de la ciencia, la tecnología y la innovación: principales acontecimientos y políticas

 

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 ‘The Digitalisation of Science, Technology and Innovation. Key Developments and Policies’ Paris: OCDE, 2020

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Este informe examina los efectos de la digitalización en la ciencia, la tecnología y la innovación y las consecuencias asociadas para las políticas. Las tecnologías digitales están cambiando de forma variada y de gran alcance la manera en que los científicos trabajan, colaboran y publican. Al tiempo que examina estos avances, este libro también evalúa los efectos de la digitalización en temas políticos de larga plazo, desde el acceso a los datos de investigación financiados públicamente, hasta la difusión de la tecnología y su absorción por las empresas. También se exploran temas nuevos y emergentes. Entre ellos figuran las funciones de la inteligencia artificial y el blockchain en la ciencia y la producción, la utilización de la tecnología digital para aprovechar la inteligencia colectiva de la comunidad científica, los avances en la digitalización de la biotecnología y los posibles «lados oscuros» de la digitalización.

El capítulo 1 resume los principales temas y lecciones de política examinados en el resto del informe. Proporciona los antecedentes de las preocupaciones políticas más amplias a las que se enfrentan los países de la OCDE. También se introducen temas que no se han examinado en otras partes del informe, en particular en relación con la inteligencia artificial en la ciencia; la utilización de la tecnología digital para impartir conocimientos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; los posibles objetivos de la investigación pública; y la cadena de bloques en la ciencia. En el capítulo también se examinan los posibles usos de la tecnología digital para la formulación y aplicación de políticas, principalmente en relación con diversas formas de inteligencia colectiva. Estas oportunidades esencialmente sin explotar -como los sistemas autoorganizados de asignación de fondos y los mercados de predicción- podrían tener importantes beneficios para la ciencia, la tecnología y la innovación. Invitan a seguir estudiando y, posiblemente, a realizar pruebas piloto.