
Olinga, Luc. “The End of the Internet As We Know It.” Gizmodo, 9 de julio de 2025. https://gizmodo.com/the-end-of-the-internet-as-we-know-it-2000627194
El artículo analiza una transformación radical que está ocurriendo en el mundo digital: la llegada de navegadores web impulsados por inteligencia artificial que pretenden eliminar el modelo tradicional de navegación basado en clics. Esta revolución está liderada por empresas como Perplexity y OpenAI, que buscan desafiar directamente el dominio de Google Chrome y transformar fundamentalmente cómo interactuamos con internet.
La empresa Perplexity ha lanzado oficialmente Comet, un navegador web revolucionario que funciona más como una conversación que como un sistema de navegación tradicional. Este navegador representa un cambio paradigmático, ya que está diseñado para funcionar como ChatGPT pero con capacidades de navegación integradas. Comet promete actuar como un «segundo cerebro» que puede realizar investigaciones activas, comparar opciones, realizar compras, proporcionar resúmenes diarios y analizar información de manera autónoma, todo sin necesidad de que el usuario navegue a través de múltiples pestañas o enlaces.
El concepto detrás de Comet se basa en la evolución de la inteligencia artificial agentiva, un campo de vanguardia donde los sistemas de IA no solo responden preguntas o generan texto, sino que pueden realizar de forma autónoma una serie de acciones y tomar decisiones para lograr los objetivos del usuario. En lugar de requerir que el usuario especifique cada paso, un navegador agéntico busca comprender la intención del usuario y ejecutar tareas de múltiples pasos, funcionando efectivamente como un asistente inteligente dentro del entorno web.
La aparición de Comet representa una confrontación directa con Google Chrome, que durante décadas ha sido el portal dominante que forma cómo miles de millones de personas navegan por la web. Todo el modelo de Chrome está construido para maximizar la interacción del usuario y, por consecuencia, los ingresos publicitarios. Comet está intentando destruir este modelo, desafiando fundamentalmente la economía de internet basada en la publicidad.
OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT, también está preparando su propio navegador web impulsado por IA, que podría lanzarse próximamente según reportes de Reuters. Esta herramienta probablemente integrará el poder de ChatGPT con Operator, el agente web propietario de OpenAI. Operator es un agente de IA capaz de realizar tareas de forma autónoma a través de interacciones con el navegador web, utilizando modelos avanzados para navegar sitios web, llenar formularios, realizar pedidos y gestionar otras tareas repetitivas basadas en el navegador.
El diseño de Operator le permite «observar» las páginas web como lo haría un humano, haciendo clic, escribiendo y desplazándose, con el objetivo de manejar eventualmente la «cola larga» de casos de uso digital. Si se integra completamente en un navegador de OpenAI, podría crear una alternativa completa a Google Chrome y Google Search en un movimiento decisivo, atacando a Google desde ambos extremos: la interfaz del navegador y la funcionalidad de búsqueda.
La propuesta de Perplexity es simple pero provocativa: la web debería responder a los pensamientos del usuario, no interrumpirlos. La empresa sostiene que internet se ha convertido en la mente extendida de la humanidad, pero las herramientas para usarla siguen siendo primitivas. En lugar de navegar a través de pestañas infinitas y perseguir hipervínculos, Comet promete funcionar basándose en el contexto, permitiendo a los usuarios pedir comparaciones de planes de seguros, resúmenes de oraciones confusas o encontrar instantáneamente productos que olvidaron marcar como favoritos.
Esta transformación podría significar el fin de la optimización tradicional para motores de búsqueda (SEO) y la muerte de los familiares «enlaces azules» de los resultados de búsqueda. Los navegadores de IA como Comet no solo amenazan a editores individuales y su tráfico, sino que directamente amenazan los fundamentos del ecosistema de Google Chrome y el dominio de Google Search, que depende en gran medida de dirigir a los usuarios a sitios web externos.
Google Search ya ha estado bajo considerable presión de startups nativas de IA como Perplexity y You.com. Sus propios intentos de integración más profunda de IA, como la Experiencia Generativa de Búsqueda (SGE), han recibido críticas por producir a veces «alucinaciones» (información incorrecta) y resúmenes inadecuados. Simultáneamente, Chrome está enfrentando su propia crisis de identidad, atrapado entre tratar de preservar su masivo flujo de ingresos publicitarios y responder a una oleada de alternativas impulsadas por IA que no dependen de enlaces o clics tradicionales para entregar información útil.
Si Comet o el navegador de OpenAI tienen éxito, el impacto no se limitará solo a interrumpir la búsqueda, sino que redefinirá fundamentalmente cómo funciona toda la internet. Los editores, anunciantes, minoristas en línea e incluso las empresas de software tradicionales pueden encontrarse desintermediados por agentes de IA que pueden resumir su contenido, comparar sus precios, ejecutar sus tareas y evitar completamente sus sitios web e interfaces existentes.
Esta transformación representa un nuevo frente de alto riesgo en la guerra por cómo los humanos interactúan con la información y conducen sus vidas digitales. El navegador de IA ya no es un concepto hipotético: es una realidad presente que está redefiniendo el panorama digital tal como lo conocemos.