
Poema À qui la faute? (¿De quién es la culpa?) de Victor Hugo, en el que se muestra un diálogo entre el poeta y un “miserable” que ha incendiado una biblioteca durante las revueltas de la Comuna de París. La escena presentada termina con el “miserable” admitiendo: “No sé leer”.
¿De quién es la culpa?
¿Acabas de quemar la biblioteca?
Sí, lo hice.
Le prendí fuego.
¡Pero eso es un crimen inaudito!
¡Un crimen cometido por ti contra ti mismo, infame!
¡Acabas de matar el rayo de tu alma!
¡Has apagado tu propia antorcha!
Lo que tu impío y loco furor se atreve a quemar,
Es tu propiedad, tu tesoro, tu dote, tu herencia…
El libro, hostil al maestro, es una ventaja para ti.
El libro siempre ha hecho suya tu causa.
Una biblioteca es un acto de fe
que firman las generaciones sumidas en la oscuridad
Que en la noche dan testimonio del amanecer
(…)
El libro en tu pensamiento entra, desata en él
Los lazos que unen el error y la verdad,
Porque toda conciencia es un nudo gordiano.
Es su médico, su guía, su guardián.
Cura tu odio; quita tu locura.
Esto es lo que pierdes, por desgracia, ¡y por tu culpa!
¡El libro es tu riqueza! Es conocimiento,
Derecho, verdad, virtud, deber,
El progreso, la razón disipando todo delirio.
¡Y tú lo estás destruyendo!
No sé leer.
VICTOR HUGO
¿De quién es la culpa? (1872)”