
Gómez- Gómez, A.-A. «Balance del primer año de funcionamiento de «eBiblio Andalucía»: el servicio de préstamo de libros electrónicos de las bibliotecas públicas. Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, ISSN 0213-6333, Año nº 30, Nº 109 (Enero-Junio 2015), 2015, págs. 161-171.» Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios vol., n. 109 (2015). pp. 161-171.
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En Andalucía los préstamos realizados durante el primer año de andadura del servicio (desde septiembre 2014 a septiembre 2015) han sido 29.868 (21.707 en 2015 y 8.161 en 2014). Si tomamos el nº total de usuarios registrados en eBiblio (8.218), obtendremos un promedio de 3,63 préstamos por usuario registrado durante dicho periodo. Por el contrario, el nº de usuarios reales que vienen haciendo uso del servicio va fluctuando mes a mes. Si tenemos en cuenta los primeros 9 meses del 2015, la media mensual de usuarios en nuestra Comunidad es de 1.499, y se vienen llevando una media de 2.411 préstamos mensuales (i.e. 1,61 préstamos por usuario). Esa cifra relativamente baja de usuarios satisfechos o fidelizados (los que hemos conseguido mantener), contrasta con los 8.218 registrados en la base de datos en Ebiblio Andalucía. Esa diferencia indica que no hemos conseguido fidelizar y retener a aquellos que han querido conocernos y han hecho alguna vez uso de la plataforma de préstamo. Este dato lamentablemente viene a demostrar que hemos llegado tarde y que lo que ofrecemos, y sobre todo cómo lo ofrecemos, no reviste el suficiente interés para los lectores digitales.
A pesar de que muchas de que las expectativas no se han visto satisfechas, este primer año debe considerarse como un periodo de prueba en el que las todavía modestas cifras estadísticas de uso del servicio no deben condicionar decisiones sobre su futuro y evolución posterior. Entre las causas que explican su lenta introducción se encuentran las siguientes:
– La escasez de títulos ofertados (apenas 1.500 títulos, aunque sean novedades atractivas para el gran público). Estamos de acuerdo con la opinión generalizada de que una de las claves de éxito para afianzar el despegue del préstamo digital en nuestro país va a ser el contar con un amplio catálogo de ebooks. Javier Celaya indica que las plataformas con mejores ratios de utilización del servicio de préstamo digital son aquellas que cuentan con un promedio de más de 10.000 ebooks en el catálogo. En España, el Páis Vasco con eLiburtegia es la única experiencia que se acerca a esa cifra.
– Pérdida de interés por el servicio debido a su relativa complejidad para aquellas personas no habituadas a entornos digitales (hay que instalarse el programa ADE para la gestión del DRM, y tenemos comprobado a través de nuestros cursos de alfabetización que este paso puede convertirse en un impedimento que puede echar para atrás a mucha gente. En realidad no se trata de unos pasos muy complicados pero sí algo farragosos).
– Las disfuncionalidades que se están produciendo a raíz del cambio de plataforma, que se hizo efectiva el pasado 8 de octubre, están provocando un auténtico aluvión de comentarios negativos, como los que podemos encontrar en el Play Store por parte de aquellos usuarios que se descargan la nueva App para dispositivos móviles. Nos hemos visto obligados a realizar de manera precipitada la implementación de la nueva plataforma debido al retraso que supuso el recurso planteado por Libranda a la adjudicación del concurso. Esa precipitación ha sido una de las causas de los problemas e incidencias que se han detectado durante las primeras semanas de la puesta en marcha del servicio con la nueva plataforma. Lo que podríamos calificar como “una batalla empresarial entre Libranda y Odilo” ha provocado que una buena parte de las potencialidades de lectura en streaming (especialmente negativo para los usuarios de dispositivos kindle), la posibilidad de lectura previa de hasta un 10% del contenido del libro o la posibilidad de devolución antes de los 21 días. Esta situación viene provocada porque Libranda, ateniéndose a una interpretación de las cláusulas del pliego de prescripciones técnicas, se ha negado a entregar los archivos maestros de los libros electrónicos para salvaguardar los intereses de sus asociados con lo que el acceso a sus contenidos (que representan el 84% del total de títulos de títulos de la colección) se viene haciendo a través de una pasarela virtual.
– Las limitaciones presupuestarias no han hecho posible un plan de comunicación (lo que sin lugar a dudas ha incidido en que las cifras del arranque hayan sido discretas). Esta laguna se ha intentado paliar con el esfuerzo de iniciativas aisladas de difusión, desarrolladas por muchas bibliotecas y bibliotecarios a nivel particular y algunas redes autonómicas con una voluntad más global, para que aumente su uso.
– Para finalizar, en las conclusiones del Encuentro con nuestros colegas de Almería nos hacíamos una serie de reflexiones y preguntas: ¿Cuál es el impacto de eBiblio en una pequeña biblioteca municipal y cuál es el papel que debemos desarrollar los bibliotecarios ante este nuevo servicio?
La respuesta es la de “Impulsar nuestro papel de mediadores y formadores”, ya que otra de las claves de éxito de la puesta en marcha de este servicio es el involucrar a los bibliotecarios en todo el proceso, formarlos para que conozcan en profundidad el funcionamiento de la plataforma y puedan recomendarla activamente a sus usuarios.