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Se vende la autoría: Nature investiga cómo funcionan las fábricas de papel

Ro, Christine, y Jack Leeming. “Authorship for Sale: Nature Investigates How Paper Mills Work.” Nature, 9 de junio de 2025. https://doi.org/10.1038/d41586-025-01824-3.

Más sobre Paper Mills

Se examina el oscuro negocio de las «paper mills» o «fábricas de artículos científicos», empresas dedicadas a fabricar investigaciones falsas o a vender plazas de autoría en artículos académicos ya aceptados para publicación.

Estas prácticas han proliferado en parte por la presión creciente que sufren investigadores, especialmente en países donde las evaluaciones profesionales y académicas dependen del número de publicaciones en revistas indexadas. Investigadores de todo el mundo, desde Arabia Saudí hasta Kazajistán o China, han recurrido a estas compañías para engrosar su currículum, muchas veces sin haber escrito ni una línea del trabajo.

El artículo presenta el caso de “Omar”, un profesor asistente en Arabia Saudí, que pasó de tener 2 publicaciones científicas a 20 en apenas un año. Para lograrlo, Omar compró coautorías en artículos sobre inteligencia artificial aplicada a la medicina, sin revisar siquiera el contenido. En muchos casos, el proceso era completamente automatizado: le ofrecían aparecer como coautor en artículos ya aceptados por revistas, previo pago de entre 20 y 400 dólares. Omar justifica su decisión alegando que, si no lo hacía, perdería su trabajo, una presión compartida por muchos profesionales del ámbito académico y sanitario.

Las paper mills operan con métodos cada vez más sofisticados. Algunas venden directamente coautorías en artículos ya aceptados, otras generan investigaciones falsas desde cero. Emplean tecnologías como imágenes creadas por inteligencia artificial, evitan los plagios detectables y simulan revisiones por pares con perfiles falsos. Empresas como International Publisher LLC (con sede en Rusia) han recaudado millones en pocos años vendiendo estas plazas de autoría. Se estima que toda esta industria podría mover cientos de millones de dólares anualmente, lo que revela un problema de escala global.

Las consecuencias de esta práctica son graves. Un análisis muestra que los centros con mayor número de retractaciones en publicaciones científicas están en su mayoría en China, donde muchos hospitales han sido señalados por artículos fraudulentos. La presión sobre médicos, enfermeras y docentes para publicar artículos es tan fuerte que muchos ven estas prácticas como su única vía de progreso. Investigadores de universidades chinas han confirmado que, si no publican con frecuencia en revistas del Web of Science, no pueden acceder a becas, ascensos o incluso mantener su empleo.

El fraude también se apoya en tácticas como el uso de frases extrañas y mal traducidas (como “subterranean insect settlement” para referirse a una colonia de hormigas), o la inclusión de referencias duplicadas y sin sentido. Estas señales han servido a investigadores como Anna Abalkina y Dorothy Bishop para destapar cientos de artículos fraudulentos, que han sido retractados tras revelarse pagos por coautoría. En Kazajistán, autores han admitido pagar hasta 1500 dólares, incluso recurriendo a préstamos personales, para figurar en artículos que nunca escribieron.

Muchos de los autores involucrados alegan que no sabían que estaban participando en una práctica fraudulenta. Algunos creen que pagaron solo por servicios de traducción o asesoramiento editorial, sin darse cuenta de que las empresas se encargaban de manipular todo el proceso: desde sugerir revisores falsos hasta responder en su nombre a las revisiones editoriales. Sin embargo, las editoriales científicas insisten en que los autores son responsables de verificar la integridad de los trabajos en los que aparecen como firmantes.

A pesar de algunos esfuerzos por parte de editoriales y grupos de vigilancia para detectar y frenar esta corrupción en la publicación científica, el problema parece difícil de erradicar mientras persista un sistema que recompensa más la cantidad de publicaciones que la calidad o la integridad del trabajo. El reportaje concluye que, sin una reforma estructural del sistema académico y sin reducir la presión por publicar a toda costa, las paper mills seguirán encontrando clientes dispuestos a pagar por figurar como autores en ciencia ficticia.

Informe sobre la autoría y las filiaciones de los trabajos científicos y técnicos

Informe sobre la autoría y las filiaciones de los trabajos científicos y técnicos. Comité Español de Ética de la Investigación. nov. 2023

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El Comité Español de Ética en la Investigación ha aprobado su primer informe sobre la autoría y afiliaciones en trabajos científicos y técnicos, en respuesta a un encargo del Ministerio de Ciencia e Innovación. Recomienda que los códigos de buenas prácticas de investigación incluyan pautas sobre la indicación de afiliaciones, priorizando el orden basado en la relación contractual. La nueva Ley de la Ciencia permite la adscripción parcial o total del personal de investigación con terceras entidades, así como la posibilidad de doble afiliación. El Comité, compuesto por expertos en diversas áreas, promueve la ética profesional y la integridad científica, emitiendo informes y recomendaciones sobre estas materias, además de establecer principios para códigos de buenas prácticas en investigación.

Los artículos con múltiples autores tienen una ventaja significativa en términos de citas

Tian, Wencan, Ruonan Cai, Zhichao Fang, Yu Geng, Xianwen Wang, y Zhigang Hu. 2024. «Understanding Co-Corresponding Authorship: A Bibliometric Analysis and Detailed Overview». Journal of the Association for Information Science and Technology 75 (1): 3-23. https://doi.org/10.1002/asi.24836.

El artículo se centra en el fenómeno cada vez más común de la coautoría conjunta. La investigación utiliza un conjunto de datos que abarca casi 8 millones de artículos indexados en la Web of Science, proporcionando una evidencia sistemática, interdisciplinaria y a gran escala para entender este fenómeno. Los hallazgos revelan proporciones más altas de coautoría conjunta en países asiáticos, especialmente en China. Desde la perspectiva de las disciplinas, se observa una proporción relativamente más alta en los campos de ingeniería y medicina, en contraste con una menor proporción en humanidades, ciencias sociales e informática. A nivel de revistas, se destaca que las publicaciones de alta calidad tienden a tener proporciones más elevadas de coautoría conjunta. Además, el artículo demuestra que los artículos con múltiples autores correspondientes tienen una ventaja significativa en términos de citas, en comparación con aquellos con un solo autor correspondiente.

En resumen, este estudio analiza el creciente uso de la coautoría conjunta como medio para compartir el reconocimiento de la autoría, ofreciendo un análisis exhaustivo basado en un conjunto de datos de 8 millones de artículos académicos. Los hallazgos destacan un aumento constante en la proporción de coautoría conjunta, alcanzando el 13.92% en 2020 desde el 9.84% en 2016. China, Corea del Sur y Singapur surgen como los tres países con las proporciones más altas. Los campos de ingeniería y medicina muestran una mayor prevalencia de coautoría conjunta.

A nivel de revista, existen variaciones entre editores y países anfitriones, siendo las revistas de alta calidad más propensas a aceptar artículos con coautoría conjunta. El estudio establece una ventaja en citaciones para la coautoría conjunta. La adopción generalizada de esta práctica destaca la necesidad de pautas dentro de la comunidad académica para gobernar las circunstancias y métodos apropiados para compartir el crédito entre los autores. Algunas revistas han implementado medidas, como detallar contribuciones específicas o limitar los autores correspondientes por publicación.

El estudio sugiere la importancia de explorar métodos innovadores para evaluar y recompensar el rendimiento académico en respuesta a esta tendencia. Las recomendaciones incluyen la revisión de criterios nacionales de evaluación del rendimiento en investigación, el establecimiento de una «Base de Datos de Autoría» para monitorear firmantes frecuentes de coautoría conjunta y promover la transparencia a nivel de revista mediante la definición de políticas sobre la identidad de los autores correspondientes conjuntos.

No obstante, el estudio reconoce limitaciones, como el enfoque exclusivo en el tipo de literatura «artículo» y posibles sesgos en los resultados debido al alcance de cobertura de la Web of Science. Futuras investigaciones podrían extenderse a otros tipos de literatura y bases de datos para un análisis más completo. Además, explorar desde la perspectiva de científicos individuales podría revelar patrones de colaboración variables entre autores correspondientes conjuntos y la relación entre las cualificaciones de los científicos y su disposición a actuar como autores correspondientes conjuntos.

Cuando los autores declaran más de una filiación deben poner en primer lugar la universidad en la que trabajan


Press, Europa. «Comité de Ética en Investigación pone orden: los autores deben poner primero la principal Universidad en la que trabajan». Europa Press, 3 de noviembre de 2023.

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El Comité Español de Ética de la Investigación ha señalado que, cuando los autores declaran más de una afiliación, «es importante el orden o prioridad con el que se declaran dichas afiliaciones, que debe corresponderse con la relación contractual del autor».

En abril del año pasado, un informe de la consultora Siris reveló que varios investigadores españoles que figuraban en la lista de Highly Cited Researchers de Clarivate con afiliación principal en instituciones españolas cambiaron su afiliación principal a universidades de Arabia Saudita. Este cambio, destacado en el informe, tiene implicaciones significativas, ya que contar con investigadores altamente citados es crucial para la reputación de las universidades y su posición en el Ranking Académico de Shanghai. En este contexto, la investigación destacó que un solo investigador altamente citado puede permitir que una universidad suba hasta 200 lugares en el Ranking de Shanghái. Además, el informe subraya la importancia de clarificar los detalles de afiliación, así como el derecho de las entidades a preservar la afiliación en el caso de autores que cambian de institución, sugiriendo la necesidad de códigos éticos que aborden estos aspectos.

Así, el informe del comité, encargado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, establece que la autoría científica debe estar vinculada a la afiliación y que ambas informaciones son inseparables en la producción científica. Se reconoce que los autores pueden tener varias afiliaciones, pero se destaca que la entidad principal, que corresponde a la entidad empleadora principal, debe ser declarada primero. Además, se señala que los cambios en la afiliación deben reflejar adecuadamente el período de la investigación y que los códigos éticos de las instituciones deben destacar la importancia de la afiliación en la autoría. El Comité Español de Ética en la Investigación es un órgano independiente que vela por la integridad y la ética en la investigación científica y técnica en España, y ha sido establecido en conformidad con la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.

Así se refleja en el primer informe del órgano consultivo sobre autoría y filiaciones en trabajos científicos y técnicos, recogido por Europa Press, a raíz de un encargo del Ministerio de Ciencia e Innovación.

El informe explica que la autoría científica se indica siempre junto con la afiliación y subraya que ambos datos son inseparables y deben figurar en todo tipo de producción científica (publicaciones, presentaciones en congresos, etc.).

La afiliación, añade el documento, indica las entidades, instituciones o empresas a las que está asociado cada uno de los autores de una publicación científica.

En este sentido, el Comité de Ética de la Investigación destaca que es habitual que los autores tengan múltiples afiliaciones. Por ejemplo, en el ámbito de las ciencias de la salud, muchos autores indican simultáneamente su afiliación hospitalaria y universitaria porque la vinculación (y el espacio de trabajo) de ambos cargos suele ser compartida.

En cualquier caso, advierte de que la afiliación primaria distingue a la entidad principal, que corresponde a la entidad empleadora primaria, de las afiliaciones secundarias. «Cuando los autores tienen afiliaciones secundarias con segundas y terceras entidades, es natural declarar esta conexión cuando sea pertinente», especifica la organización.


Los artículos de coautoría con varios autores tienen una ventaja significativa de citación

Tian, Wencan, Ruonan Cai, Zhichao Fang, Yu Geng, Xianwen Wang, y Zhigang Hu. «Understanding Co-Corresponding Authorship: A Bibliometric Analysis and Detailed Overview». Journal of the Association for Information Science and Technology n/a, n.o n/a. Accedido 11 de octubre de 2023. https://doi.org/10.1002/asi.24836.

El fenómeno de la autoría compartida es cada vez más frecuente. Para comprender la práctica de compartir los créditos de autoría entre varios autores correspondientes, se analizaron exhaustivamente las características del fenómeno de la autoría corresponsal desde el punto de vista de los países, las disciplinas, las revistas y los artículos.

Esta investigación se basó en un conjunto de datos de casi 8 millones de artículos indexados en la Web of Science, que proporciona pruebas sistemáticas, interdisciplinarias y a gran escala para comprender por primera vez el fenómeno de la autoría corresponsal.

Los resultados revelan que en los países asiáticos, especialmente en China, existe una mayor proporción de autores corresponsales. Desde el punto de vista de las disciplinas, existe una proporción relativamente mayor de autores corresponsales en los campos de la ingeniería y la medicina, mientras que la proporción es menor en los campos de las humanidades, las ciencias sociales y la informática. Desde el punto de vista de las revistas, las de alta calidad suelen tener una mayor proporción de autores corresponsales. A nivel de artículo, los resultados demuestran que, en comparación con los artículos con un único autor de correspondencia, los artículos con varios autores de correspondencia tienen una ventaja significativa en las citas.

Destacadamente, las revistas de alta calidad mostraron una mayor aceptación de artículos con autoría co-correspondiente. A nivel de artículo, demostramos la ventaja en citas de la autoría co-correspondiente al considerarla como una variable adicional que afecta a las citas. Específicamente, en comparación con los artículos con un solo autor correspondiente, los artículos con autoría co-correspondiente recibieron un promedio de un 19% más de financiamiento (86% frente a 67%), participaron en un 10% más de colaboraciones internacionales (37% frente a 27%), tuvieron un 6% más de acceso abierto (42% frente a 36%) y contaron con 2 miembros adicionales en el equipo en promedio (7 frente a 5). Esta ventaja de citación es especialmente pronunciada en los campos de las Humanidades y las Ciencias sociales, así como en la informática. Sin embargo, hay que señalar que la magnitud de la ventaja de citación no aumenta necesariamente de forma proporcional al número de autores corresponsales, y que esta relación varía según las distintas áreas temáticas. en los campos de la ingeniería y la informática, la ventaja de citación es mayor cuando hay tres autores corresponsales. A partir de tres autores, la ventaja empieza a disminuir.

El 95,7% de las principales revistas prohíben la inclusión de la Inteligencia Artificial Generativa como autor.

Ganjavi, Conner, Michael B. Eppler, Asli Pekcan, Brett Biedermann, Andre Abreu, Gary S. Collins, Inderbir S. Gill, y Giovanni E. Cacciamani. «Bibliometric Analysis of Publisher and Journal Instructions to Authors on Generative-AI in Academic and Scientific Publishing». arXiv, 21 de julio de 2023. https://doi.org/10.48550/arXiv.2307.11918.

El objetivo de esta investigación consiste en analizar las normas y orientaciones proporcionadas a los autores acerca del uso de herramientas basadas en Generative-AI (IAG), Generative Pretrained Models (GPTs) y Large Language Models (LLMs) en las 100 principales editoriales y revistas académicas de ciencias. Para llevar a cabo este estudio, se examinaron los sitios web de estas editoriales y revistas en el período comprendido entre el 19 y el 20 de mayo de 2023.

Entre las 100 editoriales más importantes, el 17% ofrecía orientación sobre el uso de IAG, de las cuales 12 (70,6%) se encontraban dentro de las 25 primeras. Además, el 95,7% de las revistas prohiben la inclusión de IAG como autor. Cuatro revistas (5,7%) tienen una prohibición explícita del uso de IAG para generar un manuscrito, mientras que 3 (17,6%) editores y 15 (21,4%) revistas indicaron que sus orientaciones solo se aplican al proceso de redacción.

En cuanto a la divulgación del uso de IAG, el 42,8% de las editoriales y el 44,3% de las revistas incluyeron criterios específicos. Hubo diversidad en la orientación sobre dónde incluir el uso de IAG, incluyendo los métodos, agradecimientos, carta de presentación o una nueva sección. También se observó variabilidad en la accesibilidad de las orientaciones sobre IAG y en la vinculación de estas instrucciones entre las revistas y editoriales y sus autores.

Además, algunas de las principales editoriales y revistas carecen de orientaciones sobre el uso de IAG por parte de los autores. Entre las que sí proporcionan orientación, existe una heterogeneidad significativa en los usos permitidos de la IAG y en la forma de revelar su utilización, persistiendo esta heterogeneidad incluso entre editoriales y revistas afiliadas en algunos casos.

La falta de normalización representa una problema para los autores y podría limitar la eficacia de estas directrices. Por lo tanto, se requieren directrices normalizadas para salvaguardar la integridad de la producción científica en un contexto donde la popularidad de la IAG sigue en aumento.

Recomendaciones de la Asociación Mundial de Editores Médicos (WAME) sobre chatbots e inteligencia artificial generativa en relación con las publicaciones académicas

Recommendations on Chatbots and Generative Artificial Intelligence in Relation to Scholarly Publications, WAME (World Association of Medical Editors) Revised May 31, 2023.

Los chatbots almacenan la información proporcionada, como el contenido y las instrucciones, y pueden utilizarla en respuestas futuras. Esto implica que el contenido académico generado o editado mediante IA puede permanecer y aparecer en futuras respuestas, lo que aumenta el riesgo de plagio involuntario tanto para el usuario como para los futuros usuarios de la tecnología. Es importante que cualquier persona que necesite mantener la confidencialidad de un documento, incluyendo autores, editores y revisores, sea consciente de este problema antes de considerar el uso de chatbots para editar o generar trabajos.

Sin embargo, los chatbots pueden utilizarse para tareas sencillas de tratamiento de textos (similares a los programas de tratamiento de textos y corrección gramatical), generación de ideas y textos o investigación sustantiva. Las recomendaciones se han adaptado para dar cabida a estas distintas aplicaciones.

1) Solo los humanos pueden ser autores;

2) Los autores deben reconocer las fuentes de sus materiales;

3) Los autores deben asumir la responsabilidad pública de su trabajo;

4) Los editores y revisores deben informar a los autores y entre sí sobre el uso de chatbots en la evaluación de manuscritos, revisiones y correspondencia;

5) Los editores requieren herramientas digitales adecuadas para abordar los efectos de los chatbots en la publicación.

Recomendación 1 de WAME: Los chatbots no pueden ser autores.

Las revistas han empezado a publicar artículos en los que se han utilizado chatbots como Bard, Bing y ChatGPT, y algunas revistas incluyen a los chatbots como coautores. El estatus legal de un autor difiere de un país a otro, pero en la mayoría de las jurisdicciones, un autor debe ser una persona jurídica. Los chatbots no cumplen los criterios de autoría del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE), en particular el de poder dar «la aprobación final de la versión que se publicará» y «ser responsable de todos los aspectos del trabajo para garantizar que las cuestiones relacionadas con la exactitud o integridad de cualquier parte del trabajo se investiguen y resuelvan adecuadamente.» Ninguna herramienta de IA puede «entender» una declaración de conflicto de intereses, y no tiene capacidad legal para firmar una declaración. Los chatbots no tienen ninguna afiliación independiente de sus desarrolladores. Dado que los autores que presentan un manuscrito deben asegurarse de que todos los nombrados como autores cumplen los criterios de autoría, los chatbots no pueden incluirse como autores.

Recomendación 2 de WAME: Los autores deben ser transparentes cuando se utilizan chatbots y proporcionar información sobre cómo se utilizaron.

Debe indicarse el alcance y el tipo de uso de chatbots en las publicaciones de revistas. Esto es coherente con la recomendación del ICMJE de reconocer la ayuda en la redacción y proporcionar en los Métodos información detallada sobre cómo se llevó a cabo el estudio y los resultados generados.

  • Recomendaciones de WAME 2.1: Los autores que envíen un artículo en el que se haya utilizado un chatbot/AI para redactar un nuevo texto deben indicar dicho uso en el agradecimiento; se deben especificar todas las indicaciones utilizadas para generar un nuevo texto, o para convertir texto o indicaciones de texto en tablas o ilustraciones.
  • Recomendación 2.2 de WAME: Cuando se utilice una herramienta de IA, como un chatbot, para realizar o generar trabajo analítico, ayudar a informar de los resultados (por ejemplo, generando tablas o figuras) o escribir códigos informáticos, esto debe indicarse en el cuerpo del artículo, tanto en el resumen como en la sección de métodos. Con el fin de permitir el escrutinio científico, incluida la replicación y la identificación de falsificaciones, debe facilitarse la secuencia de comandos completa utilizada para generar los resultados de la investigación, la hora y la fecha de la consulta, así como la herramienta de IA utilizada y su versión.

Recomendación 3 de WAME: Los autores son responsables del material proporcionado por un chatbot en su artículo (incluida la exactitud de lo presentado y la ausencia de plagio) y de la atribución adecuada de todas las fuentes (incluidas las fuentes originales del material generado por el chatbot). Los autores de artículos escritos con la ayuda de un chatbot son responsables del material generado por el chatbot, incluida su exactitud. Hay que tener en cuenta que el plagio es «la práctica de tomar el trabajo o las ideas de otra persona y hacerlas pasar por propias», y no sólo la repetición literal de un texto previamente publicado. Es responsabilidad del autor asegurarse de que el contenido refleja sus datos e ideas y no es plagio, fabricación o falsificación. De lo contrario, ofrecer dicho material para su publicación, independientemente de cómo se haya escrito, puede constituir una falta de ética científica. Del mismo modo, los autores deben asegurarse de que todo el material citado se atribuye adecuadamente, incluyendo citas completas, y que las fuentes citadas apoyan las declaraciones del chatbot. Dado que un chatbot puede estar diseñado para omitir fuentes que se opongan a los puntos de vista expresados en sus resultados, es responsabilidad de los autores encontrar, revisar e incluir tales puntos de vista contrarios en sus artículos. (Los autores deben identificar el chatbot utilizado y la pregunta específica (enunciado de la consulta) utilizada con el chatbot. Deben especificar qué han hecho para mitigar el riesgo de plagio, ofrecer una visión equilibrada y garantizar la exactitud de todas sus referencias.

Recomendación 4 de WAME: Los editores y revisores deben especificar, a los autores y entre sí, cualquier uso de chatbots en la evaluación del manuscrito y la generación de revisiones y correspondencia. Si utilizan chatbots en sus comunicaciones con los autores y entre sí, deben explicar cómo se utilizaron. Los editores y revisores son responsables de cualquier contenido y cita generados por un chatbot. Deben ser conscientes de que los chatbots retienen las instrucciones que se les envían, incluido el contenido del manuscrito, y que proporcionar el manuscrito de un autor a un chatbot viola la confidencialidad del manuscrito enviado.

Recomendación 5 de WAME: Los editores necesitan herramientas adecuadas que les ayuden a detectar contenidos generados o alterados por IA. Tales herramientas deben ponerse a disposición de los editores, independientemente de su capacidad para pagarlas, por el bien de la ciencia y del público, y para ayudar a garantizar la integridad de la información sanitaria y reducir el riesgo de resultados adversos para la salud. Muchos editores de revistas médicas utilizan enfoques de evaluación de manuscritos que no fueron diseñados para hacer frente a las innovaciones y las industrias de la IA, incluidos los textos e imágenes plagiados manipulados y los documentos generados en papel. Ya han estado en desventaja al tratar de diferenciar lo legítimo de lo fabricado, y los chatbots llevan este desafío a un nuevo nivel. Los editores necesitan acceder a herramientas que les ayuden a evaluar los contenidos con eficacia y precisión. Esto es especialmente importante para los editores de revistas médicas, donde las consecuencias adversas de la desinformación incluyen posibles daños a las personas.

¿Puede aparecer ChatGPT cómo autor o coautor de artículos científicos?

Stokel-Walker, Chris. «ChatGPT Listed as Author on Research Papers: Many Scientists Disapprove». Nature 613, n.o 7945 (18 de enero de 2023): 620-21. https://doi.org/10.1038/d41586-023-00107-z.

Varios científicos han expresado su desaprobación al ver que ChatGPT, la herramienta de IA, figura como coautor en al menos cuatro artículos de investigación. Esta situación ha llevado a las editoriales a tomar medidas rápidas para regular su uso.

El popular chatbot de inteligencia artificial ChatGPT ha hecho su entrada oficial en el ámbito de la literatura científica y ha sido citado como autor en al menos cuatro artículos y preprints. Este hecho ha suscitado debates entre directores de revistas, investigadores y editores sobre la inclusión de herramientas de IA en publicaciones académicas y la conveniencia de citar al bot como autor. Las editoriales se apresuran a establecer políticas para el chatbot, que OpenAI, una empresa tecnológica con sede en San Francisco (California), presentó en noviembre como herramienta de libre acceso.

Al ser consultados por el equipo de noticias de Nature, los editores y servidores de preprints coinciden unánimemente en que los sistemas de IA como ChatGPT no cumplen los requisitos para figurar como autores de estudios, ya que no pueden asumir la responsabilidad del contenido y la integridad de los artículos científicos. Sin embargo, algunos editores sugieren que la contribución de una IA a la redacción de artículos puede reconocerse en secciones distintas de la lista de autores. Es importante señalar que el equipo de noticias de Nature opera con independencia del equipo de su revista y de su editor, Springer Nature.

En un caso concreto mencionado, un editor informó a Nature de que ChatGPT había sido citado por error como coautor, y la revista tomaría medidas correctoras para rectificar el error.

En un preprint publicado en el repositorio médico medRxiv, ChatGPT aparece como uno de los 12 autores de un estudio que explora su uso en la educación médica. Richard Sever, cofundador del repositorio y de su sitio hermano bioRxiv, reconoce que la conveniencia de utilizar y atribuir herramientas de IA como ChatGPT en la investigación es un tema de debate. Sugiere que las convenciones relativas a los créditos de las herramientas de IA podrían evolucionar con el tiempo.

Sever subraya la necesidad de diferenciar entre el papel formal de un autor en un manuscrito académico y el concepto general de autor como redactor del documento. Dado que los autores son legalmente responsables de su trabajo, cree que sólo deben figurar en la lista las personas físicas. No obstante, reconoce que se han dado casos de personas que han intentado incluir como autores a entidades no humanas, como mascotas o personajes de ficción, pero considera que se trata más de una cuestión de comprobación y verificación que de una cuestión de política. Victor Tseng, autor correspondiente del preprint, no hizo comentarios cuando se le contactó.

En un número reciente de Nurse Education in Practice, un editorial citaba por error a ChatGPT como coautora junto a Siobhan O’Connor, investigadora en tecnología sanitaria de la Universidad de Manchester. Roger Watson, redactor jefe de la revista, reconoció el error y declaró que se corregiría con prontitud. Atribuyó el descuido al diferente sistema de gestión de los editoriales en comparación con los artículos de investigación.

Alex Zhavoronkov, director general de Insilico Medicine, una empresa de Hong Kong dedicada al descubrimiento de fármacos mediante IA, citó a ChatGPT como coautor en un artículo publicado en la revista Oncoscience. Zhavoronkov mencionó que su empresa ha publicado más de 80 artículos generados por herramientas de IA generativa y expresó su satisfacción por el rendimiento de ChatGPT a la hora de redactar un artículo de alta calidad en comparación con herramientas de IA anteriores.

En cuanto al cuarto artículo, fue coescrito por un chatbot anterior llamado GPT-3 y se publicó inicialmente en el servidor francés de preprints HAL en junio de 2022. La coautora, Almira Osmanovic Thunström, neurobióloga del Hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo (Suecia), mencionó que, tras recibir comentarios de los revisores, reescribió el artículo y lo envió a una segunda revista. Tras las revisiones, el artículo fue aceptado para su publicación con GPT-3 como autor.

Política editorial

Se están elaborando y revisando las políticas de las editoriales sobre el uso de ChatGPT y otras herramientas de IA en la autoría. Los redactores jefe de Nature y Science, Magdalena Skipper y Holden Thorp, respectivamente, afirman que ChatGPT no cumple los criterios de autoría debido a la falta de responsabilidad que puede atribuirse a los grandes modelos lingüísticos (LLM). Se recomienda a los autores que utilicen LLM durante el desarrollo de un artículo que documenten su uso en las secciones de métodos o agradecimientos, según proceda.

Taylor & Francis, una editorial con sede en Londres, está revisando actualmente su política sobre la autoría de la IA. Sabina Alam, Directora de Ética e Integridad Editorial, está de acuerdo en que los autores son responsables de la validez e integridad de su trabajo y deben reconocer el uso de los LLM en la sección de agradecimientos. Sin embargo, Taylor & Francis aún no ha recibido ningún envío que acredite a ChatGPT como coautor.

El consejo del servidor de preprints arXiv, que se centra en las ciencias físicas, ha mantenido debates internos y está avanzando hacia el establecimiento de un enfoque para el uso de IA generativas. Steinn Sigurdsson, director científico y astrónomo de la Universidad Estatal de Pensilvania, subraya que una herramienta de software no puede figurar como autor, ya que no puede dar su consentimiento a las condiciones de uso y al derecho a distribuir contenidos. Hasta el momento no se ha identificado ningún preprints arXiv en el que ChatGPT figure como coautor, y próximamente se darán orientaciones a los autores sobre esta cuestión.

La ética de la IA generativa

La ética que rodea a la IA generativa, como ChatGPT, plantea importantes consideraciones. Matt Hodgkinson, responsable de integridad de la investigación en la Oficina de Integridad de la Investigación del Reino Unido, señala que las directrices de autoría vigentes indican que ChatGPT no debe ser acreditado como coautor. Aunque es posible que las herramientas de IA realicen una contribución académica significativa, el aspecto crucial es su capacidad para aceptar la coautoría y asumir la responsabilidad del estudio o de su contribución específica. Aquí es donde el concepto de conceder la coautoría a las herramientas de IA encuentra obstáculos.

Alex Zhavoronkov, director general de Insilico Medicine, explica que al intentar utilizar ChatGPT para escribir artículos más técnicos, se quedó corto. La IA genera a menudo afirmaciones que pueden no ser exactas, y hacer la misma pregunta varias veces puede dar respuestas diferentes. Esto suscita preocupación por el posible uso indebido del sistema en el mundo académico, ya que personas sin conocimientos especializados podrían intentar redactar artículos científicos utilizando contenidos generados por la IA.

La ética de revelar el uso de herramientas de inteligencia artificial en la redacción de manuscritos académicos

Hosseini, Mohammad, David B Resnik, y Kristi Holmes. «The Ethics of Disclosing the Use of Artificial Intelligence Tools in Writing Scholarly Manuscripts». Research Ethics, 15 de junio de 2023, 17470161231180448. https://doi.org/10.1177/17470161231180449.

En este artículo se analizan cuestiones éticas relacionadas con el uso y la divulgación de herramientas de inteligencia artificial (IA), como ChatGPT y otros sistemas basados en grandes modelos lingüísticos (LLM), para escribir o editar manuscritos académicos.

Algunas revistas, como Science, han prohibido el uso de LLM por los problemas éticos que plantean en relación con la autoría responsable. Aquí se argumenta que ésta no es una respuesta razonable a los enigmas morales creados por el uso de los LLM, ya que las prohibiciones son inaplicables y fomentarían el uso no revelado de los LLM. Además, los LLM pueden ser útiles para redactar, revisar y editar textos, y promueven la equidad en la ciencia. Otros han argumentado que los LLM deberían mencionarse en los agradecimientos, ya que no cumplen todos los criterios de autoría.

En el artículo se sostiene que nombrar a los LLM como autores o mencionarlos en los agradecimientos son formas inapropiadas de reconocimiento porque los LLM no tienen libre albedrío y, por lo tanto, no pueden ser considerados moral o legalmente responsables de lo que hacen. Las herramientas en general, y el software en particular, suelen citarse dentro del texto, y luego se mencionan en las referencias.

Se proporcionan sugerencias para mejorar el Estilo APA para referenciar ChatGPT con el fin de indicar específicamente el colaborador que utilizó los LLM (porque las interacciones se almacenan en cuentas de usuario personales), la versión y el modelo utilizados (porque la misma versión podría utilizar diferentes modelos de lenguaje y generar respuestas disímiles, por ejemplo, ChatGPT Mayo 12 Versión GPT3.5 o GPT4), y el tiempo de uso (porque los LLM evolucionan rápidamente y generan respuestas disímiles a lo largo del tiempo).

Se recomienda que los investigadores que utilicen LLMs:

(1) revelen su uso en la introducción o en la sección de métodos para describir de forma transparente detalles tales como las indicaciones utilizadas y señalar qué partes del texto se ven afectadas,

(2) utilicen citas y referencias en el texto (para reconocer sus aplicaciones utilizadas y mejorar la localización y la indexación), y

(3) registren y presenten sus interacciones relevantes con LLMs como material suplementario o apéndices.

Informe anual ORCID 2022

ORCID. (2023, abril 11). Now Available: 2022 Annual Report.

Ver informe

El año 2022 ha sido un año notable para ORCID, se ha avanzado en iniciativas clave. En particular, fue el 10º aniversario del lanzamiento del Registro ORCID, que merece tiempo para reflexionar y celebrar, mientras se mira hacia adelante a todo lo que se prevé para la próxima década y más allá.

El año pasado también marcó el lanzamiento de una emocionante iniciativa destinada a ayudar a nivelar el campo de juego en la adopción de ORCID a nivel internacional: El nuevo Programa de Participación Global de ORCID. Este programa, financiado por el generoso apoyo de algunos de los socios originales de ORCID, fue desarrollado específicamente para cerrar la brecha de participación de ORCID y mejorar la visibilidad y la equidad en el acceso a la infraestructura de investigación interconectada para los investigadores en regiones actualmente poco representadas, en particular en el Sur Global.

Además, también se han dado pasos para empezar a adaptar las secciones principales del Registro ORCID a la norma de accesibilidad WCAG 2.1 AA. Los cambios realizados en respuesta al informe ayudarán a garantizar una experiencia óptima para todos los usuarios, independientemente de cómo accedan e interactúen con el Registro ORCID.

Se invita a consultar el Informe Anual para 2022 y aprender más sobre estas y otras actividades que hicieron de 2022 un año increíble para la organización y los investigadores en el centro de trabajo.