
McKendrick, Joe. 2025. “Nearly Everything You’ve Heard About AI and Job Cuts Is Wrong — Here’s Why.” ZDNet, 23 de septiembre de 2025. https://www.zdnet.com/article/nearly-everything-youve-heard-about-ai-and-job-cuts-is-wrong-heres-why/
El artículo cuestiona de forma crítica uno de los relatos más extendidos sobre la inteligencia artificial en el ámbito laboral: la idea de que la IA provocará recortes masivos de empleo, especialmente entre los trabajadores de cuello blanco.
Según Joe McKendrick, las predicciones que anuncian la desaparición del 50 % de los puestos de trabajo debido a la IA están enormemente exageradas y carecen de una base realista. El problema central no es la tecnología en sí, sino el modo en que se está gestionando su adopción. En este sentido, el texto subraya que el mayor reto actual de la IA es un déficit de liderazgo capaz de moderar expectativas, disipar temores y establecer marcos claros de uso responsable.
Apoyándose en las reflexiones de Tom Davenport, una de las figuras más influyentes en el ámbito de la analítica de datos y la IA, el artículo sostiene que la transformación real impulsada por la inteligencia artificial será mucho más lenta de lo que suele afirmarse. A pesar del flujo constante de nuevos modelos y de los anuncios sobre una supuesta inminencia de la inteligencia artificial general, muchas organizaciones siguen sin saber cómo obtener un valor medible de estas tecnologías. El motivo principal es que la verdadera transformación no se logra simplemente incorporando nuevas herramientas, sino que exige una reingeniería profunda de los procesos, proyectos a escala organizativa y años de esfuerzo sostenido.
Desde esta perspectiva, la IA se asemeja a anteriores olas tecnológicas: por sí sola no genera valor económico si no va acompañada de cambios estructurales en la forma de trabajar. El artículo desacredita la creencia de que bastaría con introducir sistemas generativos y redactar buenos “prompts” para lograr mejoras significativas. Davenport desmonta también el mito de que la IA eliminará masivamente los empleos de entrada, señalando una contradicción clave: si las empresas prescinden de los puestos junior, ¿cómo formarán a los profesionales experimentados del futuro? Según su experiencia, esta pregunta lleva más de una década sin una respuesta convincente por parte de las organizaciones.
El texto advierte además de los riesgos de que los consejos de administración y los altos directivos adopten una visión simplista según la cual la IA permitirá reducir drásticamente las plantillas. No solo considera irrealista ese escenario, sino también contraproducente. Promover la idea de que la adopción exitosa de la IA llevará al despido de los empleados desincentiva la implicación del personal y genera un clima de miedo que dificulta la innovación. En lugar de ello, el artículo defiende que la IA puede —y probablemente deberá— crear nuevos roles y ocupaciones, aunque todavía no sepamos con claridad cuáles serán.
Uno de los conceptos clave introducidos es el de vibe coding, entendido como una nueva forma de desarrollo ciudadano facilitada por la IA. Según Davenport, la inteligencia artificial convierte a prácticamente cualquier persona en un “desarrollador ciudadano”, capaz de crear aplicaciones, páginas web o herramientas funcionales sin conocimientos técnicos avanzados. Este fenómeno abre enormes oportunidades para la creatividad y la productividad, pero también implica riesgos si no se gestiona adecuadamente.
Por ello, el artículo insiste en la necesidad de establecer límites y sistemas de gobernanza claros. No todas las tareas son adecuadas para este tipo de desarrollo asistido por IA. Davenport propone un esquema de “semáforo”: actividades prohibidas (rojo), tareas que pueden realizarse con fuertes controles (amarillo) y usos plenamente aceptables (verde). Sin este tipo de criterios, el entusiasmo por la IA puede derivar en problemas graves, especialmente en sistemas críticos como los financieros o de recursos humanos.
Finalmente, el texto subraya la urgencia de contar con un liderazgo unificado en materia de tecnología y datos. La proliferación de cargos directivos relacionados con la IA —CIO, CTO, CDO, CAIO— ha generado fragmentación y falta de coordinación. Davenport aboga por una figura única, con visión estratégica y capacidad de interlocución con la alta dirección, que sea capaz de guiar la adopción de la IA sin caer en la exageración ni en el miedo.