
Caballero, Daniel Sánchez. «Ni “Science” ni “Nature”: los investigadores españoles dejan las revistas tradicionales por dos editoriales cuestionadas». elDiario.es, 13 de enero de 2023.
La exigencia continua de publicar lleva a los científicos a hacerlo cada vez más en grupos como MDPI y Frontiers, criticados por parte de la comunidad científica por la laxitud de sus procesos editoriales: desde 2015 los estudios españoles aparecidos en estas cabeceras han crecido entre un 600 y un 1.800%
La última novedad es que los investigadores de España están abandonando las revistas que tradicionalmente han tenido más prestigio internacional para publicar en otras cabeceras de menos tradición, sobre todo en las editoriales MDPI y Frontiers, cuya reputación ha sido fuertemente cuestionada, según han descrito los investigadores Emilio Delgado López-Cózar y Alberto Martín-Martín en su estudio Detectando patrones anómalos de publicación científica en España: más sobre el impacto del sistema de evaluación científica.
Pero este hecho no deja de ser la punta del iceberg, advierten estos dos investigadores (y secundan muchos otros). El problema real es el sistema tal y como está planteado: España, como otros países, exige a sus investigadores publicar artículos científicos para avanzar en su carrera laboral, y exige hacerlo con cierta celeridad y continuidad.
Habitualmente, esto se hacía en cabeceras como Science o Nature (por poner dos ejemplos muy conocidos, hay cientos de ellas), pero estas revistas con más tradición tienen ahora algunos inconvenientes a los ojos de los investigadores: pueden tardar meses en publicar un artículo y cuando lo hacen suele ser en un sistema que no permite la libre lectura, sino que está restringido a suscriptores. Sin libre lectura no hay citas y sin citas no hay prestigio en este mundo.
Problema-solución: los investigadores se están yendo a publicar sus estudios en revistas más nuevas, con menos tradición en el sector pero que publican con acceso abierto, para todos. La contrapartida es que en estas revistas el investigador paga por publicar, con fondos que habitualmente se detraen de lo que debería dedicarse a investigar. Este sistema se conoce como APC (article processing charges).
¿Por qué está pasando esto? Porque cabeceras como MDPI o Frontiers permiten a los investigadores publicar “muy rápido, a un precio más reducido” espoleados por un sistema que les exige una cierta productividad para prosperar, sostiene Emilio Delgado López-Cózar. “Son revistas con escasa tradición editorial, con fronteras disciplinares (ámbitos de cobertura) muy difusas […], que resultaban bastante desconocidas en los distintos campos de conocimiento”, señalan los investigadores en su estudio.
El giro hacia el método APC es global, explican los investigadores, pero el cambio de las revistas preferidas para publicar es local. “En países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania o Francia no existen esos procesos anómalos. Sí en otros como Hungría, Rumanía, Polonia, Eslovaquia o la República Checa”, ilustran. La clave está en el sistema de promoción y recompensas del sistema científico español, que premia la publicación sin fijarse tanto en lo que aportan los estudios.
Y la víctima última de estos cambios, advierten algunos investigadores, es la ciencia en sí. Una reciente revisión de la revista Nature ha concluido que en los últimos años la innovación científica, los grandes avances, se ha estancado. Se publican más artículos que nunca, pero se cambia el paradigma –es decir, hay disrupción– cada vez menos.
elDiario.es ha preguntado por toda esta situación tanto al Ministerio de Universidades como a la ANECA, la agencia que evalúa al profesorado, pero ninguno de los dos ha contestado.