
Weber, Joseph. «When State Secrets Land in the Hands of University Librarians». Washington Post, 9 de febrero de 2023.
Cuando los archiveros del Bates College revisaron un tesoro de documentos que les había entregado el senador Edmund S. Muskie, ex secretario de Estado y antiguo alumno de Bates, encontraron 98 documentos clasificados que había estado guardando en sus archivos personales. Algunos eran documentos sensibles relacionados con el caso el Iran-contra affair de los años ochenta. Otros contenían información que nunca debería haber salido de unas manos seguras.
Para las personas que trabajan con documentos clasificados, incluidos los archiveros universitarios, estos descubrimientos no eran inusuales. El manejo de esos documentos por parte de antiguos titulares de cargos públicos suele ser descuidado, como han demostrado en los últimos meses los casos del expresidente Donald Trump, el exvicepresidente Mike Pence y el presidente Biden. Y cuando los funcionarios dejan el Gobierno y donan sus documentos para que se guarden en colecciones especiales de archivos universitarios, pueden plantear problemas a los archiveros, que se encuentran con secretos de Estado.
Los funcionarios del gobierno llevan años luchando con este problema. La The Information Security Oversight Office (ISOO) of the U.S. National Archives and Records Administration (NARA) cuenta con procedimientos muy perfeccionados para cuando archiveros universitarios, investigadores u otras personas del público les alertan sobre documentos dudosos.
Cuando los archiveros reciben los documentos, que pueden llenar cientos de cajas, comienzan el laborioso proceso de catalogarlos. Es entonces cuando suelen aparecer los documentos delicados. Los archiveros deben solicitar una revisión de los documentos a la ISOO.