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División de opiniones sobre el uso de inteligencia artificial generativa en la revisión por pares: desafíos y perspectivas

Holst, Faye. «Reviewers Increasingly Divided on the Use of Generative AI in Peer ReviewIOP Publishing, 10 de septiembre de 2025. https://ioppublishing.org/news/reviewers-increasingly-divided-on-the-use-of-generative-ai-in-peer-review/

Un reciente estudio global llevado a cabo por IOP Publishing (IOPP) pone de manifiesto una creciente división de opiniones entre los revisores de las ciencias físicas respecto al uso de la inteligencia artificial generativa en el proceso de revisión por pares.

En comparación con el año anterior, se observa un aumento en el porcentaje de investigadores que consideran que la IA tendrá un impacto positivo en la revisión, alcanzando el 41%, mientras que un 37% mantiene una visión negativa. Este cambio refleja una polarización cada vez más marcada dentro de la comunidad científica, evidenciando que la adopción de la IA en este ámbito genera tanto expectativas como reservas.

Actualmente, IOPP mantiene una política que prohíbe el uso de herramientas de IA en la revisión por pares, argumentando que los modelos generativos no cumplen aún con los estándares éticos, legales y académicos necesarios para garantizar la integridad del proceso. No obstante, se reconoce de manera creciente que la IA puede desempeñar un papel de apoyo, complementando la labor humana en lugar de sustituirla. De hecho, un 32% de los investigadores ha experimentado con herramientas de IA para facilitar tareas como la corrección gramatical o la mejora del flujo del texto en sus revisiones. Sin embargo, su utilización plantea desafíos importantes, especialmente en lo relacionado con la confidencialidad y la protección de datos, dado que algunos revisores cargan manuscritos completos en plataformas de IA externas, lo que incrementa los riesgos asociados a la privacidad.

El estudio también destaca diferencias significativas en la percepción de la IA según el género y la experiencia de los investigadores. Las mujeres tienden a mostrar un menor optimismo respecto al potencial de la IA en la revisión por pares, en comparación con sus colegas masculinos, lo que sugiere la existencia de una brecha de género en la valoración de estas tecnologías. Asimismo, los investigadores más jóvenes se muestran generalmente más favorables a los beneficios de la IA, mientras que los profesionales con mayor experiencia tienden a ser más escépticos y cautelosos, reflejando así un contraste generacional en la adopción de nuevas herramientas tecnológicas.

Frente a estos desafíos, IOPP propone el desarrollo de herramientas de IA que se integren directamente en los sistemas de revisión por pares, con el objetivo de asistir a revisores y editores sin comprometer la seguridad ni la integridad de la investigación. Dichas herramientas deberían diseñarse para complementar el juicio humano, en lugar de reemplazarlo, asegurando que la asistencia tecnológica respalde el proceso editorial sin generar riesgos éticos ni vulneraciones de la confidencialidad. Si se implementan de manera adecuada, estas soluciones podrían no solo atender las preocupaciones sobre privacidad y ética, sino también optimizar la eficiencia y calidad de la revisión por pares.

ChatGPT en la ciencia: su uso es mayor en países donde está prohibido

Bao, Honglin, Mengyi Sun, y Misha Teplitskiy. 2025. “Where There’s a Will There’s a Way: ChatGPT Is Used More for Science in Countries Where It Is Prohibited.” Quantitative Science Studies, 1–23. https://doi.org/10.1162/qss_a_00368.

El estudio demuestra que las prohibiciones geográficas no están logrando limitar el uso de ChatGPT en la producción científica. Las herramientas de inteligencia artificial están siendo ampliamente utilizadas incluso en contextos donde su uso está regulado o restringido, lo que plantea importantes desafíos para el diseño de políticas eficaces en el ámbito de la gobernanza tecnológica global. Además, pone de relieve la creciente dependencia de los investigadores en estas tecnologías para la redacción y difusión de su trabajo.

Se analiza críticamente la eficacia de las restricciones geográficas impuestas al acceso de modelos de inteligencia artificial como ChatGPT en el ámbito científico. El caso de estudio se centra en países donde el acceso a ChatGPT está oficialmente bloqueado, como China, Rusia, Irán y otros.

El estudio parte de una pregunta clave: si estas restricciones fueran realmente efectivas, ¿se detectaría un menor uso de ChatGPT en la producción científica de dichos países? Para responder a esta cuestión, los autores desarrollaron un sofisticado clasificador capaz de identificar textos redactados con asistencia de ChatGPT, utilizando como base ciertas elecciones lingüísticas características de sus primeras versiones, como el uso de palabras específicas (“delve”, “remarkably”, entre otras).

Este clasificador, entrenado con resúmenes de artículos científicos anteriores y posteriores a la aparición de ChatGPT, demostró ser más preciso que herramientas populares como GPTZero y ZeroGPT, e incluso fue validado con artículos en los que los autores habían declarado explícitamente el uso de IA.

Al aplicar este modelo a más de 170.000 preprints de plataformas de investigación como ArXiv, BioRxiv y MedRxiv, los investigadores encontraron que, para agosto de 2023, aproximadamente el 12,6% de los artículos científicos presentaban indicios de uso de ChatGPT. Sorprendentemente, el uso fue un 7,7% más alto en los países donde la herramienta estaba oficialmente restringida. Esta diferencia se produjo antes de que estuviera disponible en el mercado el primer modelo de lenguaje de gran escala desarrollado en China, lo que sugiere que los investigadores de estos países estaban utilizando métodos alternativos (como VPNs) para acceder a ChatGPT.

Además, los autores exploraron la hipótesis de si esta alta demanda de herramientas de IA en ciencia —especialmente en países asiáticos donde el inglés no es lengua oficial— podría haber impulsado un uso aún mayor en ausencia de restricciones. Los resultados confirmaron que el uso de ChatGPT era más elevado precisamente en aquellos países donde el acceso estaba prohibido, lo que refuerza la idea de que las restricciones no son efectivas y que los científicos están dispuestos a sortear los obstáculos para beneficiarse de estas herramientas.

Otro hallazgo interesante fue que el uso de ChatGPT correlacionaba con un mayor número de visualizaciones y descargas de los artículos, lo cual sugiere que podría estar influyendo en la claridad, presentación o atractivo del contenido. Sin embargo, este uso no mostró correlación con un mayor número de citas ni con una mejor colocación en revistas académicas de alto impacto.

La oscura historia sobre abusos sexuales de Melvil Dewey, el padre de la Biblioteconomía moderna

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Melvil Dewey en 1888 con los alumnos de la School of Library Economy at Columbia College, New York City

 

A finales del siglo XIX y principios del XX, Melvil Dewey desarrollo una importante labor profesional siendo considerado uno de los bibliotecarios más influyentes del mundo. Sin embargo su comportamiento respecto a las mujeres en su vida privada fue absolutamente reprobable, incluso en un tiempo en el que se veía mal que las mujeres denunciasen un abuso, por ello fue excluido en gran medida de la profesión, siendo incluso expulsado de la Asociación Americana de Bibliotecas, una organización que había co-fundado

 

Melvil Dewey creador del Sistema de clasificación bibliográfica que lleva su nombre  Dewey Decimal Clasification, revolucionó la manera en que las bibliotecas catalogan y clasifican sus libros y publicaciones periódicas. Antes de que existiera esta clasificación prácticamente cada biblioteca tenía su propio sistema, algunas incluso colocaban los libros en las estanterías por tamaño. La Clasificación Decimal Universal (CDU), el sistema de clasificación bibliográfica que utilizamos hoy en las bibliotecas europeas proviene del sistema de clasificación decimal de Dewey, uno y otro se diferencian en pocas cosas, fundamentalmente en que Dewey utiliza siempre 3 cifras, no existe el número 2 por ejemplo para religión, en lugar de 2, se pone 200, y también en que el número cuatro lo ocupa la literatura, y en la CDU fue modificado este número ubicando la literatura en el número 8 quedando el 4 libre para un futuro desarrollo.

A Melvil Dewey también le debemos el clásico fichero de madera con tirador de acero para las fichas clásicas de biblioteca, que también fueron una invención suya. Además, fue cofundador de la American Library Association (ALA) en 1876, de la que en el año  1906, se vio obligado a dejar de participar activamente. ¿Cuáles fueron las causas?

El problema de Dewey tenía que ver con el sexo femenino. En 1887, Dewey fundó la School of Library Economy at Columbia College, donde el 90 por ciento de sus estudiantes eran mujeres. Durante mucho tiempo se rumoreó que además de la información estándar como nombre, edad y antecedentes, Dewey exigía que pusieran en las fichas de ingreso el tamaño de los senos de sus futuras estudiantes. Aunque ese rumor no era cierto, si les pedía fotos, pero esta petición era sólo parte de una larga historia de un comportamiento más que reprochable.

Fueron muchas las mujeres que lo denunciaron por abusos a lo largo de su vida. Dos de sus asistentes que vivían en su misma casa lo denunciaron  por tocamientos. Algunos compañeros de trabajo también comentaron esta inclinación del insigne bibliotecario, y en 1905 en un viaje patrocinado por la American Library Association a Alaska, cuatro mujeres lo denunciaron por abusos no deseados, por lo que en 1906, se vio obligado a renunciar a la ALA y a varios otros cargos debido a varias acusaciones de acoso sexual y antisemitismo.

En una ocasión Adelaide Hasse, una joven bibliotecaria acostumbrada a los desafíos profesionales que luchaba para ser tomada en cuenta por las juntas ejecutivas, en su mayoría masculinas, creó una nueva e innovadora manera de clasificar los documentos del gobierno denominado Sistema de Clasificación SuDocs, y se sintió decepcionada cuando un colega masculino -Willian Post- reclamó el mérito. Siendo ya profesional de la Biblioteca Pública de Nueva York buscó apoyo de la persona más reconocida entre sus colegas. Melvil Dewey se prestó solicito a ayudarle, pero sin embargo esta ayuda termino siendo una cita privada con intenciones poco profesionales, según comentó la afectada a sus colegas cuando les hablo de lo ofensivo que había sido su comportamiento.

A pesar de que tal comportamiento afectó a su carrera profesional y muchos de sus amigos se alejaron de él, Dewey no cambió sus hábitos depredadores. En 1920, Godfrey y Marjorie, el hijo y la nuera de Dewey, se mudaron del hogar que todos compartían, hasta que Marjorie se sintió incómoda con el comportamiento de su suegro hacia ella y abandonaron el hogar paterno. En 1930, surgieron más acusaciones de acoso sexual cuando la ex-taquígrafa de Dewey lo acusó de agredirla, incluso de besarla contra su voluntad en un taxi. Aunque Dewey, que entonces tenía 79 años – inicialmente desestimó las acusaciones como chantaje, inalmente pagó 2.147 dólares -el equivalente a más de 30.000 dólares de la actualidad- para silenciar el caso.

«Durante muchos años, las bibliotecarias han sido la presa especial del Sr. Dewey en una serie de ultrajes contra la decencia», argumentó en una carta de 1924 Tessa Kelso, directora de la Biblioteca Pública de Los Ángeles y una de las críticas más directas de Dewey. Tessa Kelso, ayudó a organizar un grupo de mujeres para que testificaran en privado contra Dewey. Durante esa investigación, salió a la luz que Dewey supuestamente había acosado hasta a su propia nuera. Dewey negó las acusaciones, afirmando que Kelso y las otras mujeres eran «solteronas» que querían arruinar su carrera, y lamentablemente la investigación se abandonó.

Afortunadamente las cosas van cambiando, hoy en día el sitio web de la Asociación Americana de Bibliotecas Americanas (ALA, por sus siglas en inglés) proporciona un centro de intercambio de materiales para cualquier persona que se enfrente al acoso, incluyendo el acoso sexual, en el lugar de trabajo. «a clearinghouse of materials for anyone facing harassment«. Si bien quedan muchos temas aún por resolver.  La AFL-CIO encontró que en 2014, las mujeres que trabajaban como bibliotecarias a tiempo completo tenían un salario medio anual de 48,589$, comparado con un sueldo de 52,528$ de los hombres. También informó que sólo el 17,2% de los bibliotecarios eran hombres, pero ellos ocupan el 40% de los puestos de directores de bibliotecas en las universidades.

 

Bibliografía

 

Blakemore, Erin. «The Father of Modern Libraries Was a Serial Sexual Harasser»

Clare Beck «The New Woman as Librarian: The Career of Adelaide Hasse, Scarecrow Press, 2006

Conradt. Stacy. «Melvil Dewey’s Dark Side». MF. Mental Floss 2015 https://www.history.com/news/the-father-of-modern-libraries-was-a-serial-sexual-harasser

Ford, Anne Bringing Harassment Out of the History Books: Addressing the troubling aspects of Melvil Dewey’s legacy | American Libraries, 2018  https://americanlibrariesmagazine.org/2018/06/01/melvil-dewey-bringing-harassment-out-of-the-history-books/

 

El 47% de los usuarios de Internet en Estados Unidos dicen haber sufrido acoso en alguna ocasión

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Online Harassment, Digital Abuse, and Cyberstalking in America. Social Media Use by Americans, Data & Society, 2016

Texto completo

Según un informe de Data & Society sobre el abuso y ciberacoso en Estados Unidos, el 47% de los usuarios de Internet en Estados Unidos ha sufrido acoso y un  72% ha sido testigo de algún abuso.

Internet y las herramientas digitales desempeñan un papel cada vez más central en cómo los estadounidenses se involucran con sus comunidades: Cómo encuentran y comparten información; Cómo se conectan con sus amigos, familia y redes profesionales; Cómo se entretienen; Cómo buscan respuestas a preguntas delicadas; Cómo aprenden -y acceden- al mundo que los rodea. Internet se basa en el ideal del libre flujo de la información, pero también se basa en el ideal del discurso libre.

Sin embargo, un desafío persistente a este ideal ha sido el acoso en línea y el abuso no deseado que se utiliza para crear un ambiente intimidante, molesto, atemorizante, o incluso hostil para la víctima y que utiliza medios digitales para llegar a la víctima. Como con sus expresiones tradicionales, el acoso y el abuso en línea pueden afectar muchos aspectos de nuestra vida digital. Incluso aquellos que no experimentan el acoso en línea directamente pueden verlo y responder a sus efectos; Incluso la amenaza de acoso puede limitar la opinión de muchos ciudadanos.

Con el fin de explorar estos temas y las formas en que los entornos en línea afectan nuestras experiencias en línea, este informe examina las experiencias de adolescentes y adultos estadounidenses con el testimonio, la experiencia y la respuesta a las secuelas del acoso y abuso en línea.

Los resultados de una encuesta representativa a nivel nacional se basan en las respuestas de una encuesta a 3.002 estadounidenses mayores de 15 años, llevada a cabo entre el 17 de mayo al 31 de julio de 2016. Los entrevistados fueron contactados por teléfono fijo y celular y las entrevistas se realizaron en inglés y español.

  • El acoso directo se refiere a la cosa que la gente hace directamente al otro. Los ejemplos incluyen: ser llamados con nombres ofensivos, ser amenazados físicamente y ser acosados. El 36% de los usuarios de Internet han experimentado este tipo de acoso.
  • La invasión de la privacidad se refiere a los daños causados a la víctima por el acceso no autorizado y la exposición o difusión de información más allá del control del propietario. Estas experiencias incluyen: ser hackeado, tener información o imágenes de la persona expuesta en línea sin su permiso, ser suplantado, ser monitoreado y ser rastreado en línea. El 30% de los usuarios de Internet han experimentado este tipo de acoso.
  • La denegación ocurre cuando alguien usa la tecnología o una plataforma para dañar a la víctima, usualmente impidiendo el acceso a herramientas o plataformas digitales esenciales. Los ejemplos incluyen: enviar un número muy grande de mensajes no deseados, haciendo que la cuenta sea inutilizable; Uso indebido de herramientas de reporte para que la persona quede bloqueada para usar una plataforma; Y ataques técnicos que abruman un dispositivo, sitio, servidor o plataforma y previenen el acceso a él. El 17% de los usuarios de Internet han experimentado este tipo de acoso

 

En general, casi las tres cuartas partes (72%) de los internautas estadounidenses han sido víctimas de hostigamiento o abuso en línea, y casi la mitad (47%) de los estadounidenses han experimentado personalmente alguno de los comportamientos de acoso que se les preguntó