
Ser capaz de acceder y descargar información en un instante es un sello distintivo de la era digital. Sin embargo, gran parte del conocimiento del mundo sigue estando entre las páginas de los libros impresos. El seguimiento de estos volúmenes en bibliotecas es un proceso tedioso, que requiere de una mano de obra intensiva, pero la mejora del acceso a estos recursos invaluables es ahora posible gracias a la tecnología de robot desarrollado en A * STAR1. AuRoSS, es uno de los últimos avances en bibliotecas, se trata de un robót autónoma bibliotecario que escanea las etiquetas RFID y para localizar libros fuera de lugar. Este proyecto automatiza una tarea que requiere de una mano de obra intensiva de inventario y análisis de seguimiento. El sistema robot mejora la productividad y proporciona una monitorización en tiempo real
Información complementaria
Muchos de quienes trabajamos en bibliotecas somos conscientes de que las colecciones de acceso abierto brindan un excelente servicio a los usuarios permitiendo acceder directamente al contenidos y pudiendo curiosear entre las estanterías en busca de alguna sugerencia de lectura en torno a un tema de interés. Sin embargo, especialmente cuando se trata de colecciones grandes, frecuentemente ocurre que los libros terminan descolocados y “perdidos” fuera del lugar que debieran ocupar. Lo que supone un engorro para usuarios y profesionales.
Algunas bibliotecas ya han automatizado parte de este proceso mediante sistemas de Identificación por Radio Frecuencia (RFID). Estos códigos de barras computarizados contienen etiquetas únicas que se pueden escanear estanterías rápidamente utilizando lectores RFID de mano capaces de registrar automáticamente cuando un libro está descolocado, sin embargo estos sistemas todavía se basan en el trabajo manual.
Investigadores del Instituto de A * STAR para la Investigación Infocomm han diseñado unos robots que pueden auto-navegar por la biblioteca de noche escaneando los estantes y generando un informe sobre aquellos libros desaparecidos o fuera de lugar. Esta plataforma robótica llamada Autonomous Robotic Shelf Scanning (AuRoSS) escanea las etiquetas RFID en los libros y produce un informe. Por la mañana, los bibliotecarios “humanos” pueden comprobar los resultados y se pueden ver fácilmente qué libros están en el lugar equivocado y el lugar al que pertenecen. Todavía hay una necesidad de mano de obra humana, pero se invierte mucho tiempo menos y es más eficaz que en la búsqueda manual por todos y cada uno de los estantes en busca de los títulos que están fuera de lugar.
El robot con ruedas utiliza láser y sensores ultrasónicos para guiarle a través de las estanterías con una precisión de un centímetro. Esto lo hace con la ayuda de un brazo de robot que ajusta la antena RFID para mantenerlo dentro de la distancia óptima de la etiqueta de escaneo, ya que si está demasiado atrás se pierde la señal, pero se está demasiado cerca no llegará a la plataforma.

AuRoSS ha sido puesto a prueba en las bibliotecas en Singapur, donde logró hasta un 99 por ciento de precisión, incluso con estantes curvos. Los investigadores dicen que el sistema puede incorporar fácilmente diferentes sensores RFID, incluyendo cámaras, Bluetooth y Wi-Fi, y podría ser adaptado para su uso en almacenes, tiendas de venta al por menor, o en las industrias de MedTech, aeroespaciales y de automoción.
La utilización de robot en bibliotecas también se utilizan para prestar y recoger los libros y otros materiales alojados en el subsuelo, como es el caso de la Universidad de Chicago o de Carolina del Norte donde un “Bot Librarian” realiza esta tarea desde 2011. Entre las tecnologías punta, el campus de Carolina del Norte, atrae la atención incluso de los turistas, los robots que buscan y localizan los libros de la biblioteca con un curioso sistema de almacenamiento similar a los parking de coches que ya vemos en algunas ciudades. Simplemente el usuario introduce su carnet e indica que libro quiere. El sistema en unos minutos le proporciona el documento solicitado.

Sistema robótico de almacenamiento libros de North Carolina State’s Hunt Library.
Otro ejemplo son los cuatro laboratorios de visualización MicroTilles que permiten a los estudiantes y profesores compartir pantallas para colaborar en proyectos complejos que requieren utilizar varias imágenes, documentos, vídeos o sitios web de manera conjunta.

Laboratorios de visualización MicroTilles
Ver además
RFID UHF para bibliotecas
RFID en Bibliotecas. Planeta Biblioteca 2016/02/03
RFID en bibliotecas : monográficos
Recomendaciones para el uso de la RFID en las bibliotecas