La biblioteca como laboratorio ciudadano: el programa Library of Things en el condado de Orange

Kukta, Kaelyn. “Come for a Book, Leave with Bongos: A Library of Things Lets Cardholders Try, Learn and Create.” Los Angeles Times, 3 de agosto de 2025. https://www.latimes.com/socal/daily-pilot/news/story/2025-08-03/come-for-a-book-leave-with-bongos-a-library-of-things-lets-cardholders-try-learn-and-create

La iniciativa Library of Things en las bibliotecas del condado de Orange representa un cambio de paradigma en la manera de entender el papel de la biblioteca pública. Ya no se concibe únicamente como un espacio para acceder a libros, revistas o recursos digitales, sino como un lugar donde las personas pueden experimentar, aprender y poner en práctica habilidades nuevas a través del préstamo de objetos útiles para la vida cotidiana. Desde instrumentos musicales hasta herramientas de bricolaje, pasando por máquinas de coser, juegos de mesa o equipos de cocina, la biblioteca se convierte en un centro de creatividad y aprendizaje práctico.

Este tipo de programas responde a una necesidad social: muchas veces adquirimos objetos que solo utilizamos una o dos veces, y luego terminan almacenados sin un uso real. Al ofrecer la posibilidad de prestarlos, la biblioteca fomenta el consumo responsable, la economía compartida y la sostenibilidad. Además, facilita el acceso a recursos que de otro modo podrían estar fuera del alcance económico de muchos usuarios. No se trata únicamente de ahorrar dinero, sino de democratizar la oportunidad de probar, aprender y desarrollar nuevas competencias.

El sistema de préstamo es sencillo y se adapta a la dinámica de la vida moderna. Los adultos con tarjeta de la biblioteca pueden llevarse hasta dos objetos durante tres semanas, con la idea de que los utilicen de manera práctica en sus proyectos personales o familiares. Esta flexibilidad, unida a la diversidad del catálogo, convierte a la biblioteca en un lugar que responde directamente a los intereses y necesidades de la comunidad.

El programa se complementa con actividades educativas que multiplican su impacto. Las clases de costura con máquinas que luego se pueden llevar a casa, los talleres sobre reciclaje, las charlas de cocina sostenible o las demostraciones de instrumentos musicales son ejemplos de cómo la biblioteca integra el aprendizaje práctico con la formación cultural y medioambiental. De esta manera, no solo ofrece un servicio de préstamo, sino que también se convierte en un espacio de encuentro, experimentación y creación colectiva.

En última instancia, esta transformación refuerza la idea de que la biblioteca es un organismo vivo, en constante adaptación a los cambios sociales y tecnológicos. Con iniciativas como esta, pasa de ser un simple repositorio de información a un verdadero laboratorio ciudadano, donde se fomenta la creatividad, el aprendizaje intergeneracional y el fortalecimiento de la comunidad.