¿Ha muerto el catálogo de la biblioteca?

Is the catalog metaphor dead?
March 2, 2022
Catherine Nicole Coleman

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El catálogo físico de la biblioteca era tanto un sistema de organización como el principal punto de descubrimiento para los usuarios de la biblioteca. Pero como sabemos desde hace tiempo y hemos confirmado recientemente en las entrevistas con los usuarios que en la era digital, los usuarios buscan en Google antes de visitar el catálogo en línea para encontrar lo que buscan en la biblioteca. La búsqueda en Google, Google Books y Google Scholar no les llevará a las ricas y diversas colecciones de una biblioteca de investigación, pero tampoco lo hará el catálogo en línea, aunque por razones diferentes. Como explicó el bibliotecario adjunto de la Universidad, Philip Schreur, en «The Academy Unbound: Linked Data as Revolution», para descubrir un recurso en el catálogo en línea, debe haber un registro bibliográfico del mismo en el sistema. Pero no tenemos registros bibliográficos para muchos de los recursos de la biblioteca y, como el número de recursos sigue creciendo exponencialmente, no podremos ponernos al día.

Cuando buscamos en la World Wide Web a través del motor de búsqueda de Google, tenemos la sensación de estar ante un descubrimiento sin límites, pero está profunda y problemáticamente limitado por la forma en que se encuentra la información. El contexto y la procedencia, en los que nos basamos para juzgar la fiabilidad de la información, se ignoran en favor de la velocidad y la eficiencia para llegar a un resultado.

Los experimentos con el aprendizaje automático en los museos devuelven el contexto al descubrimiento, al tiempo que añaden la profundidad y amplitud de la búsqueda interconectada a nivel de contenido. Un proyecto de museo en el Reino Unido, Heritage Connector: Transforming text into data to extract meaning and make connections, desarrollado por el Museo de la Ciencia con el apoyo del AHRC, pone en práctica la promesa de los datos enlazados descrita por Schreur aplicando el aprendizaje automático a las colecciones. Al igual que en la biblioteca, el descubrimiento en línea en los museos también se basa en registros que son una versión digital de las tarjetas del catálogo de tarjetas físico, un modelo que es anterior a la digitalización y está vinculado a las necesidades de la gestión de la colección más que al descubrimiento. El grafo de conocimiento llega fuera del museo para vincular los registros a Wikidata y añadir entidades extraídas de las descripciones de texto en los registros existentes.

Hace unos días, Computer History Museum de Mountain View mostró los resultados de su colaboración con Microsoft, que describieron como búsqueda cognitiva. (Explore el proyecto: https://www.openchm.org/ ) El objetivo de esta primera fase de la colaboración era hacer que su vasta e infrautilizada colección de grabaciones de audio y vídeo estuviera disponible, fuera descubrible y se pudiera explorar fácilmente en línea. Dos elementos clave del proyecto son la transcripción y la traducción automáticas para que las colecciones sean accesibles a los usuarios de todo el mundo. El siguiente paso en su plan es extraer entidades con nombre de esas transcripciones y conectarlas con bases de conocimiento y autoridades externas.