
Wagner, Caroline S. “China’s Historic Rise to the Top of the Scientific Ladder.” Quincy Institute for Responsible Statecraft, 24 octubre 2025
En los últimos años, China ha logrado un ascenso sin precedentes en el ámbito científico mundial, alcanzando y superando a Estados Unidos en la producción de artículos publicados en las revistas más prestigiosas del planeta. Este logro no se limita a una mera cuestión de cantidad: las publicaciones en estas revistas son altamente selectivas, con tasas de rechazo superiores al 90 %, y representan avances originales y de alta calidad. La capacidad de China para posicionarse a la cabeza refleja una combinación de inversión estratégica, planificación a largo plazo y desarrollo de talento científico altamente cualificado.
El crecimiento de la producción científica china ha sido vertiginoso. Hace apenas unos años, Estados Unidos lideraba con claridad, superando a China en más de la mitad de las publicaciones relevantes. Sin embargo, en menos de cinco años, China ha registrado un crecimiento sostenido que le ha permitido tomar la delantera, no solo en volumen total de publicaciones, sino también en las áreas de ciencia más competitivas y tecnológicamente estratégicas. Este avance rápido evidencia la eficacia de las políticas nacionales que priorizan la ciencia como motor de desarrollo económico y de influencia global.
China ha logrado consolidar su liderazgo en campos específicos donde históricamente se consideraba menos competitiva. La química, las ciencias físicas y las ciencias de la tierra y medioambientales son áreas en las que ha superado ampliamente a Estados Unidos, gracias a la combinación de infraestructura avanzada, programas de financiación robustos y colaboración intensa dentro de su sistema académico. Por otro lado, Estados Unidos mantiene ventaja en ciencias biológicas y de la salud, aunque su liderazgo podría verse amenazado por recortes presupuestarios y cambios en la política de investigación.
Un aspecto interesante de este ascenso es la transformación de la colaboración científica internacional. Mientras que en el pasado gran parte de la investigación china se desarrollaba en cooperación con científicos de Estados Unidos, Europa o Japón, actualmente se observa un incremento significativo de publicaciones nacionales. Esto indica que China ha alcanzado un nivel de autosuficiencia científica que le permite desarrollar ciencia de alto impacto sin depender tanto de la colaboración internacional. Este fenómeno plantea nuevas preguntas sobre la posible fragmentación de la ciencia global y la competencia por recursos y talento en un contexto multipolar.
El impacto de este cambio va más allá del ámbito académico. La posición de China como líder científico global tiene implicaciones directas para la innovación tecnológica, el desarrollo industrial, la economía y la geopolítica. Domina áreas estratégicas como la computación cuántica, las energías renovables, los semiconductores y la ciencia de materiales, consolidando así ventajas competitivas que podrían redefinir los equilibrios globales. Este nuevo escenario demuestra que la supremacía científica ya no es exclusiva de Occidente, y que el mundo se mueve hacia un sistema de innovación multipolar, donde China se establece como un actor central con capacidad de influir en la dirección de la ciencia y la tecnología mundial.
El ascenso científico de China representa un cambio estructural en el mapa global del conocimiento. Su liderazgo no es momentáneo ni superficial: está cimentado en inversión sostenida, estrategia política y capacidad tecnológica, lo que le permite no solo competir, sino también definir nuevas reglas en la producción científica y en la innovación global. Este fenómeno marca el inicio de una era en la que la ciencia mundial será más diversa, competitiva y multipolar, con implicaciones profundas para la economía, la política y la cooperación internacional.









