Berthoud, Ella ; Elderkin,Susan . Manual de remedios literarios. Madrid: Siruela, 2017
En su libro The Novel Cure: An A-Z of Literary Remedies (Penguin) estas dos autoras aconsejan un libro para cada uno de los males, de la A a la Z, que puedan aquejar al lector. No se refieren a los típicos libros de autoayuda, si a la literatura como remedio curativo. Por ejemplo si tienes la tensión alta debes leer «Las olas» de Virginia Woolf. O si tienes miedo a la muerte te recomiendan «Cien años de soledad» de Gabriel Garcia Márquez
Mal de amores, anginas, crisis de identidad, insomnio, resaca, vergüenza, pesadillas, miedo a volar, catarro, estrés, dolor de espalda, desencanto, claustrofobia, celos, miedo al compromiso… ¿Qué tal una dosis de las Brontë para sanar el corazón roto? ¿Y una inyección de Hemingway para sobrellevar los días de resaca? El libro adecuado en el momento preciso puede cambiarnos la vida y los amantes de la literatura llevamos siglos utilizándola como tónico contra cualquier enfermedad, pero nunca antes habíamos tenido a nuestro alcance un manual como este. Tanto si sufrimos jaquecas como si es el alma lo que tenemos maltrecho, en sus páginas encontraremos un ingenioso remedio en forma de novela que nos ayudará a curar nuestro mal. Un compendio que es además una buena manera de descubrir nuevas lecturas, de recuperar algunas ya olvidadas o de resolver los problemas más habituales entre los lectores: qué hacer si tenemos demasiados títulos pendientes, si solemos dejarlos siempre a medias… Nuestros males y cómo sanarlos con libros de la A a la Z.
¿Abrumado/a por todos los libros que tienes en casa?
A veces, el tremendo volumen de libros que tienes en casa se te puede ir de las manos. No sólo los libros ocupan todas las paredes, sino que se apilan al pie de la cama y por las escaleras. Hay una pila en el servicio, y ocupan las repisas de las ventanas, los zapateros y la cama. A veces, tienes que quitarlos de la pila antes de poder fregar.
Lector/a: haz una criba entre tus libros. Hazlo cada seis meses, y reduce tu biblioteca al menos un 10% cada vez que lo hagas. Dona los libros que no conseguiste terminar y los que te forzaste a hacerlo. Lleva a un rastrillo los libros que te decepcionaron. Quédate sólo con los libros que se ajustan a estas categorías: libros que has amado, libros que son objetos bellos por sí mismos, libros que consideras van a ser importantes, edificantes o de algún modo necesarios, libros a los que quizá vuelvas algún día, y libros que guardarás para tus hijos.
Todo lo demás es sólo papel ocupando espacio. De este modo, mantendrás tu biblioteca despejada y con espacio para nuevas adquisiciones.
De «The Novel Cure: An A to Z of Literary Remedies», de Susan Elderkin y Ella Berthoud
Necesito adquirir el libro. Esta muy interesante
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