
Algar, Selim. «Fed up Librarians Struggle to Contain Rampant Sex, Drug Use and Violence at Branches Across the Country.» New York Post, April 8, 2024. https://nypost.com/2024/04/08/us-news/librarians-struggling-to-contain-sex-drug-use-and-violence-across-the-us/.
Las bibliotecas americanas, antes oasis tranquilos de aprendizaje, ahora enfrentan desorden y peligro diario. Bibliotecarios de todo el país, desde California hasta Nueva York, se quejan de problemas como sexo en público, uso de drogas y violencia. Las bibliotecas han comenzado a funcionar como refugios de facto para personas marginadas, especialmente desde la pandemia de COVID-19.
Los bibliotecarios se enfrentan a situaciones como sobredosis de heroína y episodios de esquizofrenia, sin formación adecuada para manejar estos casos. La crisis de las personas sin hogar ha exacerbado estos problemas. En Antioch, California, una biblioteca cerró debido a quejas de actividades sexuales y uso de drogas en sus instalaciones. Solo reabrió con la presencia de un guardia de seguridad armado.
Un ejemplo alarmante es Jennifer Goulden, una bibliotecaria de Iowa que demandó a su biblioteca de Des Moines por ignorar sus quejas sobre el caos y, según ella, incluso tomar represalias en su contra. La mayoría de las bibliotecas se han convertido en lugares inseguros, lo que ha alejado a muchas familias.
En Long Beach, los bibliotecarios lograron que se aprobara una ley para suspender a los asistentes problemáticos, debido a incidentes que van desde personas desnudas hasta peleas. En Tampa, Florida, un hombre fue arrestado por filmar a niños y a sí mismo masturbándose en una biblioteca. En Boulder, Colorado, una biblioteca cerró durante un año debido a residuos de metanfetaminas en los baños. La biblioteca principal de San Diego recibe visitas diarias de la policía y un hombre fue asesinado allí el año pasado.
A pesar de estos desafíos, los bibliotecarios están comprometidos a proporcionar espacios inclusivos, pero necesitan más apoyo y planes para manejar la situación. Sin embargo, la falta de apoyo en salud mental y administradores abrumados hacen que la situación sea insostenible. Algunos bibliotecarios han desarrollado tácticas para manejar el acoso sexual constante, mientras que la presencia de guardias de seguridad no siempre resulta efectiva. Las bibliotecas también han sido blanco de amenazas de bomba y otras formas de acoso debido a eventos controvertidos.
La Asociación Americana de Bibliotecas no respondió a las solicitudes de comentarios sobre estos problemas.