Libros para la diversidad: la necesidad de hacer que la lectura sea accesible para todos

The Asahi Shimbun. «VOX POPULI: Innovative Librarians Strive to Make Reading Barrier-Free | The Asahi Shimbun: Breaking News, Japan News and Analysis». Accedido 7 de noviembre de 2023. https://www.asahi.com/ajw/articles/15049374.

Noriko Ishikawa, una bibliotecaria veterana en la Biblioteca Central de la Ciudad de Toshima en el distrito de Toshima en Tokio, sintió que su corazón se llenaba de emoción cuando vio a un joven niño con gafas completamente absorto en las páginas de un libro que sostenía en sus manos. Su rostro estaba iluminado por una sonrisa genuina y deleitada. Estaba inmerso en el placer de la lectura, pensó para sí misma.

El niño estaba leyendo un libro impreso en un tipo de letra grande para lectores con discapacidad visual. Esta primavera, la biblioteca introdujo una nueva sección llamada «Ringo no tana» (estante de manzanas). Aquí, se encuentran estantes de libros diseñados para el disfrute táctil y la facilidad de lectura, libros elegidos por Ishikawa y sus colegas con la intención de brindar a cada niño la oportunidad de «experimentar la alegría de la lectura».

Esta iniciativa recibió un sincero agradecimiento de una madre cuyo hijo sufre de una enfermedad que causa la pérdida progresiva de la visión. «Queríamos un libro como este», dijo, agregando: «Antes no estaban disponibles, ¿verdad?»

Evitando conscientemente la palabra «discapacidad» en la etiqueta del estante, la biblioteca optó por términos como «libros para considerar la diversidad». Todas las personas experimentan disminuciones en la visión y la movilidad en mayor o menor medida a medida que envejecen. Por lo tanto, la necesidad de hacer que la lectura sea accesible para todos es un problema que concierne a todos.

Esta reflexión trae a la mente la conmovedora declaración hecha por el autor Sao Ichikawa, una persona con discapacidades graves, durante una conferencia de prensa para la aceptación del Premio Akutagawa en literatura en julio. «No poder leer los libros que uno desea es una violación de los derechos».

Me avergüenzo de decir que fue un momento de despertar grosero que me hizo sentir como si me hubieran golpeado fuerte en la cabeza. La reflexión de Ishikawa es un reconocimiento humilde: «La discapacidad no es un atributo de la persona que visita nuestra biblioteca, sino más bien una característica de la biblioteca que brinda el servicio».

Ella y sus colegas se preguntaron cómo podrían permitir que más personas disfrutaran del placer de la lectura. «Aún estamos aprendiendo, todavía tenemos un largo camino por recorrer», admite Ishikawa.