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Ādisōke es un ambicioso proyecto conjunto entre Ottawa Public Library y Library and Archives Canada (LAC).

Library and Archives Canada; Ottawa Public Library. “Ādisōke: Ottawa’s new Central Library – Library and Archives Canada joint facility.” Última actualización 2025. https://adisoke.ca/

Ādisōke es un ambicioso proyecto conjunto entre Ottawa Public Library (OPL) y Library and Archives Canada (LAC). La idea es reunir bajo un mismo techo una biblioteca pública moderna y un archivo nacional, combinando colecciones, servicios comunitarios, espacios de estudio, eventos culturales y más servicios.

Ubicado en 555 Albert Street, en la zona de LeBreton Flats, es un edificio de cinco plantas y más de 20.100 metros cuadrados, con un diseño arquitectónico cuidado, sostenible y pensado para servir de punto de encuentro cultural, educativo y social.

El nombre “Ādisōke” significa “contar historias” en la lengua anishinābemowin de la Nación Algonquina —un guiño intencionado al papel de la biblioteca como custodio de historias, memorias y saberes colectivos

Hasta hace poco, se esperaba que la apertura de Ādisōke tuviera lugar en algún momento de 2026. En el transcurso de 2025 se han completado importantes hitos de la construcción: el techo de madera característico ya está terminado, y actualmente se trabaja en el interior —instalación de mobiliario, equipamiento y acabados. No obstante, según informes recientes citados por medios, el proyecto ya no se abrirá en 2026 como se planificó. Las obras presentan demoras atribuibles a contratistas, y aunque las autoridades indican que el proyecto no está en peligro, no han dado una nueva fecha concreta de apertura.

Cuando abra, Ādisōke será mucho más que una biblioteca tradicional: ofrecerá espacios modernos de lectura y estudio, laboratorios creativos con tecnologías avanzadas, salas para eventos, zonas para exposiciones culturales e históricas —incluyendo una destacada atención a las historias indígenas y canadienses—, y acceso compartido a las colecciones de OPL y LAC. Se espera que se convierta en un lugar de encuentro para la comunidad, con servicios bilingües (inglés/francés), actividades para todas las edades y una oferta amplia de recursos para investigación, cultura, aprendizaje y desarrollo personal.

Más allá de su tamaño y modernidad, Ādisōke representa un compromiso con la inclusión, la memoria colectiva y el reconocimiento de las culturas indígenas. El nombre y la participación de comunidades algonquinas en su diseño apuntan a un gesto simbólico y real de reconciliación cultural, respeto y apertura hacia la diversidad.

Además, este tipo de infraestructuras son consideradas “infraestructura social transformadora”: contribuyen a fortalecer el tejido comunitario, fomentar el acceso al conocimiento, la cultura y los servicios públicos de calidad —y pueden convertirse en un motor para la cohesión social y la participación ciudadana.

La Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España: un tesoro circular en Madrid

©IPCE

La Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España: un tesoro circular en Madrid

Por Paula Sánchez García y Jaime Miranda Córdova

En la Ciudad Universitaria de Madrid se emplaza una joya para amantes del patrimonio y la restauración: la Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Allí se combina historia, arquitectura y un fondo bibliográfico muy especializado que la convierte en una visita imprescindible para investigadores y curiosos por igual.

La corona

El edificio del IPCE, diseñado por Fernando Higueras y Rafael Moneo en los años 60 (este último, sustituido por Antonio Miró), es un icono del brutalismo español. Su estructura de hormigón armado y formas geométricas le han valido el apodo de “la corona de espinas”, aunque los que trabajan allí prefieren llamarlo “la corona de diamantes”.

©Revista AD

La biblioteca ocupa el corazón del edificio, en un espacio originalmente destinado a un jardín. Su planta circular, de las primeras en España, se integra perfectamente en el diseño arquitectónico. Además, la luz del sol penetra por una gran claraboya central, creando un ambiente cálido pese a la sobriedad brutalista del edificio.

Un fondo bibliográfico de referencia

La biblioteca del IPCE es la más importante en lengua castellana especializada en conservación y restauración de patrimonio cultural. Su fondo original surgió de la fusión, en 1990, de las instituciones precursoras del IPCE y en su catálogo, disponible online, podemos encontrar:

  • Unos 50.000 volúmenes y 1.700 títulos de revistas especializadas. Cuenta con monografías, catálogos de exposiciones, actas de congresos, fondo antiguo y material audiovisual, entre otros. También tiene una gran colección de folletos y guarda catálogos de subastas desde mucho antes de que fuera obligatorio llevarlos al depósito legal.
  • Disciplinas como escultura, pintura, fotografía, arquitectura, dibujo, grabado, tejidos, arqueología, historia del libro y del papel, etnografía, cerámica, artes decorativas, metales, numismática, biología, cuero, plásticos, madera, vidrios, gestión cultural, jardines, museografía y patrimonio inmaterial, entre otros.
  • Publicaciones propias del IPCE, como la revista completa de Informes y Trabajos, y joyas bibliográficas, especialmente, entre su fondo antiguo.

Servicios y organización

Atendida por un equipo de cuatro personas, la biblioteca da servicio principalmente a usuarios internos, ofreciendo:

  • Préstamo de ejemplares (solo para el personal)
  • Consulta en sala y reproducción de documentos
  • Información bibliográfica
  • Formación de usuarios
  • Préstamo interbibliotecario con bibliotecas nacionales e internacionales de cualquier tipología
  • Intercambio de publicaciones
  • Boletín de sumarios de revistas impresas
  • Bibliografías de los cursos del Plan de Formación del IPCE

Su catálogo está integrado en BIMUS, la Red de Bibliotecas de Museos del Ministerio de Cultura, BIBLESPAGE, el Catálogo de las Bibliotecas Especializadas de la Administración General del Estado, y Art Discovery Group Catalogue, el mayor catálogo internacional que agrupa a bibliotecas de arte. También está en Worldcat, uno de los catálogos colectivos con mayor difusión internacional.

Algunas curiosidades

  • El edificio y todo el mobiliario (incluida la biblioteca) fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2001, por primera vez en vida de uno de sus autores
  • El mobiliario es de madera de pino de Oregón (EEUU), lo que aporta calidez al espacio
  • El fondo incluye dos legados: las donaciones de gran cantidad y variedad de fondo bibliográfico de Leonardo Villena Pardo y José Lino Vaamonde
  • En su interior existen unos filtros HEPA de aspecto futurista que siempre llaman la atención de los visitantes.
  • Ha aparecido en series como La monja guerrera, 30 monedas, Legado o Celeste, en películas como La piel que habito de Pedro Almodóvar y en programas de TVE, como el resumen de fin de año 2023 de Carlos del Amor.
  • Existe una sucursal en la Escuela de Patrimonio Histórico de Nájera (La Rioja), ampliando el acceso a sus fondos.

Entre los objetos más curiosos de la biblioteca está la enorme mesa negra redonda del centro, inamovible desde el día que se instaló.

Acceso y visitas

Es una biblioteca de acceso público (no existe el préstamo domiciliario). Puede acceder cualquier persona para el estudio, consulta e investigación de los fondos bibliográficos que alberga, previa cita; y se puede visitar todos los jueves laborales del año por la mañana.

Datos de contacto

Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España

Calle Pintor El Greco, 4 28040 Madrid
Horario: de lunes a viernes de 9 a 14h
Teléfono: 91 5504439
Email: ipce.biblioteca@cultura.gob.es

Página web: https://ipce.cultura.gob.es/documentacion/biblioteca.html

¿Por qué están desapareciendo los espacios silencios en las bibliotecas?

Gioia, Ted. “Why Are Quiet Spaces Disappearing?The Honest Broker (blog), July 26, 2025.

Se analiza cómo los espacios silenciosos están desapareciendo y qué consecuencias tiene esta pérdida en nuestra vida cotidiana.

El autor comienza relatando la experiencia de un amigo que viaja en los trenes Amtrak y aprovecha el llamado Quiet Car, donde las normas establecen hablar en voz baja, prohibir llamadas telefónicas y usar dispositivos electrónicos solo con auriculares a volumen reducido. Sin embargo, en la práctica, este espacio no siempre es silencioso y muchas veces resulta tan ruidoso como el resto del tren. Gioia conecta este ejemplo con un fenómeno más amplio: la desaparición de la tranquilidad en lugares donde antes se consideraba esencial. Museos y bibliotecas, antaño santuarios de silencio, ahora están llenos de ruido. Los museos se convierten en espacios bulliciosos, con niños jugando y familias conversando en voz alta. Las bibliotecas, que durante décadas eran templos de quietud vigilados por bibliotecarios que imponían el silencio, se han transformado en centros sociales que incluyen cafeterías y zonas de reunión, promoviendo deliberadamente la interacción antes reprimida.

El autor sugiere que uno de los factores que ha acelerado este cambio es la pandemia. Durante el confinamiento se modificaron las normas sociales y, al regresar a los espacios compartidos, muchas personas olvidaron o ignoraron las reglas de cortesía: llamadas en altavoz, música sin auriculares, reuniones grabadas sin cuidado. Gioia compara esta situación con la teoría de las “ventanas rotas”: cuando un espacio se percibe como desordenado o ruidoso, la falta de respeto se multiplica rápidamente. La consecuencia es que los espacios públicos que antes eran refugios de silencio hoy están contaminados por el ruido constante.

Ante este panorama, Gioia plantea la necesidad de buscar refugios alternativos. En la vida urbana, los lugares más accesibles son los privados: cerrar la puerta de una habitación, aislarse en un baño o, para quienes tienen recursos, retirarse a espacios naturales como bosques, montañas o jardines. Sin embargo, advierte que estos entornos suelen ser limitados o costosos, por lo que propone recuperar o reinventar espacios de contemplación, como ermitas modernas o centros de relajación, que ofrezcan la posibilidad de “chill out” sin presiones comerciales. Incluso lo sugiere como una oportunidad de negocio y, al mismo tiempo, como una reivindicación cultural que puede empezar en instituciones no lucrativas como bibliotecas y museos.

Las reacciones de la comunidad refuerzan este diagnóstico. Un trabajador de biblioteca comenta que, aunque existen áreas silenciosas, en la mayoría de los espacios los niveles de ruido varían y muchos bibliotecarios evitan pedir silencio por miedo a confrontaciones. Otros usuarios señalan que las bibliotecas se han convertido en centros comunitarios, supliendo la falta de “terceros espacios” gratuitos, lo que ha hecho que el silencio deje de ser prioridad. Entre los comentarios predomina la nostalgia por la cultura del “shushing” (onomatopeya “shhh”) y la frustración por la pérdida de zonas de calma en la vida urbana.

Library Design Showcase: las bibliotecas nuevas y renovadas más impresionantes del año

Morehart, Phil. 2025. “2025 Library Design Showcase: The Year’s Most Impressive New and Renovated Libraries.American Libraries, September 2, 2025. https://americanlibrariesmagazine.org/blogs/the-scoop/2025-library-design-showcase

Library Design Showcase 2025 celebra las bibliotecas más impresionantes inauguradas o renovadas en Norteamérica. Este año destacan proyectos que reafirman a la biblioteca como “tercer espacio” de encuentro, aprendizaje y crecimiento comunitario, con diseños que integran sostenibilidad, inclusión, historia local y cultura.

Estas construcciones y remodelaciones representan una amplia gama de presupuestos, geografías y estilos. Desde impresionantes atracciones turísticas hasta edificios reutilizados de forma creativa, como una antigua oficina de correos y una pizzería, estas propuestas satisfacen las necesidades de los usuarios de formas encantadoras y sorprendentes.

Algunas bibliotecas sobresalen por su accesibilidad y servicios comunitarios. Oceanside (Nueva York) modernizó accesos, ascensores y espacios inclusivos, sumando áreas para STEM, cocina, manualidades y café. En Ohio, la Biblioteca Principal de Cincinnati transformó su sede en un centro cultural con un atrio central, escaleras artísticas que celebran la herencia musical local y plazas abiertas a la ciudad. San Diego inauguró la Pacific Highlands Ranch Library, inspirada en su pasado agrícola y conectada a un paseo público con espacios interiores y exteriores para eventos.

Otras ponen el foco en el patrimonio y la memoria. La Clark Family Branch de St. Louis creó un centro de genealogía con pantallas interactivas y laboratorio de memoria digital. En Colorado, la biblioteca Samuel Freudenthal renovada integra espacios de estudio, museo arqueológico y un makerspace. Denver remodeló su Central Library para atraer turismo cultural, destacando una sala con vistas panorámicas y un vestíbulo reimaginado como marcador visual.

La sostenibilidad es clave en varias sedes. El Donelson Branch de Nashville combina diseño moderno con sistemas geotérmicos, paneles solares y señalización inclusiva en varios idiomas. Chabot College (California) inauguró un gran centro con certificación LEED Gold y espacios de aprendizaje colaborativo. La Redmond Library (Oregón) funciona al 100% con energía solar y utiliza madera laminada para reducir emisiones, además de ofrecer laboratorios creativos como estudios de pódcast.

También se destacan proyectos que honran culturas indígenas. La Universidad de Victoria (Canadá) expandió su biblioteca con obras de artistas indígenas y mapas históricos colaborativos. El Centro Labriola en Arizona State University se transformó en un espacio de conocimiento indígena con salas de estudio, murales y un moderno auditorio para eventos culturales.

Algunas bibliotecas celebran figuras e identidades locales. La Martin Luther King Jr. Library de Atlanta se reinventó como un espacio vibrante y multifuncional. En Houston, una antigua oficina postal se convirtió en la Shannon Walker Neighborhood Library, con áreas para todas las edades, un café, estudios creativos y un diseño luminoso que cambia con la luz del día.

Finalmente, se muestran ejemplos de reaprovechamiento radical y creatividad comunitaria. En Spicewood (Texas), una antigua pizzería fue reconvertida en biblioteca, manteniendo su carácter con mesas y un ventanal de recogida. En Austin, la McCallum High School transformó su biblioteca con un presupuesto mínimo gracias a donaciones, murales estudiantiles y mobiliario reciclado, logrando un espacio cálido y acogedor por apenas 200 dólares.

Arquitectura responsable: Proyectos SEIS: equipamiento sociocultural

Carcelén González, Ricardo, coord. Arquitectura responsable: Proyectos SEIS. Curso 2024/2025. ETSAE/UPCT. Cartagena: Universidad Politécnica de Cartagena, 2025. .

Texto completo

La publicación recoge los resultados de la asignatura Proyectos 6 durante el curso académico 2024-2025. El 10 de agosto de 2001, las palas demolieron el convento de las Siervas de Jesús, un edificio proyectado por el arquitecto cartagenero Francisco de Paula Oliver Rolandi en 1906. A pesar de haber superado una inundación en 1919 y los bombardeos de la Guerra Civil, el inmueble no pudo resistir la desidia, el abandono y la dejadez de la Administración Pública. Antes de su demolición, el edificio albergó diversos usos, tales como residencia de jinetes, juzgados, local de ensayos, servicio de aguas, Policía Municipal y Brigada de Seguridad. Hoy, el lugar es un espacio de oportunidad en pleno centro de la ciudad de Cartagena, en la calle Ángel Bruna, frente al Cuartel de Artillería y a la Muralla de Carlos III.

Aunque el planeamiento urbanístico actual prevé un uso dotacional para esta parcela, que debería conducir a la futura construcción de un edificio de uso hotelero, el destino final del terreno no está claro, como evidencian los recientes movimientos relacionados con la propiedad, que buscan una recalificación para construir una residencia privada de ancianos.

Ante esta situación, se propone a los estudiantes de Proyectos SEIS un ejercicio de investigación y reflexión para valorar la pertinencia de proyectar en este lugar un edificio de carácter público, concretamente un equipamiento sociocultural, con los siguientes usos: biblioteca, formación, espacio social, salón de actos, cafetería y un uso adicional que los estudiantes deberán definir y justificar.

Esta publicación recoge el planteamiento de la asignatura Proyectos 6, donde se expone el proyecto docente realizado por el profesorado y se presenta una muestra representativa de propuestas elaboradas por los estudiantes durante el primer cuatrimestre del curso académico 2024-2025, seleccionando seis trabajos destacados. Los proyectos presentados son: Dos Miradas, Dos líneas, un espacio abierto, Oculta2, Cultura y tecnología, en armonía y Tres en uno.

Con esta publicación se da continuidad a la colección de publicaciones Proyectos SEIS, que alcanza ya los 10 volúmenes publicados: Situaciones transitorias (curso 2015-2016); Paisajes alterados (curso 2016-2017); Cultura para repensar la ciudad (curso 2017-2018); Conexiones vitales (curso 2018-2019); Ocio litoral (curso 2019-2020); Arquitectura de confinamiento (curso 2020-2021); Reducir, Reutilizar, Reciclar (curso 2021-2022); Cicatrices Urbanas (curso 2022-2023); Arquitectura Oportuna (curso 2023-2024) y Arquitectura Responsable (2024-2025).

La impresión de esta publicación está financiada por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Edificación de la UPCT, al amparo de la convocatoria de ayudas a publicaciones y exposiciones del curso 2024-2025.

Las bibliotecas de la Universidad Mcgill inauguran un centro de colecciones innovador: una nueva era en la conservación y recuperación sostenible de libros

«McGill University Libraries Unveil Game-Changing Collections Centre: A New Era in Sustainable Book Preservation and Retrieval», Newsroom, accedido 7 de octubre de 2024, https://www.mcgill.ca/newsroom/channels/news/mcgill-university-libraries-unveil-game-changing-collections-centre-new-era-sustainable-book-360169.

«Bibliotecas de la Universidad McGill Inauguran un Centro de Colecciones Innovador: Una Nueva Era en la Conservación y Recuperación Sostenible de Libros»

El 1 de octubre de 2024, la Universidad McGill inauguró su nuevo Centro de Colecciones, un hito histórico como su primer proyecto de diseño y construcción, que establece un nuevo estándar en conservación y sostenibilidad en Quebec. Ubicado en Valleyfield, el centro ocupa 4.200 metros cuadrados y cuenta con un revolucionario sistema automatizado de recuperación que puede almacenar 2.38 millones de libros. Esta instalación utiliza el sistema AutoStore©, convirtiendo a las bibliotecas de McGill en las únicas del mundo en emplear esta tecnología para el almacenamiento y recuperación de libros.

El centro será el nuevo núcleo del servicio de recuperación y entrega de libros de McGill, albergando materiales antiguos y significativos que son menos frecuentemente consultados. Esta iniciativa reafirma el compromiso de McGill de preservar y facilitar el acceso a sus valiosas colecciones, al tiempo que libera espacio en las estanterías del campus para fomentar entornos colaborativos de estudio e investigación.

La sostenibilidad es un pilar fundamental del Centro de Colecciones, que ha recibido la certificación LEED Gold por su compromiso con la conservación de energía, la reducción del uso de agua y el impacto ambiental mínimo. El sistema automatizado, que opera con seis robots, es extremadamente eficiente energéticamente. Además, el edificio cuenta con medidas avanzadas para prevenir infiltraciones de agua, inundaciones y incendios, asegurando la protección de las colecciones de McGill.

Guylaine Beaudry, Decana de Bibliotecas de McGill, destacó que este proyecto transformador garantiza que el conocimiento acumulado desde 1845 permanezca accesible para la comunidad actual y las futuras generaciones. La inauguración del Centro representa un paso importante en la estrategia de sostenibilidad y cambio climático de la universidad.

La Biblioteca de la Ciudad de Pekín abre oficialmente en el nuevo subcentro emergente de la ciudad

Beijing City Library officially opens in the city’s emerging sub-center
Snohett. 26 February 2024

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La Biblioteca de la Ciudad de Pekín ha abierto sus puertas a los visitantes como el espacio de lectura climatizado más grande del mundo. Es la última innovación del estudio de arquitectura Snøhetta en la tipología de bibliotecas, treinta y cinco años después de que proyectaran la Bibliotheca Alexandrina en Egipto. Un lugar contemporáneo para el aprendizaje, el intercambio de conocimientos y la socialización en la rica escena cultural e intelectual de Pekín.

La nueva biblioteca está ubicada en el Distrito de Tongzhou, un subcentro designado de Pekín. Como uno de los tres nuevos edificios culturales principales en esta puerta oriental, la Biblioteca de la Ciudad de Pekín establece aún más el área como un distrito vibrante en sí mismo y una extensión del tejido urbano de Pekín. Ancla el ambicioso plan maestro del vecindario y ayudará a catalizar su transformación de un área relativamente subdesarrollada en un destino de arte y cultura animado.

A lo largo de la Biblioteca de la Ciudad de Pekín, hay espacios dedicados para exposiciones, actuaciones, conferencias y la restauración de libros antiguos. En el corazón de la biblioteca se encuentra un amplio foro de bienvenida de casi 16 metros de altura, desde el cual se elevan terrazas escalonadas a lo largo de curvas suaves y rítmicas. Las colinas escalonadas crean una forma de terreno interior esculpida que sirve como suelo, asientos y estanterías: una zona informal con oportunidades para relajarse, hablar o leer en silencio, todo mientras se mantiene conectado con el espacio más grande. Las áreas de lectura semiprivadas y las salas de conferencias están incrustadas en las colinas, mientras que las pilas de libros y los asientos de mesa se colocan en áreas largas y planas en la parte superior.

El proyecto es tanto un protector de su entorno como de las comunidades a las que sirve. Rethinks cómo las bibliotecas de hoy pueden abordar los desafíos climáticos apremiantes al incorporar tecnología de vanguardia para mejorar la experiencia del visitante. El edificio ha logrado el GBEL Tres Estrellas de China, el más alto estándar de sostenibilidad alcanzable en el país, al minimizar tanto el carbono incorporado como el operativo.

Cómo aprovechar los espacios exteriores al aire Libre en bibliotecas

El aprovechamiento de los espacios exteriores al aire libre en bibliotecas es una estrategia cada vez más importante para enriquecer la experiencia de los usuarios y fomentar la participación de la comunidad

Las bibliotecas desempeñan un papel fundamental como aliadas de la comunidad al evaluar las necesidades presentes y futuras, cubriendo de manera proactiva las brechas existentes en el tejido comunitario. A menudo, las bibliotecas pasan por alto un recurso clave en su conjunto de herramientas: los espacios exteriores. A lo largo de la historia, los edificios de las bibliotecas han incorporado áreas al aire libre, a menudo para resaltar la importancia del edificio y contribuir a la estética del lugar. Bibliotecas de todas las dimensiones y en todas las condiciones climáticas pueden aprovechar sus espacios exteriores para cumplir con su misión y brindar servicios de manera efectiva a sus comunidades. Al darle un giro a la biblioteca y considerar sus espacios al aire libre, pueden aumentar el espacio disponible para la oferta de servicios y agregar una serie de beneficios para los usuarios.

Los espacios al aire libre en las bibliotecas pueden ser valiosos activos para la comunidad, fomentando la educación, la cultura y el compromiso cívico. Además de ser una excelente manera de ampliar nuestra perspectiva y fomentar la innovación en cualquier espacio, ya sea para adolescentes, adultos mayores, niños, espacios al aire libre, etc. Cada biblioteca es diferente y cada comunidad es diferente. Se intenta tener en cuanta cada idea, ya sea buena, regular o mala, de manera equitativa. Aspectos como el mantenimiento y el apoyo en jardinería, la zona climática, etc., son factores que influyen. ¿Estás construyendo un espacio para una, dos, tres o cuatro estaciones del año? Hay muchos detalles, pero esos detalles no deben restringir nuestra imaginación de inmediato.

Aquí hay algunas ideas para aprovechar al máximo estos espacios:

  1. Zonas de lectura al aire libre: Proporciona áreas con asientos cómodos, sombra y mobiliario adecuado para la lectura al aire libre. Agrega estanterías o estaciones de intercambio de libros para que los visitantes puedan acceder a lecturas al aire libre.
  2. Zonas de estudio y trabajo: Proporciona espacios al aire libre con acceso a Wi-Fi donde las personas puedan estudiar, trabajar o realizar actividades de grupo, como reuniones o clases al aire libre.
  3. Programación al aire libre: Organiza eventos, charlas o talleres al aire libre, como cuentacuentos, clubes de lectura o clases de yoga. Estos eventos pueden atraer a una audiencia diversa y crear un ambiente acogedor.
  4. Espacios de juego: Instala áreas de juego para niños, que pueden incluir juegos de ajedrez gigantes, juegos de mesa o áreas de juego más tradicionales, como columpios y toboganes.
  5. Jardines y áreas verdes: Crea jardines y espacios verdes donde los visitantes puedan relajarse y disfrutar de la naturaleza. Puedes incluir bancos, senderos, áreas para picnic y áreas de contemplación.
  6. Arte al aire libre: Exhibe obras de arte al aire libre o fomenta la creación artística en espacios al aire libre. Esto puede incluir esculturas, murales o espacios para que los artistas locales muestren su trabajo.
  7. Eventos comunitarios: Organiza eventos comunitarios, como ferias de libros, mercados de agricultores o conciertos al aire libre en los terrenos de la biblioteca para atraer a una amplia audiencia y fortalecer los lazos con la comunidad.
  8. Sostenibilidad: Integra prácticas sostenibles en el diseño y mantenimiento de los espacios exteriores. Puedes incluir huertos comunitarios, compostaje y programas educativos sobre sostenibilidad.
  9. Accesibilidad: Asegúrate de que los espacios exteriores sean accesibles para personas de todas las edades y habilidades. Esto incluye rampas, pasarelas accesibles y áreas de juego inclusivas.
  10. Colaboración: Colabora con otras organizaciones locales, como parques, escuelas o grupos comunitarios, para maximizar el uso y la promoción de los espacios exteriores de la biblioteca.

Tener una conexión con el exterior desde el interior del edificio también puede tener innumerables beneficios para la salud. Estudios han demostrado que una conexión visual con el exterior aumenta la concentración y la productividad, y proporciona una sensación de bienestar. Espacios con acceso a luz natural pueden tener beneficios rejuvenecedores para los usuarios y el personal de la biblioteca.

Por lo tanto, fomentar estilos de vida saludables comienza dentro de la biblioteca y se extiende hacia el exterior. Las mesas de trabajo de altura ajustable son comunes en las salas de trabajo del personal y pronto también lo serán en áreas públicas. Para visitas largas a la biblioteca, este tipo de espacios de trabajo pueden ayudar a que la sangre circule y prevenir problemas de espalda y cuello.

Las ubicaciones con más espacio verde pueden albergar jardines comunitarios, apoyando el consumo de alimentos nutritivos y no procesados. Senderos para caminar bien iluminados y conexiones convenientes con parques y rutas circundantes que incrementan el atractivos bibliotecas.

La biblioteca también puede convertirse en un centro de actividades creativas tanto en el interior como en el exterior, simplemente dedicando algo de espacio y proporcionando acceso a la electricidad. Las bibliotecas urbanas pueden dar uso a aceras y patios. La visibilidad para los transeúntes aumentará el interés por la biblioteca y reforzará la institución como un activo comunitario relevante y actual.

Project for Public Spaces describe los grandes lugares públicos como lugares accesibles, limpios, atractivos, seguros y cómodos que apoyan actividades, donde se reúnen personas de todas las edades. Si la biblioteca ofrece una variedad de opciones (a la sombra, soleadas, privadas y comunales) y una fuerte señal Wi-Fi al aire libre, diversos grupos utilizarán las zonas de asientos exteriores para trabajar, reunirse y trabajar en proyectos, así como para leer y contemplar.

¿Tiene el edificio de su biblioteca una gran pared exterior anodina? La Biblioteca Pública de Rice Lake aprovechó al máximo la pared en blanco de su edificio convirtiéndola en una sala de proyecciones al aire libre. Otras bibliotecas construyen patios fuera de las salas polivalentes, lo que permite que las recepciones y reuniones se extiendan al exterior en los días agradables. Las competiciones de construcción de muñecos de nieve o los concursos artísticos pueden unir a la comunidad. La biblioteca ocupa un lugar único en la sociedad, y conectar con los miembros de la comunidad a un nivel puramente lúdico refuerza la percepción de la biblioteca como un lugar seguro para todos y un activo importante en la comunidad.

Todos estos ejemplos ofrecen formas de aprovechar los espacios y actividades al aire libre, así como de reforzarlos en el diseño de la biblioteca descubriendo nuevas formas de utilizarlos, las bibliotecas pueden prestar servicios únicos y llegar a sus comunidades.

Fuente: Lesneski, Traci. «Why Outdoor Spaces Are Essential for Libraries». Http://Demcointeriors.Com (blog), 3 de agosto de 2016. https://www.demcointeriors.com/blog/why-outdoor-spaces-are-essential-for-the-21st-century-library/.

Diseño Centrado en el Usuario en la planificación de bibliotecas y servicios

El Diseño Centrado en el Usuario en bibliotecas se basa en la premisa de que los servicios y recursos deben evolucionar para satisfacer las necesidades cambiantes de la comunidad de usuarios. Al adoptar este enfoque, las bibliotecas pueden mejorar la satisfacción de los usuarios y aumentar su relevancia en un entorno de información en constante evolución.

El Diseño Centrado en el Usuario (DCU), también conocido como User-Centered Design (UCD) en inglés, es un enfoque de diseño que pone al usuario final en el centro de todo el proceso de diseño

El Diseño Centrado en el Usuario (DCU) es un enfoque de diseño que se utiliza en bibliotecas y otros contextos para crear servicios, espacios y recursos que se adaptan a las necesidades y preferencias de los usuarios. El objetivo principal del DCU es mejorar la experiencia del usuario y garantizar que los servicios y recursos de la biblioteca sean útiles, accesibles y satisfactorios para aquellos que los utilizan.

A continuación, se presentan algunos principios clave del Diseño Centrado en el Usuario en bibliotecas:

  1. Investigación de usuarios: El primer paso en el DCU es comprender las necesidades y expectativas de los usuarios. Esto implica llevar a cabo investigaciones, encuestas, entrevistas y observaciones para obtener información valiosa sobre cómo los usuarios interactúan con la biblioteca y qué problemas o desafíos enfrentan.
  2. Prototipado y pruebas: Con base en la investigación de usuarios, se desarrollan prototipos de servicios o espacios de biblioteca. Estos prototipos se prueban con usuarios reales para evaluar su efectividad y recopilar comentarios. Esta retroalimentación se utiliza para realizar mejoras y ajustes antes de implementar los cambios a gran escala.
  3. Diseño inclusivo: El DCU se centra en la inclusión y la accesibilidad. Se busca asegurar que todos los usuarios, independientemente de su edad, habilidades, nivel de familiaridad con la tecnología o necesidades especiales, puedan utilizar y beneficiarse de los servicios de la biblioteca.
  4. Personalización y flexibilidad: Se busca proporcionar opciones y flexibilidad para que los usuarios puedan adaptar los servicios y recursos de la biblioteca a sus necesidades individuales. Esto puede incluir la personalización de la experiencia en línea, la elección de formatos de materiales y la configuración de espacios de estudio.
  5. Diseño de espacios: El DCU también se aplica al diseño de espacios físicos de biblioteca. Se busca crear espacios acogedores, funcionales y versátiles que se adapten a las actividades y preferencias de los usuarios. La disposición de mobiliario, la iluminación, la señalización y otros elementos se diseñan pensando en el usuario.
  6. Evaluación continua: El DCU es un proceso continuo que involucra la recopilación constante de comentarios y datos de los usuarios. Las bibliotecas utilizan estos datos para evaluar la efectividad de los cambios implementados y para realizar ajustes en función de la retroalimentación de los usuarios.
  7. Colaboración interdisciplinaria: En el DCU, se fomenta la colaboración entre diferentes departamentos de la biblioteca y con expertos externos, como diseñadores de experiencia de usuario (UX) y arquitectos, para garantizar que el diseño esté informado por diversas perspectivas.

Orientaciones para la creación e implementación de Salas de Lectura

Orientaciones para la creación e implementación de Salas de Lectura. Gobierno de Colombia, 2016

Texto completo

El propósito del presente texto es brindar información, orientaciones técnicas y recomendaciones concretas a promotores de lectura (agentes educativos, madres comunitarias, directivos de centros de atención integral, agentes culturales, voluntarios y otras personas que trabajen directamente con los niños en las Salas), autoridades municipales (secretarios de educación y cultura, directivos de secciones de atención a primera infancia y personal asociado a la operación y seguimiento de las Salas) y tomadores de decisiones para la implementación de las Salas de Lectura para la primera infancia en Colombia (gestores de recursos, fundaciones, representantes de convenios de operación coresponsable y redes de nodos de atención a primera infancia en espacios convencionales y no convencionales, entre otros), con el fin de contribuir a garantizar el ejercicio y disfrute de los derechos culturales de los niños en estas Salas de Lectura para la primera infancia, desde su concepción hasta los seis años de edad, en correspondencia con la normatividad vigente.