
«Toma un libro en tus manos como Simon el justo tomo al niño Jesús en sus brazos para llevarlo y besarlo. Y cuando termines de leer, cierra el libro y da gracias por cada palabra que salga de la boca de Dios; porque en el campo del señor has encontrado un tesoro escondido».
Thomas Á Kempis «Doctrinale juvenum»