
Flood, Alex. «Much More Than Books: The Case for Robust Funding for the Toronto Public Library.» Canadian Centre for Policy Alternatives, April 7, 2025.
La Biblioteca Pública de Toronto (TPL) es una de las instituciones más importantes de la ciudad, no solo por su rol en la provisión de libros, sino también por su impacto significativo en la vida cultural, social e intelectual de los residentes. Su función va mucho más allá del préstamo de materiales: se ha consolidado como un espacio clave para el aprendizaje, la integración social y el apoyo a diversos sectores de la población. A través de una serie de programas innovadores y accesibles, la TPL facilita la alfabetización digital, ofrece apoyo a comunidades desfavorecidas y ayuda a los ciudadanos a adaptarse a los rápidos cambios tecnológicos y sociales del mundo moderno.
Desafíos financieros y dependencia del financiamiento municipal
A pesar de la enorme demanda y la relevancia de sus servicios, la TPL enfrenta serios desafíos financieros. Aunque la ciudad de Toronto ha intentado mantener un presupuesto estable, este no ha crecido al ritmo de las necesidades sociales y operativas de la biblioteca. El financiamiento proviene en su mayor parte del municipio, mientras que las transferencias provinciales, que alguna vez representaron una parte significativa del presupuesto, han disminuido drásticamente a lo largo de los años. En 1992, la subvención provincial representaba el 6.3 % del presupuesto total de la biblioteca, pero para 2013 esa cifra había caído al 2.4 %. Este descenso en el apoyo provincial ha hecho que la TPL dependa en gran medida de los recursos municipales, lo que genera una vulnerabilidad importante debido a las limitaciones de financiamiento del gobierno local.
El sistema de financiamiento municipal es también muy restringido, ya que las ciudades en Canadá no tienen muchas herramientas fiscales para aumentar sus ingresos. Esto deja a la TPL en una situación incómoda, ya que no puede expandir sus servicios de manera tan flexible como otras instituciones que cuentan con mayores fuentes de financiamiento.
Un recurso fundamental para la comunidad
A pesar de los retos financieros, la TPL sigue siendo una de las instituciones más queridas y visitadas de Toronto. En 2023, la biblioteca registró más de 12 millones de visitas presenciales, lo que supera en número de visitantes anuales a algunas de las atracciones turísticas más famosas de la ciudad, como el Distrito de la Destilería, la Torre CN, el Museo Real de Ontario, la Galería de Arte de Ontario, Casa Loma y el Salón de la Fama del Hockey, entre otras. Este nivel de visita refleja el profundo impacto de la TPL en la comunidad y la confianza que los residentes tienen en ella.
La TPL no solo ofrece acceso a libros, sino también a una amplia gama de servicios. Desde espacios de estudio y lectura, hasta la provisión de tecnología avanzada como impresoras 3D y equipos de grabación. Además, los residentes tienen acceso a eventos y programas educativos tanto en formato presencial como virtual, lo que la convierte en un centro cultural y educativo clave para la ciudad. En 2023, más de 740,000 personas participaron en más de 34,000 programas y eventos organizados por la biblioteca, lo que subraya su importancia en la vida diaria de los torontianos.
Inclusión y acceso democrático
Uno de los aspectos más valiosos de la TPL es su capacidad para servir a todos los segmentos de la población, sin importar su nivel socioeconómico. Según los datos de 2023, el 81 % de los residentes de la ciudad utilizan los servicios de la biblioteca. La TPL ha logrado mantener un uso altamente democrático, ya que sus servicios no solo están disponibles para las clases más privilegiadas, sino que también atienden a grupos vulnerables, como personas mayores, aquellos con movilidad reducida, y familias con bajos ingresos. Esto se ve reflejado en programas como la alfabetización digital y el acceso a internet para personas que no pueden permitirse el lujo de contar con estos servicios en casa.
El impacto de la TPL en la educación y la comunidad
La TPL también tiene un papel esencial en la promoción de la educación y el desarrollo cívico. A través de sus programas, fomenta la creatividad, el pensamiento crítico y la libertad intelectual. Además de servir como un refugio para la lectura y el aprendizaje, la biblioteca proporciona oportunidades de formación y desarrollo para personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. La biblioteca también apoya la integración social de grupos desfavorecidos mediante programas de alfabetización digital y capacitaciones que les permiten adquirir habilidades esenciales para la vida moderna.
En particular, la biblioteca desempeña un papel crucial en la lucha contra la desigualdad en Toronto, una ciudad que enfrenta altos niveles de pobreza y disparidades económicas. Al proporcionar acceso gratuito a recursos educativos, tecnológicos y culturales, la TPL ayuda a reducir la brecha entre los más ricos y los más pobres, promoviendo una mayor equidad y cohesión social.
La tarjeta de la TPL
La tarjeta de la biblioteca pública de Toronto (TPL) se destaca por ofrecer una amplia gama de beneficios que la colocan entre las más poderosas de América del Norte. Además de los servicios tradicionales, como el préstamo de libros, los titulares de la tarjeta pueden acceder a una variedad de experiencias únicas. Entre las ofertas más destacadas se encuentran la posibilidad de alquilar instrumentos musicales, usar impresoras 3D en varias sucursales, crear canciones en estudios de grabación, experimentar realidad virtual y reservar espacios para grabar podcasts. Además, el programa «tpl:map» otorga acceso gratuito a más de una docena de atracciones culturales y turísticas de Toronto, como la CN Tower, el Museo Real de Ontario y el Acuario Ripley.
En comparación con otras ciudades, como Nueva York, Toronto tiene un sistema de bibliotecas similar, pero con algunas diferencias notables. Por ejemplo, mientras que en Nueva York los titulares de la tarjeta pueden acceder a más de 100 instituciones culturales, en Toronto se limitan a unas 12 principales. Sin embargo, los neoyorquinos también disfrutan de beneficios como el préstamo de juegos de mesa, algo que no está disponible en Toronto. Ambos sistemas tienen programas para entregar libros a personas confinadas en casa o en prisión, conectando incluso a padres encarcelados con sus hijos mediante lecturas grabadas.
Aunque algunas ciudades, como Vancouver, han reducido sus servicios debido a la pandemia, Toronto ha mantenido su programa y sigue siendo el sistema de bibliotecas públicas más grande y ocupado de América del Norte, con más de 46 millones de visitas anuales.
Comparación con otras bibliotecas en América del Norte
Cuando se compara la TPL con otras grandes bibliotecas de América del Norte, como las de Nueva York, Los Ángeles y Chicago, se observa que Toronto destaca por su alto nivel de uso de los servicios. Los residentes de Nueva York, por ejemplo, pueden acceder a más de 100 instituciones culturales utilizando su tarjeta de biblioteca, mientras que en Toronto, los usuarios tienen acceso a atracciones populares como la Torre CN, el Museo Real de Ontario y el Acuario Ripley. Sin embargo, los residentes de Toronto no pueden acceder a ciertas grandes atracciones de la ciudad, como el Empire State Building o el One World Trade Center en Nueva York. Además, Toronto ha ido más allá en términos de programas comunitarios, como la iniciativa «Storybook Parents», que permite a los padres encarcelados grabar libros para sus hijos, lo que fortalece los lazos familiares y la educación.
En resumen, la TPL sigue siendo un pilar fundamental de la comunidad de Toronto, que no solo ofrece acceso a libros, sino también una gama de servicios que abarcan la educación, la cultura, la tecnología y la inclusión social. Sin embargo, para que siga desempeñando este rol crucial en la sociedad, es necesario un aumento en el financiamiento para garantizar que la biblioteca pueda enfrentar los retos del futuro y seguir ofreciendo sus servicios a todos los torontianos.