Manifiesto de Literatura Infantil

 

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Manifiesto de Literatura Infantil

The Iowa Review

Más o menos con una traducción libre dice (se admiten correcciones y sugerencias, al fin y al cabo soy bibliotecario y no traductor):

1. Los libros infantiles son los libros más importantes en nuestra vida, porque son potencialmente los libros más influyentes que leeremos, ya que la literatura infantil llega a una audiencia en el proceso llegar a ser alguien. Por ello su lectura nos dejan una huella más profunda que las lecturas que hagamos en otras etapas de nuestra vida.

2. Los adultos que rechazan la literatura infantil descuidan sus responsabilidades como padres, educadores y ciudadanos. Porque lo que los futuros padres, maestros, médicos, trabajadores de la construcción, soldados, líderes y vecinos lean es de suma importancia. Si los libros dejan una impresión tan poderosa en la mente de los jóvenes, proporcionar buenos libros a los niños es de vital importancia. No por ninguna otra razón que no sea, que ellos van a seguir viviendo en un mundo que heredan y a su vez deben transmitir los mejores valores a sus hijos.

3. Casi no hay literatura infantil escrita, ilustrada, editada, comercializada, vendida, o enseñada por los niños. Los adultos, y su percepción de los “niños” crean libros para niños. Es hipócrita que los adultos afirmen que la literatura infantil es indigna de su atención. Hacer tal afirmación es negar a los adultos que hacen literatura infantil.  De hecho, cualquier adulto que alega que la literatura de niños debe ser segregada de los adultos es un hipócrita, un idiota, o ambos.

4. Los niños forman parte de grupos tan heterogéneas como los adultos. No hay un niño universal, como no hay ningún adulto universal. Definir el número de lectores de cualquier obra de “literatura infantil” es una tarea compleja y complicado. Paradójicamente, y como el propio término indica, “la literatura infantil” se define por su público, es decir que es para los niños. Por tanto, es una literatura para un público cuyos gustos, capacidad de lectura, nivel socioeconómico, aficiones, salud, cultura, intereses, sexo, vida familiar, nacionalidad y raza varían ampliamente. La literatura infantil se orienta a un grupo no cuantificable. Por esta razón, definir el término “literatura infantil” es un problema. Sólo alguien que nunca ha pensado en los niños o lo que leen podría argumentar que la literatura infantil no merece su consideración.

5. La literatura infantil tiene valor estético. Los buenos libros para niños son literatura en toda su extensión de la palabra. Al igual que los buenos libros ilustrados son galerías de arte portátiles. Si no tomamos la literatura infantil en serio, estamos infravalorando la literatura y el arte. También debemos considerar y ser capaces de distinguir las obras de calidad de otras inferiores. Esto no quiere decir que podamos o debamos estar todos de acuerdo en lo que es un buen libro para niños. No podemos y no debemos. Lo que podemos y debemos hacer es valorar lo que hace a los libros infantiles malos o buenos, regulares o clásicos, banales o bellos.

6. La capacidad de contar historias nos hace humanos. Desde una edad muy temprana, los niños tienen sentido del mundo por contar historias. Un niño habitualmente es capaz de narrar los acontecimientos de su día a día; incluso son capaces de inventar una historia para acompañar las imágenes de un libro cuyo texto aún no pueden descifrar. Para ayudarles a comprender el mundo y su lugar en él, los niños necesitan cuentos. La literatura infantil les da relatos sobre los que construir su propio relato.

4 comentarios en “Manifiesto de Literatura Infantil

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