¿Qué son, para qué sirven y cómo funcionan los DRM?

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Ver:

Alonso-Arévalo, Julio ; Cordón-García, José-Antonio El libro electrónico y los DRMAnuario ThinkEPI 2011, 2010.

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A pesar de Digital Rights Management (DRM) es una tecnología ampliamente utilizada en la industria de libros electrónicos, muchos autores y usuarios desconocen como funciona un sistema de gestión de derechos de autor. En este post, se explican algunos términos sobre que es un DRM, que tecnologías se están utilizando actualmente, las implicaciones para los usuarios, autores e industria editorial y cuales son las soluciones alternativas

DRM es una forma de protección para libros electrónicos y otros contenidos que vincula un libro comprado a una cuenta de usuario específica. Al hacerlo, sólo el comprador del eBook será capaz de poder leerlo en los dispositivos autorizados, normalmente 4 o 5, a no ser que la persona preste el propio dispositivo. Si el libro está protegido por DRM en principio no se podrá compartir con otra persona. Dependiendo de la configuración de DRM, este puede incluir además restricciones  de impresión y copia, o de de tiempo (préstamo de biblioteca) .

Empresas como Amazon y Apple tienen su propio sistema DRM. (DRM Amazon y Fairplay DRM) que utilizan su DRM para protegerse contra el intercambio ilegal, y para asegurar la venta únicamente desde sus propios sitios web. La solución DRM de Adobe, Adobe Digital Editions Adobe Digital Editions Protection Technology, requiere un programa llamado Adobe Content Server para administrar el sistema DRM.

Uno de los beneficios de la solución DRM de Adobe es que es utilizado por varios gigantes de la industria, incluyendo Barnes & Noble, Kobo y Sony. A diferencia de las soluciones DRM de Amazon y Apple, que disponen de sistemas DRM propietarios

DRM (Digital Rights Management) es un concepto y a la vez un dispositivo con un sistema de cifrado que combina hardware y software –sistemas de encriptación- con la finalidad de establecer los usos permitidos por el titular de los derechos sobre una obra digital. El DRM es utilizado por autores y editores de obras protegidas por derechos de autor para evitar el pirateo y otras actividades ilegales, o establecer un rango de usos permitidos y no permitidos en base a diferentes circunstancias y condiciones. Sin embargo DRM engloba varias técnicas que permiten al propietario de los derechos o a su distribuidor autorizado controlar cómo se utilizan los contenidos por parte de los usuarios. Su estipulación legal se basa en un tratado aprobado por la comunidad internacional en el seno de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) en 1996, que fue ratificado por la directiva comunitaria 2001/29/CE de 22 de mayo denominada “Derechos de autor en Internet”

Aunque es ahora cuando más se está hablando de DRM por la popularización de los libros electrónicos, los primeros sistemas comenzaron a funcionar a finales de los años 90 aplicados a música, vídeo, programas informáticos y documentos electrónicos, con la finalidad de servir simplemente como sistema anticopia. Posteriormente el DRM se ha aplicado al control de los diferentes usos que se pueden hacer de un documento digital, ya que la restricción puede establecerse sobre un uso concreto (lectura, impresión, modificación, descarga…) de un producto digital creativo (literatura, música, películas, programas…).

Los mecanismos DRM están lejos de disponer de un estándar, ya que la codificación es distinta según la empresa que lo diseña, pero todos ellos tienen en común algunas características como son:

-Se aplican a contenidos intelectuales o creativos en formato digital.

-Establecen quién o quiénes acceden a las obras, y bajo qué condiciones.

-Autorizan o deniegan el acceso a la obra, o a alguna de sus funciones.

-Las condiciones de acceso las establece el proveedor de la obra.

-Reduce las posibilidades de la proliferación de copias ilegales.

-Facilita disponer a tiempo real de estadísticas de accesos y usos de un archivo digital, ayudando a determinar el valor de éste.

 

El DRM es utilizado en bibliotecas para fijar un tiempo de uso limitado de los libros electrónicos en préstamo. Una vez transcurrido el plazo, automáticamente hace que el libro no pueda seguir siendo leído o desaparezca del lector de libros (eReader).

El uso del DRM también tiene aspectos controvertidos. Algunos opositores al DRM como la Free Software Foundation se refieren al mismo como “digital restriction management” y afirman que las condiciones establecidas por el DRM sobrepasan la legalidad, ya que restringen algunos usos legales y razonables.

Los sistemas DRM los establecen unilateralmente los distribuidores de contenidos, y en ocasiones van más allá de los legítimos derechos del comprador en aspectos tales como el uso de la copia privada o de seguridad, las excepciones de copia que en alguna legislación se establece para casos específicos –el llamado uso justo (fair use)- como puede ser la autorización de cambio de formato para usuarios con discapacidad visual, el uso con fines de docencia e investigación, la realización de obras derivadas a partir de la original (traducciones, remixes, versiones, críticas… ), la copia para preservación digital, o que el DRM supere en muchos casos el tiempo estipulado por la legislación de derechos de autor para las obras que pasan al dominio público, porque ha expirado el plazo de protección, que según las legislaciones de los distintos países suele oscilar entre 50 y 70 años desde la muerte del creador.

Existen inconvenientes del DRM, tanto en el plano técnico como en el conceptual, ya que no son sistemas seguros al cien por cien, pues pueden ser decodificados o craqueados. Y por otra parte también limitan la difusión de las obras, ya que en ocasiones su aplicación es aún más estricta que la que se establecía para la copia impresa; por ejemplo un libro impreso se lo podemos prestar a uno, dos o tres amigos, sin embargo un libro electrónico con DRM – salvo la excepción que hace algún distribuidor como Sony, que permite prestarlo 2 veces-, no lo podríamos hacer a no ser que le prestáramos nuestro dispositivo para leerlo. Algunas empresas como Apple a través de su tienda de música iTunes han empezado a vender contenidos musicales sin DRM, pero a cambio han incrementando el precio en 30 céntimos por canción, ya que consideraba que su utilización estaba limitando su capacidad competitiva frente a sus adversarios. Algunos de ellos, como EMI o Amazon, anteriormente ya lo habían retirado, lo que supone que el 80% de la música vendida en la actualidad no dispone de DRM.

En cuanto al libro electrónico algunos autores ya han puesto de manifiesto que la utilización de sistemas DRM muy restrictivos se encuentran entre las razones por las que el comercio del mismo está teniendo un despegue más lento de lo que debería. Por otra parte DRM entra en contradicción con los ideales del software libre, ya que da la posibilidad de que los distribuidores especifiquen para qué programas concretos permiten la lectura, y de esta manera discrimina a aquellos usuarios que quieren o deseen utilizar programas de código abierto. Incluso un formato abierto como ePub, ve condicionado su carácter de abierto por el uso del DRM, ya que en el momento que un libro con formato ePub contiene un sistema DRM limita su condición de abierto y libre para depender de las especificaciones del DRM que se esté aplicando.

Pero el aspecto más controvertido es el relativo a la salvaguarda de la intimidad del usuario, ya que hasta ahora la compra de un documento en formato físico no hacia necesaria la identificación del usuario; sin embargo los sistemas DRM implican la necesidad de identificación del cliente para poder rastrear los usos que se hagan de la copia, en algunos casos incluso se vincula a la tarjeta de crédito del comprador del libro.

Una cuestión muy delicada es que los controles son establecidos por empresas privadas basados en lo que se ha denominado “computación fiable”, dejando en manos de éstas datos relativos a qué libros compra un usuario y cómo los utiliza, que en ocasiones pueden dar lugar a malas prácticas pudiendo ser utilizado con fines no éticos. Este aspecto es verdaderamente complejo, ya que con el objetivo de salvaguardar los legítimos derechos de los autores se invade un terreno de uno de los derechos fundamentales como es el de la intimidad, con el agravante de que es ejercido por terceros que pueden vigilar qué leemos y cómo leemos. No hace mucho Amazon tuvo un problema: no disponía de los derechos de autor para el formato digital de los libros 1984 y Rebelión en la granja, de George Orwell, y tras la denuncia de sus propietarios legítimos, se vio en la obligación de retirarlos de los dispositivos de lectura Kindle de sus clientes y a devolverles lo que habían pagado por ellos. Esta manipulación en la biblioteca de los lectores ha dado mucho que hablar, e incluso se ha dicho que es como si el librero de toda la vida entrara en tu casa y se llevara dos ejemplares de nuestra biblioteca dejando, eso sí, un cheque en la estantería.

Sin embargo eso puede tener aspectos positivos, como lo que se ha denominado DRM social o soft DRM, El DRM social, también conocido como marca de agua de eBook, es otra forma de protección. Aunque muchos expertos argumentarán que la marca de agua no es técnicamente un DRM ya que no hay protección activa. En su lugar, los libros electrónicos están protegidos mediante la inclusión de filigranas visibles y / o invisibles dentro del libro electrónico. Las marcas de agua visibles a menudo incluyen información personal del comprador, como su nombre, número de teléfono y dirección de correo electrónico. Esta forma de marca de agua es eficaz por dos razones. La primera razón es que hace que un libro sea fácilmente rastreable y permita ver quien es el dueño del mismo si este contenidos se ha puesto en la web sin el debido permiso de quienes detentan los derechos de autor. La segunda razón es disuadir al comprador de compartir el libro electrónico, ya que no estará dispuesto a que su información personal quede en manos de personas que no conoce. En cualquier caso, el fin último es desalentar que el usuario haga una difusión no permitida del libro, ya que a partir de la copia puede rastrearse a quién pertenece el original.  Algunas empresas están experimentando con sistemas alternativos al DRM como incluir en el libro algún cambio de palabra o frase a modo d huella digital que permita identificar de donde ha partido la copia ilegal que se ha puesto en internet.

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Datos de un DRM Social con marca de agua

En conclusión, el éxito de los modelos comerciales en internet depende en gran medida de los sistemas de protección de los derechos digitales. En este terreno ha sido fundamental el desarrollo del DRM (digital rigths management), que está permitiendo la gestión de los derechos electrónicos con cierta seguridad.

Por otra parte su uso tiene aspectos controvertidos que aún están por resolver de manera satisfactoria en cuestiones de derecho a la intimidad, pues los datos y estadísticas de uso quedan en manos de entidades privadas que pueden hacer algún mal uso de los mismos con fines comerciales o de otro tipo. Hay que recordar que el derecho a la intimidad está por encima del derecho a la propiedad.

Otro aspecto a resolver es lo que se ha denominado uso justo, es decir esas excepciones que establece la ley a la norma común como es el uso para personas discapacitadas, la copia legal con fines de docencia e investigación, además de cuestiones sobre el ámbito de aplicación, pues habitualmente los DRM los establecen empresas estadounidenses sobre contendidos que se comercializan en otros países con legislaciones distintas.

 

22 comentarios en “¿Qué son, para qué sirven y cómo funcionan los DRM?

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  14. Walter

    Gracias por la útil información que compartes. Tengo una duda… Hace poco compré libros en formato ePub (obviamente tienen la protección DRM): ¿Como propietario me es legal convertirlo en .Mobi para poder leerlos en una Kindle?
    De antemano, gracias por tu respuesta.
    Un cordial saludo.

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    1. Julio Alonso Arévalo Autor

      Teóricamente según la ley cualquier cambio de formato requeriría la autorización del propietario de los derechos qué es el editor.

      Funcionalmente no podrías hacerlo porque el drm no te lo va a dejar hacer.

      Hay programas que rompen la protección, pero en ese caso solo podrías hacer para uso personal.

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      1. Walter

        Mi estimado, gracias por su pronta respuesta. Le comento: Me atreví a convertir uno que otro libro en el formato que le mencioné con el programa Calibre, y no tuve ningún problema (la conversión se realizó correctamente); más allá de ello, no quisiera infringir alguna ley por haber realizado tal acto. En lo último que menciona, sobre… «Hay programas que rompen la protección, pero en ese caso solo podrías hacer para uso personal», le confirmo que solo sería para mi uso personal. Y por cierto, también me sugue otra pregunta: Ya que observé el resultado de dicha conversión, lastimosamente, la fuente y formato que tenía el libro llegó a cambiar en ciertos detalles… ¿Existe la posibilidad, legalmente, de que yo pueda realizar un pequeño cambio en lo anteriormente mencionado?, esto con el único fin de tener una lectura de manera amena en mi kindle.

        Un cordial saludo.

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