
Levy, Steven. “There Is Only One AI Company. Welcome to the Blob.” WIRED, 21 de noviembre de 2025. https://www.wired.com/story/ai-industry-monopoly-nvidia-microsoft-google/
La industria de la IA se ha convertido en un ecosistema altamente interconectado donde unas pocas grandes empresas dependen entre sí mediante inversiones y acuerdos tecnológicos. Esta red, descrita como un “Blob”, concentra poder y reduce la competencia real. Las compañías actúan simultáneamente como proveedoras, clientes e infraestructuras críticas del sector. Se advierte que, debido a esta interdependencia, una crisis en una de ellas podría desestabilizar a toda la industria.
El artículo analiza cómo la industria de la inteligencia artificial ha evolucionado hacia una estructura casi monolítica en la que los grandes actores —principalmente empresas tecnológicas y compañías dedicadas a modelos de IA— funcionan como una red interdependiente. Esta red, descrita como un “Blob”, se caracteriza por alianzas financieras y tecnológicas que conectan a fabricantes de chips, desarrolladores de modelos fundacionales y proveedores de servicios en la nube. Aunque cada organización mantiene su identidad corporativa, la forma en que invierten unas en otras, se proveen servicios mutuamente y dependen de la misma infraestructura genera una concentración de poder sin precedentes.
Un ejemplo clave es el reciente acuerdo entre Microsoft, Nvidia y Anthropic: Microsoft invertirá al menos 5.000 millones USD en Anthropic; a su vez, Anthropic se compromete a comprar 30.000 millones USD en capacidad informática en la nube de Microsoft; mientras, Nvidia invierte en Anthropic, que usa sus chips para entrenar modelos. Esta relación circular —donde las empresas son inversoras, clientes y proveedoras entre sí— genera lo que Levy describe como “una máquina gigante de dinero y computación”.
El artículo subraya que esta interdependencia ha transformado a las empresas de IA en entidades que ya no solo crean productos, sino que también actúan como infraestructuras esenciales. Las inversiones multimillonarias cruzadas entre compañías consolidan este ecosistema cerrado, donde las decisiones de unas afectan directamente a la salud financiera y operativa del resto. Aunque no existen indicios de colusión explícita, el comportamiento coordinado que emerge de esta red crea un entorno de competencia limitada cercano a un oligopolio.
Finalmente, se advierte sobre los riesgos que implica esta estructura para la economía y la innovación. La concentración de recursos —chips, centros de datos, talento, computación en la nube— en manos de unas pocas empresas podría volverse inestable si la burbuja de la IA se desinfla. Debido a la naturaleza interconectada del sistema, la caída de una gran compañía podría desencadenar un efecto dominó que afectara a todo el sector.