«El libro objeto, de dos caras, una económica otra simbólica, es la vez mercancía y significación. Por lo mismo, también el editor es un personaje doble, condenado a hacer compatible el arte con el dinero, el amor de la literatura con la búsqueda del lucro. Sus estrategias se sitúan en algún punto entre dos posiciones extremas: la cínica sumisión a consideraciones de índole comercial y una indiferencia heroica y absurda con respecto las necesidades de la economía.
La ilusión de autonomía de los espacios visibles de «decisión» (editor, comité de lectura, lectores, directores de colecciones), induce a ignorar la presión ejercida por el campo de la edición contra dicha ilusión…. «
Bourdieu, P. «Une révolution conservatrice dans l’édition». Actes de la recherche en sciences sociales, vol. 26, n. 1 pp. 3-28