Cómo las bibliotecas públicas pueden ayudarnos a prepararnos para el futuro

 

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How public libraries can help prepare us for the future

Matthew FinchUniversity of Southern Queensland

Durante generaciones, las bibliotecas han ayudado a la gente a explorar el conocimiento, la información y la cultura. La invención de la biblioteca pública significó que cada vez más gente utilizara estas colecciones y servicios.

En la era digital, una biblioteca pública puede conectar incluso a las comunidades más remotas con redes de conocimiento e información. Las bibliotecas públicas de hoy en día trabajan para involucrar a las comunidades marginadas; proyectos pioneros como el Club de Libros Murri de Townsville exploran maneras de hacer que la biblioteca tenga sentido para los pueblos indígenas.

A pesar de todo esto, hay un área en la que las bibliotecas públicas están infrautilizadas. Las bibliotecas también pueden ayudarnos a planificar el futuro. La planificación a largo plazo siempre es un reto. Es simplemente imposible recopilar datos de eventos que aún no han ocurrido.

A veces podemos detectar tendencias, pero éstas pueden desmoronarse bajo lo que algunos expertos en prospectiva llaman “TUNA conditions”, cuando nos enfrentamos a la Turbulencia, la Incertidumbre, la Novedad o la Ambigüedad.

Piense en alguien que intenta predecir que los experimentos con la deuda en Wall Street conducirían a la crisis financiera mundial y a las ondas políticas que han seguido. Piense en tratar, hoy, de predecir todas las consecuencias a largo plazo del cambio climático.

Introducir la planificación de escenarios

Eso significa que hemos tenido que encontrar nuevas formas de ver el futuro impredecible. Las grandes empresas han utilizado la planificación de escenarios desde la década de 1960, como lo hizo Pierre Wack fue pionero en el enfoque de Shell.

En la planificación de escenarios, la gente se reúne para imaginar escenarios futuros que desafían nuestra forma de pensar actual. No se juzga el valor de un escenario por la probabilidad de que suceda: su valor radica en ayudarnos a repensar nuestras suposiciones sobre el futuro.

Los escenarios de Shell se hicieron famosos en la década de 1970 cuando la compañía anticipó con éxito la crisis del petróleo que siguió a la Guerra de Yom Kippur. Shell no había previsto el conflicto, pero había imaginado escenarios en los que los productores de petróleo de Oriente Medio trabajaban como un cártel para controlar el suministro mundial. Cuando esos países iniciaron un embargo de petróleo, la planificación de escenarios significó que Shell ya había pensado en esta posibilidad antes que sus competidores.

Hoy en día, los expertos que piensan en el futuro reconocen la necesidad de un compromiso de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. Por ejemplo, la nueva propuesta de la Unión Europea de «innovación orientada a la misión» pretende que todos nos centremos en resolver los problemas de la sociedad. En tiempos de crisis, es importante que en todos los niveles de la sociedad fortalezcamos nuestra capacidad de imaginar el futuro que nos espera, y nuestras propias elecciones futuras.

¿Cuál es el papel de las bibliotecas en este contexto?

Esto concuerda con los hallazgos de la investigación de la Universidad de Queensland del Sur, en apoyo de una nueva visión para las bibliotecas públicas, de que las bibliotecas públicas son un conector de base de personas, ideas y recursos:

«Los servicios de las bibliotecas públicas se basan en relaciones, no sólo en transacciones; están entrelazados con el contexto específico y profundamente local de la vida cotidiana en las comunidades a las que sirven.»

Las sesiones de planificación de escenarios, convocadas por las comunidades en las bibliotecas públicas, aprovecharían la capacidad existente de la biblioteca para conectar a la gente, pero en esta ocasión con el objetivo de ayudarnos a reimaginar el futuro.

Así, los bibliotecarios trabajarían con su consejo local para identificar temas que requieren una perspectiva a largo plazo. ¿Deberíamos invertir en tecnología «inteligente» para nuestras pequeñas ciudades rurales? ¿Cuánto debemos depender del agua reciclada o de la desalinización en las grandes ciudades costeras?

Los bibliotecarios proporcionarían investigación de antecedentes y organizarían talleres comunitarios para desarrollar escenarios locales. La gente empezaría a tener discusiones más profundas y ricas sobre el futuro: hay una razón por la que los escenarios han sido llamados «el arte de la conversación estratégica».

El proceso del escenario depende de reunir a un grupo de individuos en un espacio de confianza, con suficiente información para dar detalles y contenido a los escenarios. En una comunidad local, la biblioteca pública es ese lugar de confianza e información.

Al igual que los bibliotecarios públicos utilizan sus habilidades para ayudar en la búsqueda de empleo o para apoyar la salud y el bienestar de las personas, como planificadores de escenarios aplicarían sus talentos a un nuevo campo.

Conversaciones que podrían transformar la política

Los eventos lúdicos llevados a cabo en colaboración con la Biblioteca Pública Ann Arbor en Michigan, para captar la atención de niños y adultos, han comenzado a involucrar a la población local con la noción del futuro a largo plazo. El siguiente paso es desarrollar una conversación más rigurosa.

Si se apoyara a las bibliotecas públicas para que presten servicios de previsión estratégica a sus comunidades, la política podría transformarse. El electorado estaría mejor informado, reflexionando más a fondo y con mayor antelación sobre las cuestiones políticas. Los consejos pueden tomar decisiones con la confianza de que se ha consultado a la comunidad sobre las consecuencias a largo plazo.

Los escenarios ofrecerían un libro de posibilidades de futuros potenciales, ya imaginados y ensayados. Todo australiano podría tener acceso al tipo de herramientas de previsión que han estado informando las decisiones del gobierno y de las grandes empresas durante el último medio siglo.

Imagínense las conversaciones que nosotros, como país, tendríamos sobre nuestro futuro si democratizáramos esas herramientas a través de la biblioteca local.