El 90% de los canadienses visitaron la biblioteca en 2024

BookNet Canada. (2025, 14 de mayo). Canadian Book Borrowers in 2024. Recuperado de: https://www.booknetcanada.ca/blog/research/2025/5/14/canadian-book-borrowers-in-2024

Durante el año 2024, la actividad en las bibliotecas públicas de Canadá mostró una recuperación y consolidación notables tras los efectos de la pandemia, según un estudio de BookNet Canada basado en encuestas a más de 4 200 lectores.

Aproximadamente un 27 % de los canadienses reportaron haber tomado prestado al menos un libro durante el mes anterior a la encuesta. Este dato refleja una estabilización en el uso de las bibliotecas en comparación con años anteriores, en los que el acceso físico y los hábitos de lectura se vieron afectados por las restricciones sanitarias.

La presencialidad volvió con fuerza: un 90 % de los usuarios de bibliotecas afirmaron haberlas visitado físicamente, en comparación con el 59 % registrado en 2020. Además, el acceso a través de plataformas digitales creció: un 76 % de los encuestados visitó el sitio web de su biblioteca local al menos una vez al mes, frente al 50 % de hace cuatro años. Esto muestra un equilibrio interesante entre los servicios presenciales y digitales, que ya no compiten sino que se complementan.

En cuanto a los formatos prestados, el libro impreso sigue siendo dominante, con un 72 % de las obras solicitadas en este formato. Le siguen los ebooks (18 %) y los audiolibros (10 %), lo cual indica que aunque las tecnologías digitales han ganado terreno, el papel sigue teniendo un lugar central en la experiencia lectora canadiense. En promedio, los lectores tomaron prestados 5 libros en el mes anterior: 3,5 eran impresos, 0,9 electrónicos y 0,5 audiolibros.

Las motivaciones principales para tomar libros prestados incluyen razones económicas y prácticas: un 52 % de los encuestados mencionó el ahorro de dinero como principal motivo; un 45 % dijo que lo hace para no tener que comprar los libros, y un 24 % lo considera una práctica habitual, parte de su rutina cultural. Esto subraya el valor de las bibliotecas no solo como centros de acceso al conocimiento, sino también como herramientas fundamentales para la equidad social.

Un hallazgo interesante es que muchos usuarios de bibliotecas también son compradores activos de libros. Más de la mitad afirmaron haber comprado libros, con un gasto mensual medio que varía entre 1 y 49 dólares canadienses. Esto desmiente el prejuicio de que quien usa la biblioteca deja de consumir libros comercialmente. Por el contrario, revela una relación complementaria entre préstamo y compra, donde la biblioteca actúa como un espacio de descubrimiento y evaluación.

Además, el estudio incluye datos sobre hábitos de lectura por edad, frecuencia de uso y el grado de satisfacción con los servicios de las bibliotecas, indicando en general una valoración positiva por parte de la población. Las bibliotecas siguen siendo vistas como un recurso vital, especialmente para familias, estudiantes y adultos mayores.