
Kaw, Jon Kher, et al. The Hidden Wealth of Cities: Creating, Financing, and Managing Public Spaces. World Bank, 2020.
En todo el mundo, aproximadamente un tercio de la superficie de una ciudad está cubierta por espacios públicos, desde calles, plazas de barrio y parques hasta instalaciones públicas como bibliotecas y mercados.
A pesar de esta importancia, el potencial de los espacios públicos -que suelen ser propiedad de los gobiernos locales y estar gestionados por ellos- para transformar las ciudades y mejorar la vida urbana suele pasarse por alto por muchas razones: una planificación urbana deficiente y ad hoc, limitaciones financieras y otras prioridades urgentes derivadas de la rápida urbanización. La degradación resultante de los espacios públicos en lugares congestionados, dominados por los vehículos y contaminados se convierte a menudo en un lastre, creando una espiral descendente que agota los recursos públicos y agrava diversos problemas de la ciudad.
Por el contrario, las ciudades que invierten en la creación de espacios y lugares públicos conectados e inclusivos evitan esta tendencia y les va mucho mejor. Aprovechan los activos del espacio público para crear valor para el área circundante, apoyando los medios de vida y promoviendo los negocios locales; y estimulan la revitalización urbana y la innovación, atrayendo más empresas y talento. Estas ciudades también son capaces de cosechar los beneficios económicos de los espacios públicos bien concebidos.