Conflicto creciente entre las editoriales y las bibliotecas en Estados Unidos debido al aumento en el préstamo de libros electrónicos (e-books).

Biron, C. L. (s. f.). US e-book lending boom pits publishers against libraries | Context. Recuperado 10 de agosto de 2024, de https://www.context.news/ai/us-e-book-lending-boom-pits-publishers-against-libraries

A medida que más usuarios optan por el préstamo digital, las editoriales imponen contratos de licencia restrictivos y costosos a las bibliotecas, lo que limita la cantidad de copias disponibles y encarece el proceso.

A medida que la digitalización ha transformado la forma en que las personas acceden a la información, las bibliotecas han tenido que adaptarse, integrando colecciones digitales que incluyen no solo e-books, sino también audiolibros, música y otros contenidos. Esta transición, acelerada por la pandemia de COVID-19, ha permitido a las bibliotecas continuar su misión de prestar materiales a sus usuarios incluso durante los confinamientos, pero también ha planteado nuevos desafíos, especialmente en términos de costos y acceso.

Uno de los principales problemas que enfrentan las bibliotecas es el modelo de licenciamiento impuesto por las editoriales. A diferencia de los libros impresos, que las bibliotecas pueden comprar y prestar sin restricciones, los e-books están sujetos a licencias digitales que son mucho más costosas y restrictivas. Este modelo de «licenciamiento» ha sido descrito como el «modelo de Netflix» porque, en lugar de poseer los libros, las bibliotecas pagan por permisos temporales que les permiten prestar los e-books bajo condiciones específicas. Estas condiciones incluyen limitaciones en el número de préstamos que se pueden realizar, la cantidad de copias disponibles simultáneamente y el tiempo durante el cual la biblioteca puede ofrecer el e-book. Estas restricciones no solo elevan los costos para las bibliotecas, sino que también limitan su capacidad para cumplir con su misión de proporcionar acceso libre y equitativo a la información.

Además de los desafíos económicos, el artículo explora las crecientes tensiones legales entre las bibliotecas y las editoriales. Un caso destacado es la demanda presentada en 2020 por cuatro grandes editoriales contra Internet Archive, una organización sin fines de lucro que posee una de las mayores colecciones de materiales impresos y digitales en el mundo. Internet Archive ha utilizado un modelo de «préstamo digital controlado», en el cual escanean libros físicos para prestarlos en formato digital, argumentando que esto es crucial para la preservación y el acceso a largo plazo. Sin embargo, las editoriales consideran que esta práctica constituye una violación de los derechos de autor, ya que permite la distribución digital sin una compensación adecuada para los autores y editores. Este conflicto refleja una batalla más amplia sobre la propiedad de los contenidos en la era digital y plantea preguntas fundamentales sobre quién controla el acceso a la información.

El uso de la inteligencia artificial (IA) en la censura de contenidos es otro aspecto crítico destacado en el artículo. En algunos estados, como Iowa, las leyes recientes han prohibido libros que contienen representaciones de actos sexuales, y los distritos escolares han recurrido a herramientas de IA para cumplir con estas normativas. Por ejemplo, el distrito escolar de Mason City utilizó IA para revisar miles de libros y eliminar aquellos que no cumplían con la ley estatal. Aunque esta tecnología puede parecer una solución eficiente, los expertos advierten que la IA es inherentemente limitada y carece de la capacidad para entender el contexto y el matiz de los contenidos, lo que puede resultar en la censura indebida de materiales valiosos. Además, la variabilidad en los resultados de las herramientas de IA subraya su inadecuación para tomar decisiones tan delicadas como la prohibición de libros, especialmente cuando se trata de obras que representan a comunidades minoritarias.

Las implicaciones de estos conflictos son profundas y tienen el potencial de remodelar el futuro del acceso a la información. Por un lado, las editoriales están enfocadas en proteger sus derechos de autor y maximizar sus ingresos en un entorno cada vez más digitalizado. Por otro lado, las bibliotecas luchan por mantener su papel como guardianes del acceso libre al conocimiento y la cultura. Este enfrentamiento no solo afecta la economía del sector editorial, sino que también tiene repercusiones significativas en la educación, la equidad y la libertad de expresión. A medida que las tecnologías digitales y la inteligencia artificial continúan evolucionando, es probable que este debate se intensifique, con nuevos desafíos y oportunidades que surgirán en el camino.

En última instancia, el artículo de Biron subraya la necesidad de encontrar un equilibrio entre los derechos de los creadores y la misión educativa y cultural de las bibliotecas. Este equilibrio será esencial para garantizar que, en un mundo cada vez más digital, todos tengan acceso a la información y la cultura de manera justa y equitativa. Las batallas legales en curso, las crecientes restricciones de licenciamiento y el uso controvertido de la inteligencia artificial son solo algunas de las dinámicas que definirán este debate en los próximos años, y su resolución tendrá un impacto duradero en la forma en que accedemos y compartimos el conocimiento.