
Purdy, Mark. «What Is Agentic AI, and How Will It Change Work?» Harvard Business Review, December 12, 2024. https://hbr.org/2024/12/what-is-agentic-ai-and-how-will-it-change-work.
Imagina un asistente virtual que, al estilo de Siri o Alexa, no solo te responde preguntas, sino que también organiza tu agenda, te recuerda tus citas, puede reservar un viaje, ajustar tu itinerario si hay cambios y recomendarte actividades según tus preferencias. Este asistente no espera a que le digas cada paso, sino que actúa de manera autónoma para mejorar tu experiencia y alcanzar tus objetivos, como hacerte ahorrar tiempo.
La IA Agente es un tipo de inteligencia artificial que no solo responde a comandos o preguntas, sino que puede actuar de manera autónoma, tomando decisiones y realizando tareas por sí misma para alcanzar un objetivo específico. Es como tener un asistente digital que, en lugar de solo dar respuestas, también planifica, organiza y ejecuta acciones de forma independiente, sin la necesidad de que un ser humano esté guiando todo el proceso.
En el sector de atención al cliente, las IA agentes pueden gestionar consultas de clientes sin intervención humana. Un sistema de este tipo puede analizar un problema planteado por un cliente, buscar una solución en una base de datos, ofrecerla y hacer seguimiento de la satisfacción del cliente. Además, si detecta que un problema es más complejo, puede pasar el caso a un agente humano de manera eficiente.
En el ámbito de la salud, una IA agente puede gestionar el bienestar de un paciente. Imagina un sistema que monitorea los signos vitales de un paciente, ajusta la dosis de medicamentos según lo necesario y puede incluso llamar a los profesionales de salud si detecta una emergencia. En el caso de los pacientes con enfermedades crónicas, la IA agente puede seguir su historial médico y anticipar complicaciones, ofreciendo recomendaciones personalizadas.
Uno de los principales beneficios de la IA agente es el ahorro de tiempo y recursos. Estas tecnologías son capaces de realizar tareas repetitivas y complejas de manera más rápida y precisa que los seres humanos. Esto no solo reduce el tiempo dedicado a actividades rutinarias, sino que también optimiza los recursos disponibles, mejorando la eficiencia general. Al asumir tareas que, de otro modo, consumirían mucho tiempo, las IA agentes permiten que los trabajadores se enfoquen en actividades más estratégicas y creativas, lo que incrementa la productividad.
Otro beneficio importante es la mayor especialización que ofrecen estas tecnologías. Las IA agentes pueden ser diseñadas para realizar tareas muy específicas, lo que permite una especialización más detallada en diversos campos. Por ejemplo, pueden ser programadas para manejar el servicio al cliente en una empresa, gestionar inventarios o asistir en la toma de decisiones financieras. Esta especialización incrementa la precisión y efectividad en la ejecución de las tareas, al mismo tiempo que reduce la probabilidad de errores que podrían ocurrir en procesos más generalistas.
La mejora en la toma de decisiones es otro beneficio clave de la IA agente. Al tener acceso a grandes cantidades de datos, estos sistemas son capaces de tomar decisiones informadas y rápidas, basadas en un análisis profundo. Esto es especialmente útil para las empresas, que pueden beneficiarse de decisiones más acertadas y basadas en datos concretos, lo que a su vez optimiza la gestión y las operaciones. Además, los individuos también pueden aprovechar esta capacidad para recibir recomendaciones más acertadas y personalizadas, mejorando así su experiencia en diversos servicios.
A pesar de los múltiples beneficios, la IA agente también enfrenta ciertos desafíos. Uno de los más significativos es la dependencia de datos precisos. Para que estos sistemas funcionen correctamente, es fundamental que los datos con los que se entrenan sean de alta calidad. Si los datos son incorrectos o incompletos, las decisiones tomadas por la IA pueden ser erróneas, lo que podría tener consecuencias negativas tanto en la operación de una empresa como en la experiencia del usuario. Esto plantea la necesidad de asegurar la integridad y confiabilidad de los datos que alimentan estos sistemas.
Otro desafío importante es el de los problemas éticos. Dado que las IA agentes pueden tomar decisiones autónomas, es crucial garantizar que estas decisiones sean justas, transparentes y no estén sesgadas. La falta de supervisión humana puede generar riesgos en la toma de decisiones, especialmente en áreas delicadas como la atención al cliente o la contratación de personal. Por lo tanto, es esencial establecer marcos éticos y mecanismos de control para asegurar que las IA agentes operen de manera responsable y equitativa.