
Ellis, Elizabeth. «Listen Up! How Audiobooks Work Alongside the Printed Page Promoting Literacy and Accessibility.» EveryLibrary, December 28, 2023. https://action.everylibrary.org/listen_up_how_audiobooks_work_alongside_the_printed_page_promoting_literacy_and_accessibility
Los audiolibros no solo son una alternativa accesible para quienes tienen dificultades con la lectura convencional, sino que también juegan un papel crucial en promover la alfabetización y la inclusión. A través de su propia experiencia personal y profesional, la autora Elizabeth Ellis defiende la validez de los audiolibros como una forma de lectura auténtica, especialmente en contextos donde el tiempo y la accesibilidad son limitados.
El estudio plantea si escuchar un audiolibro tiene el mismo valor que leer. Desde su perspectiva como madre y profesional de la industria de los audiolibros, asegura que, aunque las opiniones sean divididas, el cerebro humano procesa la información auditiva de manera similar a la visual. Este punto de vista es respaldado por expertos como Emily Pike Stewart, narradora y productora de audiolibros, quien señala que los audiolibros son fundamentales para la accesibilidad de personas con discapacidades visuales, como su esposo, que es ciego. A pesar de utilizar el braille, la mayoría de los libros no están disponibles en este formato, por lo que los audiolibros se convierten en una herramienta esencial para la lectura y el acceso a la información.
Además de ser una solución para personas con discapacidades visuales, los audiolibros también son cruciales para aquellos con trastornos neurológicos como la dislexia. Estos trastornos dificultan la lectura de texto impreso, pero los audiolibros ofrecen una alternativa efectiva, permitiendo a los oyentes disfrutar de los mismos contenidos sin enfrentar barreras adicionales. Organizaciones como Learning Ally están luchando contra el estigma de que los audiolibros no son «libros reales», y están promoviendo la alfabetización a través de audiolibros grabados por narradores humanos. Estas iniciativas son especialmente beneficiosas para niños de diversas edades y niveles educativos, promoviendo la inclusión independientemente de la raza, el estatus socioeconómico o la habilidad cognitiva.
La autora también resalta cómo los audiolibros permiten una experiencia más enriquecedora para aquellos que tienen poco tiempo para leer de manera tradicional, como es su caso al ser madre y escritora profesional. En situaciones cotidianas como desplazamientos largos, tareas domésticas o multitareas, los audiolibros brindan la oportunidad de disfrutar de libros mientras se realizan otras actividades. Un ejemplo destacado en el artículo es el de su esposo, quien, siendo un ávido lector de fantasía, menciona que le resulta más fácil procesar la información en formato de audio, ya que le permite escuchar mientras camina, cocina o realiza otras actividades. Además, señala cómo la actuación de la voz de los narradores puede enriquecer la experiencia, añadiendo una capa de profundidad y emoción a la obra.
En su experiencia profesional, Ellis también comparte ejemplos de cómo los audiolibros pueden transformar la percepción de una obra. Menciona el caso de «Mary Poppins», una serie que leíó en su juventud y que volvió a experimentar en formato de audiolibro, destacando cómo la narradora Sophie Thompson aportó una nueva dimensión al personaje. Esta capacidad de experimentar un libro desde una perspectiva diferente, gracias a la narración, es una de las características que distingue a los audiolibros de la lectura tradicional.
Sin embargo, Ellis no pasa por alto que no todos los libros son aptos para el formato de audiolibro. Durante su carrera como revisora de audiolibros, ha tenido que escuchar obras que no funcionan bien en este formato, como libros de cocina o finanzas, que a menudo se vuelven tediosos de escuchar debido a su contenido técnico y detallado. También destaca que la combinación entre el contenido de un libro y la habilidad del narrador es clave para que la experiencia sea positiva. Si la narración no se ajusta al tono o estilo del texto, puede afectar negativamente la calidad de la experiencia auditiva.
A pesar de estos desafíos, Ellis concluye que los audiolibros deben verse como una extensión natural de los libros impresos, no como una sustitución. El audiolibro es una herramienta poderosa para hacer que la literatura sea más accesible a una gama más amplia de personas, incluidos aquellos con discapacidades, personas que viven con poco tiempo, y aquellos que disfrutan de la interpretación única de un narrador. Los audiolibros también ayudan a hacer que los libros sean más inclusivos y menos exclusivos, eliminando barreras y permitiendo que más personas disfruten de la lectura. En última instancia, el artículo aboga por la idea de que la elección de leer un libro de manera tradicional, digital o en formato de audiolibro es una cuestión personal, pero que todas estas formas de «lectura» deben ser igualmente valoradas.