Greta Van Susteren, periodista de Fox News, no cree necesario construir bibliotecas cuando tenemos los libros en nuestros dispositivos móviles

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Hace unas semanas Tim Worstall, un colaborador de la prestigiosa revista Forbes, escribió  “Cerremos las bibliotecas y proporcionemos a todos los ciudadanos una suscripción a Amazon Kindle Unlimited” argumentando que de este modo, su país natal Reino Unido, podría ahorrar una gran cantidad de dinero a los contribuyentes. Según su argumento el Reino Unido gasta ahora 1,7 mil millones de libras en bibliotecas públicas, y de este modo gastaría solo un mil millones de libras.  La semana pasada la ex presentadora de la Fox News, Greta Van Susteren, suscito una fuerte polémica entre los bibliotecarios, cuando en publicó en Twitter un post en el que se manifestaba en contra de que las universidades estuvieran dedicándose a la construcción de «grandes bibliotecas», que calificó como «proyectos de vanidad». En un comentario de vídeo posterior a la polémica aclaró que ella cree que necesitamos bibliotecas, pero se preguntó por qué se están construyendo grandes bibliotecas cuando buena parte de los libros … están en Internet.Y prosiguió con: «Tenemos los libros en el smartphone, el el iPad, en el portátil, así que ¿por qué construimos todos estos edificios? «, lo que lejos de calmar la situación, aún encendió más la polémica.

Van Susteren, que hasta este mes de septiembre organizó el programa de noticias de la noche en la Fox, hizo los comentarios a las 6:28 a.m. en respuesta a un artículo de Yahoo Finance que muestra que las tasas de matrícula habían aumentando en colegios privados y públicos. En los siguientes tweets, criticó a las universidades por construir «edificios nuevos muy caros» y pasar los costos a los estudiantes en lugar de renovar los existentes.

Los bibliotecarios rápidamente criticaron a Van Susteren por sus comentarios. Algunos señalaron un informe publicado este otoño por el centro de investigación Pew que encontró altos niveles de satisfacción con la biblioteca local entre el público estadounidense. Otros señalaron que los gastos relacionados con el atletismo y la hinchazón administrativa eran los verdaderos culpables del aumento del costo de la educación superior. Otros cuestionaron si Van Susteren había puesto los pies en una biblioteca recientemente.

 Varios miembros prominentes de la profesión respondieron al señalar la importancia del edificio de la biblioteca no sólo como una unidad de almacenamiento de documentos físicos, sino como un lugar donde los estudiantes se reúnen para llevar a cabo su trabajo académico. Otros señalaron que las bibliotecas prestan servicios directos a estudiantes, profesores e investigadores, tanto en lo que respecta a la programación en línea creada localmente como a la consulta individual de investigación, que requieren una infraestructura importante. Otros argumentos podrían haberse multiplicado también: las bibliotecas académicas recogen no sólo documentos de productos básicos (libros, artículos y grabaciones comercialmente disponibles, a menudo accesibles en línea), sino también documentos raros y únicos que definitivamente no están en su teléfono inteligente Por lo menos no a menos que estén almacenados, comisariados y digitalizados – procesos que requieren instalaciones físicas sustanciales.

Es necesario recordar a la señora Van Susteren,, que históricamente la biblioteca como institución es uno de los organismos que más y mejor ha contribuido al éxito de cualquier democracia. Las bibliotecas proporcionan acceso a las habilidades y conocimientos necesarios para cumplir con los roles de ser ciudadanos activos, además de funcionar como instituciones esenciales para la igualdad de los ciudadanos; siendo el garante más equitativo de acceso a la información y el conocimiento. Por el conocimiento que ofrecen y la ayuda que proporcionan hace que los bibliotecarios sean el alma de una sociedad inclusiva, informada y comprometida con sus ciudadanos.

Si bien en la era de Google y Amazon, los diferentes medios permiten acceder a la información con mayor facilidad y rapidez que nunca, como consecuencia de  ello, cada vez que se discute el tema de cómo se invierten los recursos se plantea la cuestión de cuál es el papel de la biblioteca y del bibliotecario en la era digital. La biblioteca ha perdido la exclusiva de ser casi el único proveedor de contenido. Lo que está llevando hacia un cambio en cuanto a las responsabilidades y competencias profesionales; los bibliotecarios en esta era digital proporcionan acceso, orientación y formación a los materiales físicos y electrónicos en línea sin dejar de atender las tareas fundamentales que han contribuido a la esencia a la profesión durante siglos.

La globalización también conlleva lo que se ha denominado ”brecha digital” que tiene consecuencias sociales que se traducen en un aumento de la desigualdad y la fragilidad social. En este contexto las bibliotecas representan una estrategia sumamente importante de cara a la mitigación de esos riesgos. Los ciudadanos creen que las bibliotecas son instituciones importantes de la comunidad y profesan su interés por aquellas que ofrecen una gama de nuevas posibilidades y servicios.

En muchos casos, los bibliotecarios se han convertido en maestros en la formación sobre el uso de los servicios digitales y muchas bibliotecas se han transformado en centros de capacitación tecnológica que ofrecen formación gratuita o a bajo coste a través de una amplia variedad de medios. Los bibliotecarios de hoy son más que administradores de libros, vídeos y archivos digitales, sino que también son miembros clave de la comunidad y de sus relaciones públicas. En este contexto existe una necesidad de intervención de la biblioteca en la formación de los usuarios tanto en el uso de tecnologías de la información de carácter general como de dispositivos y aplicaciones de lectura con carácter particular, ilustrando al usuario sobre las posibilidades recreativas y educativas de la misma para que se produzca el máximo aprovechamiento de todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.

Las bibliotecas como lugar son importantes porque permiten establecer conexiones personales que ayudan a definir las necesidades e intereses de la comunidad. Son auténticos centros cívico que fortalecen la identidad de comunidad en formas que producen un importante retorno de la inversión. Proporcionan un lugar seguro y confiable para los servicios comunitarios tales como centros de salud, centros de respuesta a emergencias, incubadoras de pequeñas empresas, centros de desarrollo de trabajo y centros de recursos para inmigrantes. De este modo la biblioteca como espacio físico cada vez será menos un lugar para que los ciudadanos lleven libros en préstamo y más un lugar donde los ciudadanos participan en construir sus identidades personales y ciudadanas.  Hoy en día las bibliotecas se están transformando en espacios versátiles, espacios polivalentes, que además de ofrecer todavía a la gente la oportunidad de acceder a una gran cantidad de materiales físicos de lectura, también proporcionan acceso a internet, a dispositivos digitales, apoyo a las personas en la búsqueda de trabajo y aplicaciones móviles para facilitar el acceso a los recursos en línea; además de ofrecer oportunidades de aprendizaje en contextos informales, tales como espacios para reuniones y encuentros para el público en general, para grupos comunitarios y otras organizaciones locales.

Todo esto hace que el espacio de la biblioteca sea recurso estratégico para la biblioteca del siglo XXI, ya que precisamente la biblioteca puede prestar a sus ciudadanos lo que no proporciona Internet o las redes socailes, un lugar donde reunirse, intercambiar conocimientos y convivir. Eso hace del espacio de la biblioteca un lugar clave.