
Imagen de Giuseppe Arcimboldo, El Bibliotecario*
La biblioteca… no es un mero gabinete de curiosidades; es un mundo, completo y completa, y está llena de secretos. Como un mundo, tiene sus cambios y sus estaciones, que desmienten la permanencia que suponen las filas ordenadas de libros. Tironeados por la gravedad de los deseos de los lectores, los libros entran y salen de la biblioteca como las mareas. Las personas que guardan los libros en Widener (Harvard) hablan de la respiración de la biblioteca: al principio del trimestre, las pilas exhalan libros en grandes nubes arremolinadas; al final del trimestre, la biblioteca inhala y los libros vuelven volando. Así que la biblioteca también es un cuerpo, las páginas de los libros apretadas como órganos en la oscuridad.
«Library: An Unquiet History» de Matthew Battles.
* La obra El Bibliotecario de Giuseppe Arcimboldo, pintada alrededor de 1566, es una maravillosa exploración visual de la relación entre el ser humano y el conocimiento. En ella, Arcimboldo utiliza su característica técnica de ensamblaje, donde las formas y los elementos del rostro humano son construidos a partir de objetos que representan ideas y conceptos. En esta pintura, el rostro de un bibliotecario se forma con libros, rollos de papel, cuadernos y otros elementos relacionados con el mundo del conocimiento y la sabiduría.