¿Qué sentido tienen los makerspaces en la biblioteca universitaria?

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J Burke

Making sense: can makerspaces work in academic libraries?

«La importancia está en que la técnica se ha democratizada. Las herramientas de la creatividad se han convertido en herramientas del habla. Así es como nuestros hijos hablan, cómo nuestros hijos piensan. Es una manera de alfabetización para esta generación. Es lo que nuestros hijos son como entienden las tecnologías digitales y su relación con ellos mismos «.

Lawrence Lessig

«Maldita sea, las bibliotecas no deberían únicamente ser cafés del libro en internet, deben de ser lugares donde las comunidades se reúnan para enseñarse mutuamente, donde los iniciados trabajan junto a los más motivados para mostrarles cómo dominar las nuevas herramientas de la era del conocimiento hasta aquellas más básicas»

Cory Doctorow

«La misión de los bibliotecarios es mejorar la sociedad facilitando la creación de conocimiento en sus comunidades»

David Lankes

El surgimiento de los espacios de producción como concepto comenzó alrededor de 2005 con el comienzo de la revista Make: y su promoción de proyectos creativos y métodos para hacer. Makerspaces o FabLabs son espacios creativos de bricolaje donde la gente puede reunirse para crear, inventar y aprender. En las bibliotecas a menudo tienen impresoras 3D, software, artesanía y suministros de hardware y herramientas convencionales. La naturaleza práctica de los espacios de producción, ya sea centrada en la creación digital o física, contribuye a que las personas aprendan habilidades, software y los procesos involucrados.

Los participantes, o fabricantes, pueden crear artículos digitales y físicos en espacios de trabajo comunes usando equipos y recursos compartidos. Los elementos esenciales de los makerspaces son las herramientas, el espacio y la experiencia compartida junto con un espíritu de exploración y descubrimiento individual a través de actividades creativas

El propósito  de los espacios de fabricación es proporcionar capacitación grupal sobre actividades creativas específicas y también ofrecer laboratorio abiertos para que los individuos trabajen de forma independiente o en pequeños grupos de colaboración en sus proyectos.

La creación de los espacios de producción en bibliotecas universitarias, públicas y escolares tienen que ver principalmente con los fines y objetivos de los entornos en los que operan estos tres tipos de bibliotecas. Pero ¿Qué posibilidades tiene la creación de makerspaces como espacios de aprendizaje dentro de los servicios de bibliotecas universitarias?. Ello tiene que tener en cuenta dos cuestiones clave: ¿Cómo se logra y se apoya el aprendizaje en los espacios de producción? ¿Qué pueden aportar los servicios de bibliotecas universitarias a la organización y el apoyo eficaces de los espacios de producción? Esto tienen que ver con algunos aspecto clave que se alinean con algunos de los grandes objetivos de la biblioteca del siglo XXI, El espacio de producción puede ofrecer oportunidades para:

  • Aprendizaje experimental
  • Fomento de la colaboración
  • Creación de comunidades de práctica
  • Autoeficacia a través del aprendizaje social
  • Servicios de biblioteca en expansión

Todo ello tiene implicaciones culturales más amplias, incluido el valor social potencial de los espacios de producción como espacios creativos transformadores que potencian las comunidades y los individuos.

Ello tiene una implicación mayor en el contexto universitario donde existen laboratorios relacionados con las prácticas de aprendizaje, pero como se pregunta Jhon Burke ¿Podría integrarse estos modos de aprendizaje flexible abierto y autodirigido en estos espacios reglados? Es posible que los espacios de los creadores académicos tiendan a centrarse más en proyectos relacionados con la disciplina que involucran el modelado de productos y la creación de prototipos para ingeniería, diseño o marketing. Pero por otra parte, los makerspaces puede ser un mecanismo para animar a los estudiantes a experimentar y aprender más allá del aula y fuera de la estructura normal de sus tareas. Los espacios de producción favorecen que los estudiantes experimente con nuevos medios de creación y, al hacerlo, fortalezcan el aprendizaje que experimentan en sus cursos.

En conclusión la creación de espacios de fabricación en bibliotecas universitarias tiene una serie de beneficios muy positivos para los estudiantes, ya que segúb Burke, el espacio de producción puede ofrecer oportunidades para:

  • Aprendizaje práctico: Los estudiantes pueden construir objetos y aprender y practicar habilidades creativas con diversas tecnologías y medios.
  • Colaboración: Los estudiantes pueden trabajar en colaboración con sus compañeros y con los creadores más experimentados para crear trabajos juntos, aprender valiosas habilidades de participación colectiva y beneficiarse de las aportaciones e ideas de los demás.
  • Aprendizaje autodirigido: Los estudiantes pueden usar los materiales en el espacio de producción para seguir preguntas o explorar y revisar conceptos a su propio ritmo.
  • Educación STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics): Los estudiantes pueden crear y practicar con elementos relacionados con los campos STEM y el makerspace puede apoyar la enseñanza y el aprendizaje en estas disciplinas.
  • Prototipos: Los estudiantes pueden crear modelos de productos que diseñan y luego probar, alterar y mejorar rápidamente sus prototipos usando herramientas en el espacio de diseño.
  • Bricolaje: Los estudiantes pueden explorar cómo funcionan los dispositivos o objetos y ahondar en la solución de problemas o crear nuevas variaciones.
  • Cultura abierta: Los estudiantes pueden experimentar un ambiente abierto de diseño y compartición en el espacio de producción, donde pueden aprender cómo la cultura creadora depende del libre intercambio de ideas e información.
  • La formación del espacio de producción está en consonancia con la misión de la biblioteca, y/o con la concreción de  actividades de extensión a esa misión. Ya que el espacio de producción es una manera para que la biblioteca proporcione acceso a servicios, materiales y habilidades que los usuarios no pueden obtener por sí mismos.

Por lo tanto es crucial que las bibliotecas consideren la posibilidad de implementar espacios de fabricación, dada la naturaleza abierta e interdisciplinaria de la mayoría de las bibliotecas académicas.Pudiéndose argumentar que son el mejor lugar para tener un makerspace en el campus.

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