Era una biblioteca tan pobre que solo tenía libros buenos

Era una biblioteca tan pobre que solo tenía libros buenos”.

Augusto Monterroso. «La letra e: fragmentos de un diario», 1974

El escritor Augusto Monterroso atribuye gran parte de su pasión por la lectura y la escritura a las bibliotecas. En sus memorias, relata que la biblioteca a la que solía acudir en Guatemala tenía un presupuesto limitado, que su colección eran fundamentalmente libros viejos. Fue en ese lugar donde pudo sumergirse en la lectura de algunos clásicos, incluso algunos con más de tres siglos de antigüedad.