
Los niños puedan verse a sí mismos en los libros que leen. Crystal Laderas, bibliotecaria de de New Westminster, nos cuenta cómo lo hace y la demanda de representaciones diversas de género, raza e identidad sexual en la literatura infantil.
Una bibliotecaria de New Westminster se ha propuesto que todos los niños se sientan representados encontrándoles libros con los que puedan identificarse. Elaine Su es una autoproclamada «buscadora de libros», que trabaja como profesora y bibliotecaria. Dice que su objetivo es encontrar libros infantiles en los que aparezcan personas racializadas, de la comunidad 2SLBGTQ+ y neurodivergentes. «Los libros sobre el amor intergeneracional, el cuidado y el aprendizaje son para mí una parte integral de mi cultura y mi herencia», añadió
Elaine Su dice que sólo había un personaje de libro que se parecía a ella mientras crecía, Claudia de la serie The Babysitters Club, y ahora está intentando activamente cambiar eso para la próxima generación de lectores.
«Cuando crecía, nunca se me habría ocurrido pedir la versión asiática de Sweet Valley High, porque nunca habría existido», dijo Su a CityNews.
Según Elaine Su, cada vez hay más padres que quieren que sus hijos se vean reflejados en los libros que leen.
«La gente me pregunta: ‘Tenemos una familia de dos madres y nunca encuentro ningún libro que tenga dos madres. ¿Hay libros de niños con discapacidades que también estén racializados? ¿Hay libros sobre niños queer que también son inmigrantes? Nunca veo eso plasmado en los libros'».
Con la ayuda de una pequeña subvención del vecindario, Su ha conseguido que más de 60 niños reciban libros en los que pueden «verse a sí mismos».
Entre sus principales peticiones de libros está la literatura con familias multirraciales, como la de Gabriel McFarlane.
«Los libros son una gran manera de ilustrar la vida a los niños cuando están tratando de entender las cosas. Por eso creo que es muy bueno tener diversidad en los libros», dijo McFarlane.
En el barrio chino de Vancouver, una librería de origen indígena dice que la demanda de representación la llevó a abrir una sección infantil.
«Los padres están realmente entusiasmados por exponer a sus hijos a este tipo de material, algunos nos dicen que lloraron mientras leían a sus hijos las historias y se sienten desbordados por la emoción. Sé que a mí también me ha pasado, nunca pensé que hubiera alguien que pudiera identificarse conmigo», explica Dani Sidlowski, de Massy Books.
Y los libros no sólo impactan a los niños.
«Leí mi primer libro de un autor filipino, cuando tenía veintitantos años», explicó Sidlowski.
«Nadie tenía la misma formación que yo ni ninguna experiencia compartida conmigo… ahora me encuentro leyendo libros infantiles todo el tiempo sólo para calmar esa parte de mi niño interior que se estaba perdiendo».
Pingback: Los bibliotecarios ayudan a encontrar libros para que niños de todos los orígenes y condición puedan verse a sí mismos reflejados en los libros que leen. — Universo Abierto – Bárbara Paredes
Pingback: Los bibliotecarios ayudan a encontrar libros para que niños de todos los orígenes y condición puedan verse a sí mismos reflejados en los libros que leen. — Universo Abierto – Una Simple Secretaria