
Chu, Jennifer. «Study: The Ozone Hole Is Healing, Thanks to Global Reduction of CFCs.» MIT News, March 5, 2025. https://news.mit.edu/2025/study-healing-ozone-hole-global-reduction-cfcs-0305
Un estudio reciente liderado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha confirmado que la capa de ozono sobre la Antártida está mostrando signos claros de recuperación, un fenómeno atribuido directamente a los esfuerzos globales para reducir las sustancias que agotan el ozono. Publicado en la prestigiosa revista Nature, este avance científico muestra con un 95% de confianza que la recuperación observada en la capa de ozono es consecuencia de la disminución de los clorofluorocarbonos (CFC), que son los principales responsables de la destrucción de esta capa protectora.
El equipo de investigación utilizó simulaciones avanzadas de la atmósfera y el innovador método de «huella digital», desarrollado originalmente en el contexto del cambio climático para identificar la influencia humana, con el objetivo de detectar patrones específicos que podrían atribuirse a las actividades humanas y a la reducción de los CFC. Para ello, los científicos generaron múltiples «mundos paralelos» a través de simulaciones que replicaban diferentes condiciones atmosféricas, con y sin la presencia de CFC y gases de efecto invernadero. Compararon estos modelos con datos observacionales provenientes de satélites, que se han recogido desde 2005, y encontraron que las tendencias de recuperación del ozono en la Antártida coincidían de forma significativa con los patrones predichos por los modelos basados en la reducción de los CFC.
El estudio confirma que, tras 15 años de observación, la evidencia indica que el agujero de ozono se está cerrando de manera sostenida y que este proceso es principalmente atribuible a las políticas internacionales implementadas para reducir la emisión de sustancias dañinas, como los CFC. Este hallazgo representa un paso crucial en la validación de la efectividad del Protocolo de Montreal, un tratado internacional firmado en 1987, cuyo objetivo es eliminar gradualmente la producción y el uso de estas sustancias.
Los resultados de esta investigación no solo subrayan la importancia de los acuerdos globales para mitigar el daño ambiental, sino que también ofrecen un mensaje de esperanza. Si la tendencia continúa, los científicos anticipan que, para el año 2035, la capa de ozono podría estar completamente restaurada, eliminando la amenaza del agujero de ozono que ha estado afectando la región antártica durante más de tres décadas.
Además, el estudio proporciona un mensaje optimista sobre la capacidad de la humanidad para abordar y resolver problemas ambientales globales cuando se implementan soluciones coordinadas y basadas en la ciencia. La recuperación de la capa de ozono es un ejemplo tangible de cómo las políticas ambientales internacionales pueden ser efectivas en la protección del planeta, y los científicos esperan que este éxito inspire esfuerzos similares en otros frentes, como el cambio climático y la preservación de la biodiversidad.
Este trabajo también resalta la necesidad de seguir monitoreando y cumpliendo con los compromisos establecidos por el Protocolo de Montreal, para garantizar que el progreso logrado no se vea revertido por la reaparición de sustancias dañinas o la expansión de otras actividades que puedan perjudicar la atmósfera. Con el apoyo continuo de investigaciones científicas y el compromiso global con la sostenibilidad, la restauración completa de la capa de ozono es ahora una meta alcanzable y representa un hito en la lucha por la preservación del medio ambiente global.