La Inteligencia Artificial revela sin dañarlo un manuscrito del Merlín Rey Arturo de 750 años oculto en una encuadernación.

Davis, Lauren. “Tales of Merlin and King Arthur Resurface After 750 Years, Hidden in a Bookbinding.Gizmodo, April 4, 2019. https://gizmodo.com/tales-of-merlin-and-king-arthur-resurface-after-750-years-inside-a-bookbinding-2000581309

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Un equipo interdisciplinar de la Universidad de Cambridge descubrió un raro fragmento del ciclo artúrico reutilizado en la encuadernación de un documento del siglo XVI. Gracias a técnicas de imagen avanzadas y métodos de análisis digital —incluyendo herramientas de inteligencia artificial— lograron desenrollar virtualmente el manuscrito sin dañarlo

Un equipo interdisciplinar de académicos de la Universidad de Cambridge hizo un hallazgo extraordinario que reavivó el interés por las leyendas artúricas. Durante una revisión de documentos antiguos en la biblioteca universitaria, encontraron un fragmento casi ilegible de un manuscrito medieval de más de 750 años de antigüedad. Lo sorprendente es que este valioso texto no se hallaba archivado como tal, sino que había sido reutilizado en el siglo XVI como parte de la encuadernación de un registro de propiedades. Esta práctica era común en esa época: dado que muchos manuscritos antiguos se consideraban obsoletos o sin valor práctico, se desmembraban y se reciclaban como refuerzos estructurales para nuevas encuadernaciones. Sin embargo, este caso demostraba que, aunque olvidado y oculto, un fragmento de la historia literaria europea había sobrevivido a través de los siglos.

El texto resultó ser un pasaje de la Suite Vulgate du Merlin, parte del Ciclo Vulgata o Ciclo Lancelot-Graal, una de las versiones más influyentes de las leyendas del rey Arturo, escrita originalmente en francés antiguo durante la primera mitad del siglo XIII. El pasaje narra eventos posteriores a la coronación del rey Arturo, incluyendo un episodio bélico en el que el caballero Gauvin (o Gawain) lidera a las tropas cristianas hacia la victoria sobre los sajones, blandiendo la espada Excalibur. También aparece una escena más mística y simbólica: la irrupción de un Merlín disfrazado durante una celebración en la corte, vestido con una túnica de seda adornada con oro y piedras preciosas que iluminaban toda la sala. Estos relatos forman parte del núcleo simbólico y narrativo de la literatura medieval europea, donde confluyen la épica caballeresca, el misticismo cristiano y la fantasía heroica.

El valor del descubrimiento es doble: por un lado, se trata de un testimonio rarísimo, ya que existen menos de 40 copias conocidas de esta parte específica del ciclo artúrico, y cada una presenta diferencias notables debido a que los manuscritos medievales eran copiados a mano. Este fragmento concreto, decorado con iniciales rojas y azules, ha sido datado entre los años 1275 y 1315. Por otro lado, el hallazgo es un hito en las metodologías de preservación y acceso a textos antiguos. Tradicionalmente, estudiar un manuscrito encuadernado de esta forma implicaba forzosamente desmontar y dañar tanto el fragmento como el libro que lo contenía. Sin embargo, el equipo de Cambridge logró una solución innovadora.

Aplicando técnicas de imagen avanzadas —como fotografía multispectral, escaneo en 3D, uso de espejos, prismas y otros recursos ópticos— los investigadores crearon una réplica digital de la encuadernación. Esto les permitió “desplegar” virtualmente el manuscrito sin afectar su estado físico. Cada imagen fue cuidadosamente ensamblada como si se tratara de un rompecabezas, permitiendo reconstruir digitalmente el contenido del fragmento y estudiar su caligrafía, su estructura textual y su ornamentación. Gracias a este proceso, no solo se conservó el texto medieval, sino también la integridad del documento del siglo XVI, considerado a su vez un testimonio histórico importante de las prácticas archivísticas de la época.

La especialista francesa Irène Fabry-Tehranchi, participante en el proyecto, subrayó la relevancia de conservar el fragmento in situ, es decir, dentro del documento que lo contiene. A su juicio, hace treinta años se habría priorizado el texto antiguo, desmantelando sin contemplaciones el libro moderno para extraerlo. Pero hoy, el enfoque ha cambiado: se reconoce el valor cultural e histórico tanto del manuscrito medieval como del contexto material en que fue hallado.

Más allá del caso puntual, el equipo de Cambridge destacó que su objetivo era también establecer una metodología replicable. Muchos archivos y bibliotecas del mundo poseen documentos encuadernados con materiales de siglos anteriores, y enfrentan el mismo dilema entre preservación y acceso. La técnica desarrollada en este proyecto ofrece una vía no invasiva para rescatar textos ocultos sin comprometer el estado físico de los volúmenes.

Este descubrimiento confirma que los manuscritos medievales siguen guardando secretos. Lo que una vez fue considerado “material de desecho” para encuadernar otros libros, puede resultar ser un auténtico tesoro histórico y literario. Setecientos cincuenta años después de ser escrito, este fragmento de las leyendas de Merlín y el rey Arturo vuelve a ver la luz gracias a una combinación de erudición, tecnología avanzada y sensibilidad patrimonial. El proyecto es, sin duda, una inspiración para futuras investigaciones y una prueba de que los libros aún pueden sorprendernos.