En la era digital, las bibliotecas están rediseñando sus servicios y reimaginando sus espacios para competir mejor en la era digital, abordando nuevas propuestas más allá del libro y teniendo en cuenta las necesidades se sus comunidades más cercanas. De este modo, las bibliotecas de los sistemas de Clemons Library y Jefferson-Madison Regional Library han iniciado un programa piloto para poner en marcha el primer servicio de préstamo de juguetes en bibliotecas.
En alguna otra ocasión hemos hablado en este foro de aquellas cosas curiosas que están prestando algunas bibliotecas, o de iniciativas como Library of Thing, la biblioteca de las cosas; por ello, nos hacemos eco de un nuevo servicio de préstamo de juguetes que se acaba de iniciar en Jefferson-Madison Regional Library y cuya propuesta ha sido replicada por Clemons Library, el préstamo de juguetes.
En el caso de Clemons Library, los padres y los niños pueden consultar el catálogo para decidir qué juguetes desean tomar en préstamo. Los juguetes se pueden llevar en préstamo durante dos semanas, y actualmente están ubicados en la zona de recepción de la biblioteca.
En opinión de Paula Archey, la bibliotecaria encargada del área de alfabetización y aprendizaje en Clemons, este servicio «Tiene sentido porque aquí en la biblioteca es donde están los libros de nuestros hijos» El servicio está dirigido a los estudiantes de postgrado y doctorado de la Universidad que tienen familias jóvenes y tiene como objetivo proporcionarles recursos para cuidar a sus hijos. En la actualidad el proyecto piloto cuenta con 21 juguetes. Para asegurar la sostenibilidad, se han unido a Madison House y han establecido un programa con una base de voluntarios para ayudar a limpiar los juguetes.
El servicio lo idearon dos estudiantes David Birkenthal y Curry Madison Lewis, inspirados en un comentario que hizo su profesor de arquitectura hablando de las bibliotecas de juguetes que había en Australia; primero probaron su idea en la biblioteca Gordon Avenue Library, en la primavera de 2016, poniéndo en marcha el servicio ese mismo verano. Para ello seleccionaron, valoraron, adquirieron y prepararon los juguetes, abriendo con éxito la primera biblioteca de juguetes de Charlottesville y posteriormente llevando la idea a todas las bibliotecas regionales de Jefferson-Madison a principios del otoño pasado.
Para el proyecto contaron con una subvención del Office of the Dean of Student’s Public Service Programming Board, una organización que otorga fondos para proyectos de servicio a pequeña escala, por la que recibieron dos subvenciones una primera de 1.500 dólares, y una segunda de 2.000 dólares para proyectar el servicio en Clemons library.