
Michael Menna (2025, 3 diciembre). ALA, ARL, and CARL Join the Fight to Defend Our Future Memory. Archivo de blog de Internet Archive https://blog.archive.org/2025/12/03/ala-arl-and-carl-join-the-fight-to-defend-our-future-memory/
Las tres grandes organizaciones bibliotecarias de Norteamérica —American Library Association (ALA), Association of Research Libraries (ARL) y Canadian Association of Research Libraries (CARL) — han decidido adherirse oficialmente a la declaración de los “Cuatro Derechos Digitales para Instituciones de Memoria” impulsada por la campaña Our Future Memory
La adhesión de estas asociaciones supone un respaldo significativo: representan miles de bibliotecas públicas y universitarias, además de incluir tres de las bibliotecas federales y parlamentarias de Canadá.
Según CARL, citada en el artículo, el panorama digital —con materiales disponibles únicamente en plataformas en línea— amenaza la capacidad de estas instituciones para cumplir su misión histórica de recolectar, preservar y poner a disposición obras para futuras generaciones. Si no se garantiza su derecho a operar en el entorno digital, muchos trabajos académicos y culturales podrían perderse para siempre.
El artículo recuerda que la declaración de los “Cuatro Derechos Digitales” no solicita nada más allá de lo básico y necesario para que bibliotecas, archivos, museos y otras instituciones de patrimonio sigan funcionando como lo hicieron en el mundo analógico, pero adaptados a un entorno digital —es decir: poder recolectar contenido digital, preservarlo, ofrecer acceso controlado, y cooperar con otras instituciones.
En pocas palabras, los derechos y responsabilidades que las instituciones de la memoria siempre han disfrutado fuera de línea también deben protegerse en línea. Para lograr este objetivo, las bibliotecas, archivos y museos deben tener los derechos legales y la capacidad práctica para:
- Recopilar materiales en formato digital, ya sea mediante la digitalización de colecciones físicas, la compra en el mercado libre o por otros medios legales;
- Preservar los materiales digitales y, cuando sea necesario, repararlos, realizar copias de seguridad o reformatearlos, para garantizar su existencia y disponibilidad a largo plazo;
- Proporcionar acceso controlado a los materiales digitales para técnicas de investigación avanzadas y para atender a los usuarios dondequiera que se encuentren: en línea;
- Cooperar con otras instituciones de la memoria, compartiendo o transfiriendo colecciones digitales, para facilitar la preservación y el acceso.
Con la incorporación de ALA, ARL y CARL, la coalición global que defiende estos derechos digitales gana aún más fuerza: se amplía su representatividad, lo que puede incidir con mayor peso en políticas, normativas y decisiones sobre preservación del patrimonio digital.
