
«AI-Powered News Site Accidentally Accuses District Attorney of Murder», Futurism. 18 de octubre de 2024. https://futurism.com/ai-accuses-district-attorney-of-murder.
Un controvertido sitio de noticias local impulsado por inteligencia artificial, Hoodline San José, cometió un grave error al acusar accidentalmente a un fiscal del distrito de asesinato. Un artículo publicado por este medio, que forma parte de una red de sitios de noticias locales en EE. UU., tenía el impactante título: «FISCAL DEL CONDADO DE SAN MATEO ACUSADO DE ASESINATO EN MEDIO DE LA BÚSQUEDA DE LOS RESTOS DE LA VÍCTIMA». Sin embargo, la realidad es que, aunque hubo un asesinato, el fiscal no fue el autor; simplemente había presentado cargos contra el verdadero sospechoso.
El error se originó cuando el sistema de inteligencia artificial de Hoodline interpretó incorrectamente un tuit de la oficina del fiscal del distrito de San Mateo, que anunciaba que un hombre local había sido acusado de asesinato. La IA distorsionó la información de tal manera que hizo parecer que el propio fiscal había cometido el crimen. Este tipo de acusaciones, sobre todo contra un funcionario público, es de suma gravedad en el periodismo.
Después de que el sitio fue señalado por Techdirt, se publicó una nota del editor que intentó explicar el error como un «error tipográfico» que cambió el significado del contenido y creó confusión entre el fiscal y el acusado, que son personas diferentes. Este incidente pone en tela de juicio la promesa de Hoodline de que su contenido editorial cuenta con un nivel significativo de supervisión humana, dado que el sitio utiliza abiertamente inteligencia artificial para generar «noticias» de manera sintética.
Además, el artículo firmado por Eileen Vargas, una de las muchas identidades de reporteros generadas por IA del sitio. Esta práctica ha sido objeto de crítica por pretender mostrar una diversidad racial que no refleja la realidad de la industria periodística, que es mayoritariamente blanca y masculina.
El error también podría tener implicaciones para Google, ya que la acusación falsa apareció en su sección de noticias. La situación plantea preguntas sobre cuánta libertad debería darse a un sitio de noticias que claramente carece de estándares editoriales y si se puede confiar en los algoritmos para filtrar contenido generado por IA.
Lo que queda claro es que errores como este, que un periodista humano bajo un proceso editorial adecuado probablemente no cometería, podrían volverse más comunes a medida que los editores deleguen el control a sistemas de IA económicos y poco supervisados.