Una biblioteca es muchas cosas

«Una biblioteca es muchas cosas. Es un lugar al que ir, para resguardarse de la lluvia. Es un lugar al que ir si quieres sentarte y pensar. Pero sobre todo es un lugar donde viven los libros, y donde puedes entrar en contacto con otras personas, y otros pensamientos, a través de los libros. Si quieres saber algo, la información está en los libros de referencia: los diccionarios, las enciclopedias, los atlas. Si te gusta que te cuenten una historia, la biblioteca es el lugar al que debes acudir. Los libros guardan la mayoría de los secretos del mundo, la mayoría de los pensamientos que han tenido los hombres y las mujeres. Y cuando lees un libro, tú y el autor estáis solos, los dos solos. Una biblioteca es un buen lugar para ir cuando te sientes infeliz, porque allí, en un libro, puedes encontrar ánimo y consuelo. Una biblioteca es un buen lugar para ir cuando te sientes desconcertado o indeciso, porque allí, en un libro, puedes tener la respuesta a tu pregunta. Los libros son una buena compañía, tanto en los momentos tristes como en los alegres, porque los libros son personas, personas que han conseguido mantenerse vivas escondiéndose entre las tapas de un libro.»

E.B. White 14 de abril de 1971

Cartas a los niños de Troy

Elwyn Brooks White (11 de julio de 1899 – 1 de octubre de 1985), escritor, ensayista y distinguido prosista estadounidense.

En la primavera de 1971, justo antes de la apertura de la primera biblioteca pública de Michigan en Troy, una audaz bibliotecaria llamada Marguerite Hart se propuso inspirar a los jóvenes de la ciudad para que leyeran y amaran la biblioteca. Así que ideó una campaña de envío de cartas, invitando a docenas de personalidades de la cultura -escritores, actores, músicos, políticos, artistas- para que compartieran lo que hacía que la lectura fuera especial para ellos y hablaran de la importancia de las bibliotecas. Recibió 97 cartas a cambio, que abarcaban 50 estados y una multitud de ocupaciones, incluyendo notas de iconos como el Dr. Seuss, Neil Armstrong, E.B. White e Isaac Asimov. La colección se conoció como Cartas a los niños de Troy «Una biblioteca es muchas cosas», escribió una vez E.B. White en una carta a los niños de una pequeña ciudad para inspirarles a enamorarse de su nueva biblioteca.