El último sabio de la medina: así vive el librero más veterano de Rabat

Meet The Oldest Bookseller of Rabat, Morocco.” 1000 Libraries Magazine, 8 de diciembre. https://magazine.1000libraries.com/meet-the-oldest-bookseller-of-rabat-morocco/

Mohamed Aziz, conocido como el librero más antiguo de Rabat, nació en 1948 en la capital marroquí y quedó huérfano a una edad muy temprana, lo que marcó profundamente su infancia y su acceso a la educación. Para poder continuar en la escuela trabajó durante años como pescador, pero finalmente tuvo que abandonar sus estudios a los quince años debido al precio prohibitivo de los libros de texto. Aquella frustración —tener el deseo de aprender, pero no los medios— lo acompañó durante años, y fue precisamente esa herida la que lo condujo a convertir su vida en un acto de resistencia cultural: si él no había podido comprar libros, dedicaría su vida a ponerlos al alcance de los demás.

Sus inicios como librero fueron extremadamente humildes. Comenzó vendiendo apenas nueve libros usados bajo un árbol, en plena calle, improvisando con lo que tenía y confiando en que algún lector curioso se detuviera a hojear sus ejemplares. Con el tiempo, su presencia constante y su enorme dedicación lo llevaron a abrir un pequeño establecimiento en la medina de Rabat. Así nació su tienda Bouquiniste El Azizi, que desde 1967 permanece en el mismo lugar y se ha convertido en un punto de referencia cultural y humano para generaciones de lectores, estudiantes, profesores y curiosos. Su librería, abarrotada de volúmenes en árabe, francés e inglés, es un espacio donde conviven la memoria, la conversación y el acceso democrático al conocimiento.

Lo que distingue a Mohamed Aziz no es solo su longevidad como librero, sino su relación íntima con los libros. Dedica entre seis y ocho horas diarias a leer, convencido de que un librero que no lee es un vendedor más, no un mediador entre la cultura y las personas. Se calcula que ha leído más de 4.000 títulos, e incluso hay quien afirma que la cifra supera los 5.000. No lo hace por obligación profesional, sino porque para él la lectura ha sido siempre su refugio y su forma de dignidad: una respuesta personal frente a la pobreza y la falta de oportunidades que sufrió en su juventud. En sus palabras, leer es su manera de encontrar sentido y de reivindicar la vida que no pudo tener de niño.

Su filosofía se refleja también en su manera de trabajar. Tiene la costumbre de dejar muchos libros expuestos en la calle, sin vigilancia ni medidas de seguridad. Cuando le preguntan si no teme que se los roben, responde con una frase que ya forma parte de su leyenda: “Los que no saben leer no roban libros, y los que pueden leer, no son ladrones”. Esta convicción sencilla y profunda resume su fe en la cultura como motor de humanidad, y en la lectura como acto transformador. Aziz es, así, más que un comerciante: es una figura moral y cultural de Rabat, un guardián de historias y un ejemplo de cómo un individuo puede construir un espacio de conocimiento abierto incluso en contextos de dificultad.

Con el paso de los años, su librería se ha convertido en un símbolo de la resistencia del libro en un mundo que cambia y en un país que todavía enfrenta retos en alfabetización y acceso a la cultura. Estudiantes, turistas, investigadores y vecinos acuden a su tienda no solo a comprar, sino a escuchar recomendaciones, compartir inquietudes o simplemente conversar unos minutos. Mohamed Aziz encarna la idea del librero como figura comunitaria, un puente entre el pasado y el presente, y una prueba viviente de que los libros pueden ser un destino y una salvación.