
Singh Chawla, Dalmeet. 2024. «Self-Citations in around a Dozen Countries Are Unusually High». Nature, enero. https://doi.org/10.1038/d41586-024-00090-z.
Un extenso análisis de 24 años revela que académicos de 12 países están citando de manera desproporcionada sus propios artículos académicos, una tendencia atribuida a políticas que incentivan tales comportamientos. Publicado en PLoS ONE el 29 de diciembre, el estudio evaluó los patrones de citas en 50 países con más de 100,000 publicaciones desde 1996 hasta 2019 utilizando la base de datos de investigación Scopus. Mientras que 38 países experimentaron un descenso en las ‘auto-citas nacionales’, países como Colombia, Italia y Arabia Saudita vieron un aumento. Un estudio anterior de 2019 ya había implicado a Italia en auto-citas excesivas, vinculándolo a una polémica política de 2010 que requería umbrales de productividad para la promoción académica.
Los investigadores midieron el fenómeno utilizando la métrica ‘inwardness’ en 2019, una definición amplia de auto-citas nacionales. En el estudio reciente, se introdujo una nueva métrica, SRII, centrándose en auto-citas nacionales más estrechas dentro de un marco de tiempo específico. Los autores, liderados por Alberto Baccini, un economista de la Universidad de Siena, encontraron que los 12 países que experimentaron un aumento en las auto-citas tenían políticas que incentivaban altas cuentas de citación. Sin embargo, el estudio no examinó las políticas en los otros 38 países debido al desafío de rastrear la legislación.
Jevin West, un científico de la información en la Universidad de Washington, destacó la importancia de analizar las políticas en todos los países para entender su influencia en los patrones de auto-citación. Las limitaciones del estudio incluyen la exclusión de literatura no inglesa y resultados de investigación a nivel mundial. La correlación entre las dos métricas, inwardness y SRII, generalmente se alinea para la mayoría de los países, excepto China, donde inwardness aumenta mientras que SRII disminuye, atribuido a colaboraciones internacionales incrementadas. West afirma que le sorprendería que no hubiera relación entre las autocitas y factores externos, como las políticas de investigación o la formación de los investigadores. Es coautor de un estudio de 20174 en el que se examinan los patrones de citación de más de 1,5 millones de artículos y se concluye que los hombres citan sus propios artículos, de media, un 56% más que las mujeres.
Para West, los análisis que analizan el grado de autocitación y de citación dentro de un mismo país deberían ayudar a detectar cuándo las políticas no «se alinean necesariamente con nuestros objetivos más grandiosos de la ciencia, que serían animar a los científicos a hacer buena ciencia en lugar de una buena manipulación de las citas».
El sociólogo Marco Seeber elogió la solidez metodológica del estudio reciente, destacando su demostración convincente de la relación entre políticas y comportamientos. West, quien coautoró un estudio de 2017 sobre patrones de citación, expresó sorpresa si no hubiera vínculos entre la auto-citación y factores externos como políticas de investigación o antecedentes de los investigadores. Abogó por enfoques alternativos de evaluación que combinen la revisión por pares con métricas para evitar incentivar comportamientos indeseables.
Baccini enfatizó que los hallazgos no implican que solo los doce países tengan incentivos deficientes, reconociendo la extendida cultura de ‘publicar o perecer’ en la academia. West propuso analizar los grados de auto-citación y citación dentro del país para identificar cuándo las políticas se desvían de los objetivos más amplios de la ciencia, fomentando la buena investigación en lugar de la manipulación de citaciones.