Sus incursiones en las librerías de lance y trastiendas semiclandestinas

Sus incursiones en las librerías de lance y trastiendas semiclandestinas partieron de allí. La multiplicación de los mundos al alcance de su curiosidad fue el premio condigno a la voracidad de las lecturas: un catálogo extenso y heterogéneo en el que pasaba de la América de Poe a la Normandía de Proust, de las ambiciones y amores de Julien Sorel a los ejercicios espirituales de un adolescente de Dublín. La literatura unía y destilaba la esencia de las dos pasiones d su niñez -la historia y la geografía- en un ámbito único. La evasión era posible sin moverse del sitio. Las sacudidas del tren, sus aceleraciones y frenazos, en aquel recorrido fijo, la devolvían la imagen de una resistencia redundante de la que quería escapar, y de la que un día escaparía,

Juan Goytisolo

«Telón de boca»