Internet de las cosas: el futuro ya está aquí

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La Internet de las cosas reúne a personas, procesos, datos y cosas para conectar a todos ellos en red con el objetivo de hacer la red más relevante y valiosa que nunca antes, y de este modo convertir la información en acciones que crean nuevas  capacidades, experiencias más ricas y nuevas oportunidades económicas sin precedentes para las empresas, los individuos y los países. Si bien habrá que tener en cuenta algunas consideraciones pendientes de resolver satisfactoriamente como las relativas a la privacidad, la seguridad, el consumo de energía y la congestión de la red.

Alonso-Arévalo, Julio. Internet de las cosas: El futuro ya está aquí. Horizontes del bibliotecario septiembre-octubre de 2015

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Dentro de no mucho tiempo cuando casi todo sea digital, probablemente este adjetivo deje de tener sentido y deje de ser utilizado con la frecuencia que ahora lo hacemos. Ya mismo se está hablando del la “Internet de las cosas” o “Internet de todo”. Aunque nos parezca nuevo el concepto lo lanzó por primera vez Kevin Ashton, un investigador de la MIT en 1999. Básicamente, se trata de que todas las cosas del mundo estén conectadas a Internet.

Según nos dicen la Internet de las cosas permitirá que los servicios públicos modernicen sus redes de distribución para lograr mayor control y eficacia. Esto llevará a desarrollar valor a partir del aumento de las conexiones entre las personas, los procesos, los datos y las cosas. Estamos familiarizados con la explosión de la Internet móvil y de acuerdo con un reciente estudio, sabemos que ya el número de dispositivos móviles conectados supera el número de personas en la tierra. En 2010 se registraron más de 12,5 millones de dispositivos inteligentes en a tierra. Internet Business Solutions Group de Cisco (IBSG) predice que unos 25 mil millones de dispositivos estarán conectados en 2015 y 50 mil millones para el año 2020. Su importancia es que esto facilitará la interconexión digital de objetos cotidianos con internet. Por ejemplo, puede ser común llegar a usar sensores bajo la piel o en la ropa que recojan y transmitan datos a los proveedores de salud. Algunos analistas incluso sugieren que las personas pueden llegar a ser los nodos individuales que producen un flujo constante de datos estáticos. Todos los cambios están orientados a optimizar y mejorar los procesos existentes. Actualmente se empiezan a observar movimientos en el ámbito de la fabricación que hacen pensar que en el futuro muchas de las tendencias y modelos que han tenido lugar en el mundo digital o del sofware pueden tener su reflejo en el mundo industrial. En lugar de simplemente informar únicamente de datos brutos, las cosas conectadas pronto serán capaces de enviar información de alto nivel y conocimientos a otras máquinas, equipos y personas en tiempo real para su posterior evaluación y toma de decisiones

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