Rocketbook: el primer eReader

Kozlowski, Michael. «The Tale of Rocketbook – The Very First e-Reader». Good E-Reader (blog), 2 de diciembre de 2018

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Rocketbook fue el primer eReader creado por Martin Eberhard y Marc Tarpenning en 1997.

Martin Eberhard y Marc Tarpenning crearon el primer lector electrónico en 1997, el Rocketbook. Eran lectores voraces de toda la vida y veían un futuro en el que todo el mundo leía libros digitales. Rápidamente desarrollaron un prototipo y se lo presentaron a Jeff Bezos, de Amazon, pero lo rechazaron porque el dispositivo debía conectarse a un ordenador para descargar los libros. A los pocos días se reunieron con Barnes and Noble y en una semana se cerró un acuerdo, la librería poseía el 50% de la empresa. En el primer año se vendieron 20.000 lectores electrónicos Rocketbook. Unos años más adelante el e-reader dejó de fabricarse, esta es la historia del primer e-reader.

En 1997 el mundo de la tecnología era un lugar muy diferente. La Palm Pilot reinaba y Blackberry aún no había sacado un teléfono. La gente llevaba años leyendo archivos PDF y otros tipos de libros electrónicos en sus ordenadores, pero no había ningún lector de libros electrónicos de mano en el mercado. Esto llevó a Eberhard y a Tarpenning a crear una nueva empresa llamada NuvoMedia y a intentar conseguir capital de inversión para hacer realidad algo. Como aún no existía la tinta electrónica, tuvieron que utilizar una pantalla LCD transflectiva. El aparato pesaba algo más de medio kilo, un peso elevado para los estándares actuales, pero se podía sostener con una mano, como un libro de bolsillo, y su batería duraba veinte horas con la luz de fondo encendida, lo que se compara favorablemente con los dispositivos móviles actuales.

La pantalla era de 5,4″ (320×240) y se podía calibrar y orientar en las cuatro direcciones. Había que utilizar un cable de serie (no USB) para cargar contenidos en los 4MB o 16 MB de almacenamiento Flash. No tenía ranura para tarjetas. Permitía subrayar y añadir notas, además de tener la opción de marcar y cambiar el tamaño de la letra.

El negocio de los lectores electrónicos en ese momento era insostenible. Las principales editoriales aún no habían empezado a digitalizar sus libros de primera o segunda mano de forma significativa y la burbuja de las puntocom de los años 2000 estaba asomando su fea cabeza. NuvoMedia no pudo reunir más capital para trabajar en un modelo de segunda generación y en febrero de 2000 NuvoMedia fue vendida a una empresa de guías de televisión interactivas con sede en Burbank llamada Gemstar en una transacción de acciones por valor de unos 187 millones de dólares. Gemstar compró la empresa principalmente por su cartera de patentes. Unos meses después de la venta, Eberhard y Tarpenning abandonaron la empresa decepcionados. Gemstar lanzó un sucesor del Rocketbook, pero tras un lento proceso de venta lo abandonó oficialmente en 2003.

La debacle de Rocketbook desanimó a Barnes and Noble, que dejó de vender libros electrónicos, aunque volvió a la carga casi una década después. Eberhard no detuvo su espíritu emprendedor y posteriormente cofundó Tesla.

Rocketbook tiene la distinción de ser el primer lector electrónico, pero por la misma época otras empresas se lanzaron a la batalla. Por ejemplo, en 1999 se lanzaron otros lectores de libros electrónicos, como el EveryBook Reader, lanzado por EveryBook, y el Millennium eBook, lanzado por Librius.

El EveryBook Reader era «una biblioteca viviente en un solo libro», con un módem «oculto» para llamar a la EveryBook Store, para que la gente «navegue, compre y reciba libros de texto completo, revistas y partituras». El Millennium eBook era un «pequeño lector de libros electrónicos de bajo coste» lanzado por Librius, una «empresa de servicios completos de comercio electrónico». En el sitio web de la empresa, una librería mundial «ofrecía copias digitales de miles de libros» a través de Internet. Todos estos lectores de libros electrónicos no duraron mucho. En 2001 Bookeen lanzó el Cybook, y es el único lector electrónico de esta época que sigue en activo.