
Libro recomendado en: Berthoud, Ella, y Susan Elderkin. Manual de remedios literarios: cómo curarnos con libros: 98. Siruela, 2021.
Libros recomendados
Bel canto
ANN PATCHETT
Las penas del joven Werther
JOHANN WOLFGANG VON GOETHE
Lejos del mundanal ruido
THOMAS HARDY
Primer amor
IVÁN TURGUÉNEV
El amor no correspondido es un tipo especial de amor que solo puede circular en un sentido. Para demostrarlo, tomaremos prestada la definición de este mal que ofrece Ann Patchett en su novela Bel canto (que es también uno de nuestros remedios para media naranja, estar buscando a tu). Atrapados en asientos contiguos en un vuelo de dieciocho horas, el joven acompañante sueco de la famosa cantante de ópera Roxane Coss le confiesa su adoración eterna en un arrebato que hace estremecerse a la soprano. No viene a cuento y no se apoya en ninguna amistad o atracción mutua previa, de modo que es excesivo, resulta muy precipitado y demuestra una imprudencia extrema: «El amor que sacrifica la propia vida con tanta facilidad, con tanta estupidez, es siempre el amor no correspondido», escribe Patchett. ¿Cómo te va a ver tu amado como a alguien a quien merece la pena corresponder si estás dispuesto a lanzarte a sus pies, desnudo y sangrante como un trozo de carne cruda?
Solo es cuestión de tiempo que el acompañante se sacrifique a sí mismo, en el sentido literal del término, ya que el pobre diablo acaba totalmente enajenado por la naturaleza destructiva y masoquista de su amor imposible. Cuando los terroristas que han tomado como rehenes a la soprano y a su público ofrecen dejar libre a cualquiera que necesite atención médica, el joven, ciego de amor, no dice ni pío, a pesar de que es diabético y necesita recibir inyecciones periódicas de insulina para mantenerse con vida. Quedarse para «proteger» a Roxane supondrá una muerte segura. Estupendo, acompañante sueco, podría decir Roxane, gracias por hacerme cargar con el sentimiento de culpa por tu muerte. ¿A eso llamas amor?
La literatura está plagada de personajes insensatos y atormentados parecidos a este, deseando morir por el amor de personas que nunca les han pedido que las amen. Y no es un espectáculo agradable. El peor de todos es Werther, en Las penas del joven Werther de Goethe, un alma sensible cuyo amor imposible por la campesina Lotte (que ya está felizmente comprometida con otro hombre cuando se conocen) le lleva a quitarse la vida de la desesperación. Incluso tiene el descaro de hacer que Lotte le envíe la pistola con la que se suicidará. ¡Menuda desfachatez! A raíz de la publicación de esta novela en 1774, multitud de jóvenes sensibles y con temperamento artístico de Ostende a Nápoles empezaron a vestirse con el atuendo característico del joven Werther y algunos imitaron su suicidio, quitándose la vida de un disparo ante un libro abierto. El fenónemo acabó conociéndose como «el efecto Werther». Goethe no tardó en condenar la exaltación extrema de los sentimientos propia del movimiento romántico — conocido en alemán como Sturm und Drang («tormenta e ímpetu»)— en el que había surgido su novela. También nosotras la censuramos. Si sospechas que eres la clase de persona que se deleita en la tragedia de tu amor no correspondido, te ordenamos que te mantengas bien alejado de Las penas. En lugar de a Werther, recurre a Lejos del mundanal ruido.
…
Si la persona a la que amas no te corresponde, interrumpe toda esa insensata efusión y hazte la siguiente pregunta: con tantas ansias por mar a esa persona, ¿has perdido la dignidad y te has convertido en alguien a quien resulta imposible amar? Si la respuesta es sí, vas a ser incapaz de suscitar otro veredicto que un «no» cargado de sentimiento de culpa. Levanta el ánimo. Mírate al espejo y mide lo que vales. A continuación demuestra esa valía con la clase de comportamiento que se merece alguien tan maravilloso como la persona de la que estás enamorado.